Familias hispanoamericanas hacen huelga este enero como parte de la iniciativa Un Día Sin Inmigrantes.

Familias hispanoamericanas hacen huelga este enero como parte de la iniciativa Un Día Sin Inmigrantes. Twitter

EEUU

DeSantis se juega uno de sus bastiones: las políticas migratorias de Florida le arrebatan el apoyo latino

La aprobación de leyes que prohíben a personas indocumentadas trabajar, conducir o recibir atención médica deteriora la popularidad del gobernador de Florida entre los hispanos de su estado.

16 junio, 2023 03:21

El primer sitio al que fue Donald Trump el martes al salir del juzgado donde se declaró inocente fue el Versailles, un emblemático restaurante de Miami conocido por ser el principal punto de encuentro de la diáspora cubana en la ciudad. En medio de la calle 8, la arteria principal de la Pequeña Habana, el local acogió con los brazos abiertos al expresidente republicano, que, pese a su germofobia, no dudó en hacerse fotos y saludar a empleados y clientes. Nadie pensó que esta visita se debiera a un antojo de ropavieja —su dieta ni siquiera la incluye—, sino más bien a "un intento nada sutil de buscar la solidaridad de los latinos de Florida y de otros lugares", en palabras de una crónica de The New York Times.

Durante los últimos años, la minoría latina —cada vez más mayoritaria— de Florida se ha consolidado como un bastión electoral para el Partido Republicano, especialmente en la mitad sur del estado: de Orlando a los Cayos. En el mayor núcleo urbano de esta región, el condado de Miami-Dade, los conservadores ganaron por primera vez desde 1992 en el voto de las mid-term (elecciones de medio mandato) de noviembre de 2022. El mérito no reside sólo en el voto hispano, pero este sí contribuye a la popularidad de los republicanos en del Estado Soleado: el 58% de los latinos votó a DeSantis en dichos comicios. Los expertos apuntan a varios factores, como la prohibición de medidas covid durante los dos primeros años de mandato —bien recibida por los pequeños empresarios—, la proliferación de informaciones sesgadas en los medios locales hispanohablantes, y la implicación del candidato Ron DeSantis en una guerra cultural que apela al conservadurismo social de muchos votantes.

DeSantis, gobernador de Florida desde 2019, ha encontrado en los hispanos un gran apoyo durante los últimos años. Especialmente en los cubanos, que conforman cerca de un 45% de la población latina de Miami, y que son históricamente más propensos a votar al Partido Republicano, según un estudio del Latino Policy and Politics Institute. La población cubana agradece el compromiso con la condena del comunismo y del régimen en la isla por parte de DeSantis, que hasta declaró el 7 de noviembre Día de las Víctimas del Comunismo en su estado. Los últimos años, los venezolanos de Florida también han visto en su gobernador a una figura determinada a luchar contra Maduro, y la misma lógica se aplica a los nicaragüenses. A su vez, el Partido Republicano ha insistido en hacer saber a los inmigrantes que votar a los demócratas equivale a votar al socialismo del que huyeron.

Sin embargo, hay algo que disuade a los hispanos de Florida de dar su apoyo incondicional a DeSantis. Según Carolina Wassmer, de la asociación Poder Latinx, la aprobación de leyes antimigratorias y contra los derechos de los inmigrantes ha erosionado la imagen del gobernador en sectores de la comunidad. El pasado 23 de mato, decretó la Ley SB7050 (SB es acrónimo de Senate Bill, 'ley del Senado') que, además de permitirle concurrir a la presidencia de EEUU sin abandonar el Gobierno de Florida, "hace más difícil que los latinos puedan registrar votantes y trabajar en las elecciones electorales".

DeSantis ha dejado claro que no hará la vida fácil a las 770.000 personas sin documentos que el Instituto de Política Migratoria estima que viven en Florida: esta primavera, el gobernador consiguió aprobar una normativa que obliga a los hospitales con financiación pública a informar al Estado antes de tratar a pacientes indocumentados. La Ley SB1718, que incluye esta medida, también exige a las empresas no contratar a inmigrantes no autorizados para trabajar, impide conducir a los extranjeros que hayan obtenido su permiso fuera de Florida, y "deroga una ley de 2014 que permitía a los inmigrantes indocumentados ser admitidos para ejercer la abogacía", según el Pensacola News Journal.

Dos niñas sostienen pancartas contra el proyecto de ley SB 1718, el pasado 1 de junio en Immokalee (Florida).

