Tras un día sin tuitear mientras Washington contenía la respiración, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reaccionado al demoledor testimonio ofrecido el jueves por James Comey, que el mandatario apartó en mayo de la dirección del FBI.
En su red social de preferencia, Trump ha acusado a Comey de ser un "filtrador" y de mentir después de que el ahora ciudadano privado afirmara ante el Senado que el gobernante lo despidió para torpedear la investigación sobre Rusia.
Comey reveló que el presidente le había pedido en diversas ocasiones que asegurara públicamente que no estaba siendo investigado, le exigiera "lealtad" y le presionara para que dejara en paz al ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, que mintió sobre sus contactos con Rusia.
El exdirector del FBI también desveló que tomaba notas de sus conversaciones con Trump por miedo a que éste "mintiera" sobre ellas y que filtró un informe a la prensa para forzar el nombramiento de un fiscal especial que investigara a la Administración.
El jueves el abogado de Trump aseguró que las declaraciones de Comey demostraban que el presidente no estaba siendo investigado y criticaban que el exdirector del FBI había compartido "comunicaciones privadas" sin permiso.