El tono conciliador de Donald Trump en su primera intervención ante las cámaras del Congreso en la noche del martes ha reflotado la popularidad del presidente tras un atropellado mes en la Casa Blanca.
Los sondeos y Wall Street han dado su visto bueno a las palabras del mandatario, que abandonó la imagen sombría de Estados Unidos evocada en su discurso de investidura para ofrecer una visión más positiva del futuro pero se quedó corto a la hora de explicar sus planes de gobierno.
“Un nuevo capítulo de grandeza estadounidense se abre ahora, un nuevo orgullo nacional barre el país y un nuevo auge de optimismo coloca sueños imposibles a nuestro alcance”, afirmó el presidente entre aplausos. “A lo que asistimos hoy es la renovación del espíritu americano”.
Desde el Capitolio llamó a la unidad para dejar atrás “luchas triviales”. Prometió incrementar el gasto militar, bajar impuestos e invertir en infraestructura, así como sustituir la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama y revisar el sistema de admisión de inmigrantes en EEUU. Pero no concretó cómo pretende traducir sus objetivos a medidas concretas.
Con todo, los espectadores encuestados aprobaron ampliamente la intervención de Trump. Una encuesta de CNN sugiere que casi ocho de cada diez televidentes reaccionaron de manera positiva al discurso. Antes de que Trump compareciera en el Congreso, el 58% de los encuestados aseguraba que las propuestas del republicano llevarían al país en la dirección correcta, pero después de escucharlo el optimismo subió once puntos.
Otro sondeo de CBS señala que un 76% de los que vieron el discurso aprobaron las palabras del presidente y que un 24% de los demócratas encuestados se sentían más optimistas respecto a la nueva Administración.
Por otra parte, el Dow Jones, que ha crecido un 15% desde las elecciones presidenciales, ha alcanzado este miércoles por primera vez los 21.000 puntos.
Aunque defendió en el Capitolio su congelado veto migratorio, Trump ha pospuesto rubricar una segunda orden ejecutiva que sustituya la original en medio del clima de optimismo generado por su discurso. La firma estaba prevista para este mismo miércoles, informa la prensa estadounidense, y no está claro el motivo del retraso.
El Washington Post adelanta que la nueva orden ejecutiva incluirá cambios sustanciales dejando fuera del veto, por ejemplo, a personas que ya tienen visados e iraquíes. Tampoco dará prioridad a las minorías religiosas a la hora de conceder asilo, aunque puede haber cambios.
“En los próximos días tendremos una orden ejecutiva revisada”, ha afirmado el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, al ser preguntado al respecto en el programa CBS This Morning. “Le están dando el toque final”, ha añadido el exgobernador de Indiana, que ha subrayado sin embargo que el primer veto migratorio estaba dentro de la legalidad.
Pence se ha deshecho también en halagos hacia su superior por el discurso en Capitol Hill: “No fue sólo un gran discurso sino también una gran noche para Estados Unidos porque lo que el pueblo estadounidense vio fue a un presidente explicando la agenda con la que hizo campaña y comunicando su fuerza y corazón al expresarla”.
En ese mismo programa, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, cuestionó que Trump vaya a cumplir las promesas de su discurso del martes tachándolo de “populista”. “Con Donald Trump, los discursos valen poco porque lo que dijo en la campaña, en la investidura, anoche está apartado de la realidad”, aseguró el senador, expresando la postura del liderazgo demócrata.
El grupo progresista Our Revolution (Nuestra Revolución), fundado por el excontendiente en las primarias demócratas Bernie Sanders, ha puesto también en duda las palabras del presidente. “Anoche, el Sr. Trump intentó hacernos creer que le importan las necesidades de las familias trabajadoras a lo largo del país. Pero el equipo económico de Trump está vergonzosamente compuesto por élites corporativas de Goldman Sachs y otras firmas de Wall Street que contribuyeron a destruir nuestra economía hace menos de diez años”, señala el colectivo en un correo electrónico a sus simpatizantes este miércoles.
El exgonerador de Kentucky Steve Beshear, uno de los encargados de responder a Trump en nombre de los demócratas tras su discurso en el Congreso, le echó en cara lo mismo. “Eso no es ser nuestro campeón, eso es ser el campeón de Wall Street”, le dijo.
La activista indocumentada Astrid Silva, la otra encargada de replicar a Trump -que habló al presidente en castellano-, dijo a EL ESPAÑOL poco antes de intervenir en el Capitolio que los actos de Trump reflejaban una realidad muy distinta de sus palabras. Como dreamer, desconfiaba de lo que el presidente pudiera hacer con su ella y sus padres indocumentados.
“Sé que ahorita está haciendo comentarios un poco [más] moderados sobre el tema de DACA, pero creo que sus acciones hablan muy alto y muy claro”, decía en referencia al programa implantado por el expresidente Barack Obama que le permite seguir en EEUU.