Dos niñas sostienen pancartas contra el proyecto de ley SB 1718, el pasado 1 de junio en Immokalee (Florida). Reuters

Los agravios que la regulación de DeSantis causará en el día a día de tantos habitantes de su estado a partir de su entrada en vigor el próximo 1 de julio ha llevado a a muchos floridanos a movilizarse. "Sin nosotros no hay Florida" es el lema elegido para las marchas y concentraciones en rechazo a las políticas del gobernador. El 28 de mayo, se celebró una 'marcha por la unidad' multitudinaria en Homestead, una ciudad 60 kilómetros al sur de Miami dedicada principalmente a la agricultura, uno de los sectores económicos más afectados por la SB1718 ya que la mayor parte de la mano de obra es extranjera.

"¡Basta! Es hora de que todos tomemos una posición contra el gobernador Ron DeSantis y sus crueles ataques contra todas las familias trabajadoras", señaló en un discurso la portavoz de la organización convocante de la marcha, We Count! ('Contamos'). La concentración estuvo protagonizada por trabajadores y familias inmigrantes de bajos ingresos del sur del condado Miami-Dade, que trataban de decirle a DeSantis: "Aquí estamos y no nos vamos. Sin nosotros no hay Florida", según transmitió a Efe la activista María Bilbao.

Sin embargo, las duras políticas del gobernador de Florida han causado la reacción negativa de sus propios seguidores hispanos. Danay Armas, que votó por DeSantis en noviembre de 2022, dijo en una entrevista al Washington Post que la ley de inmigración de Florida no reflejaba sus valores cristianos de dar la bienvenida a los recién llegados. "Soy republicana y todo", afirmó Armas, inmigrante cubana y ciudadana naturalizada. Pero "si no está de acuerdo con la ley de Dios, entonces no puedo estar de acuerdo con él", cita el periódico capitalino en el marco de un reportaje a la Iglesia Rescate, que reúne a un perfil de fiel latino y republicano, y desde hace pocos meses ha habilitado sus instalaciones como refugio para inmigrantes sin papeles.

Wassmer, de Poder Latinx, también denuncia que su gobernador ponga dinero para transportar a personas a otros estados, como ya ha hecho con medio centenar de venezolanos, a los que mandó en avión a Martha's Vineyard —una región afluente, mayoritariamente blanca y demócrata— para demostrarles a sus vecinos los 'perjuicios' de las políticas de fronteras abiertas del gobierno Biden.

Protesta contra el proyecto de ley SB 1718 en Immokalee (Florida), el pasado 1 de junio.

Protesta contra el proyecto de ley SB 1718 en Immokalee (Florida), el pasado 1 de junio. Reuters

Recientemente, DeSantis repitió la jugada y trasladó a 36 personas en dos vuelos a Sacramento (California). El pasado 6 de junio, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) instó al Departamento de Justicia a investigar posibles violaciones de las leyes federales que puedan haber ocurrido durante el transporte de "refugiados a través de las fronteras estatales".

Estas acciones pueden deteriorar el apoyo que los hispanos de Florida ofrecieron a DeSantis en las mid-term de noviembre —apabullantemente en el caso de los cubanos, aunque sorprendentemente alto en el de los puertorriqueños, que pese a ser un grupo tradicionalmente demócrata dieron al republicano el 56% de sus votos—.

Una imagen de un noticiero de News 4 JAX muestra los votos latinos en las 'mid-term' de noviembre de 2022.

Una imagen de un noticiero de News 4 JAX muestra los votos latinos en las 'mid-term' de noviembre de 2022. Twitter

Por lo pronto, la candidatura del gobernador de Florida a las elecciones presidenciales de EEUU en noviembre de 2024 van en la misma clave que el discurso habitual. En su presentación, DeSantis declaró: "Nos moveremos el primer día declarando una emergencia nacional. Construiremos un muro fronterizo. Nos aseguraremos de que no se salga de México... Y realmente tenemos que responsabilizar a los cárteles mexicanos de la droga porque están facilitando gran parte de esta migración".

Ante la aparente negativa de DeSantis a moldear su discurso para no espantar al electorado hispano, cabe preguntarse si, en caso de que DeSantis consiguiera ser el candidato republicano, los latinos de EEUU serían lo suficientemente tolerantes como para apostar con un candidato con la guerra declarada a la inmigración.