Ilustración.

Ilustración. Tomás Serrano

EEUU

Biden, acorralado por sus socios: "Elige entre ser recordado por echar a Trump o dejarle volver"

Obama es el último en pedirle que retire su candidatura. Fuentes cercanas afirman que Biden "empieza a aceptar" que quizá deba abandonar la carrera.

19 julio, 2024 02:26

Joe Biden está cada día más solo. El presidente de Estados Unidos ve desde hace semanas cómo sus aliados se suman al creciente coro de voces que le piden que dé un paso a un lado y permita que otra persona sea la candidata a las elecciones presidenciales por el Partido Demócrata. Y él mismo empieza a dar muestras de abrirse a esta posibilidad.

El más sonoro aldabonazo llegó este jueves, cuando el diario The Washington Post informaba de que el expresidente Barack Obama cree que Biden debería reconsiderar la viabilidad de su candidatura. El hecho de que su predecesor en el cargo, que además le mantuvo como vicepresidente durante sus ocho años de mandato, ya se cuestione entre sus allegados la candidatura de Biden, es una señal de que el castillo de naipes se desmorona.

Para el actual presidente ha llegado la tormenta perfecta, una de dimensiones inesperadas incluso para el más clarividente analista político: a las habituales críticas a su salud mental y física se sumó el pobre desempeño de Biden en su primer debate electoral contra Trump, que puso al partido en alerta, y a ello se ha sumado el intento de asesinato contra el candidato republicano este fin de semana, tras el que el magnate dio muestras de una gran fortaleza frente a la imagen de debilidad del inquilino de la Casa Blanca. Todo ello rematado por un nuevo contagio de Covid.

Los altos cargos del Partido Demócrata, que han negado durante cuatro años que Biden no esté en condiciones de gobernar, parece que ahora sí tienen claro que no está en condiciones para ganar las elecciones presidenciales de noviembre. El goteo de opiniones críticas ha sido incesante, en parte movidos también por los donantes que han congelado sus fondos a la campaña en previsión a que, con Biden como candidato, ni siquiera haya opciones de que los demócratas retengan el Despacho Oval.

En resumidas cuentas, lo que está en mente de la cúpula del partido de Biden es lo que expresa con sencillez el el gobernador republicano de New Hampshire, Chris Sununu: "Tiene una decisión que tomar. Puede ser el demócrata que todo el mundo recuerda por ganar a Trump en las urnas en 2020, o el demócrata que todos recuerden por quedarse más de lo debido y se la devolvió a los republicanos".

A eso se reduce la decisión que debe tomar Biden, de 81 años: enfrentarse a una derrota casi segura en las urnas y que su legado entre los demócratas sea el de un presidente que antepuso su carrera al bien de su partido y de la nación, o dar un paso al lado y dejar que alguien con posibilidades de frenar a Trump tome el relevo, alargando quién sabe cuanto la estancia demócrata en la Casa Blanca.

Fuego amigo

El diario estadounidense Politico ha contado ya 20 congresistas demócratas que se han posicionado en público a favor de que Biden abandone la carrera presidencial, a un mes de que se oficialice su nominación en la pertinente convención.

Entre los nombres más sonados, el del líder del partido en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries; la expresidenta demócrata de esa institución, Nancy Pelosi; o el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, quien se lo habría dicho al propio Biden siendo "bastante duro" con sus palabras.

"Esto es una debacle absoluta. Sólo los principiantes ven una posibilidad. El rojo [color de los republicanos] se está multiplicando por todo el mapa", señalaba a Politico un alto cargo demócrata. Y es que no sólo es la Casa Blanca lo que está en juego, sino que decenas de congresistas y senadores temen que sus escaños estén en peligro en noviembre y que esto les pueda llevar a perder el control de la Cámara de Representantes.

Biden resiste

Mientras arrecian las críticas, el presidente se ha enclaustrado en su casa de Delaware usando como argumento los "leves síntomas" de coronavirus, a pesar de la ausencia de fiebre. 

Cada nombre que se suma a la lista de críticas da más esperanzas al establishment del partido para que la presión haga entrar en razón al presidente o a su familia, empujándole a retirar su candidatura antes de la convención demócrata que se celebrará a mediados de agosto. 

Entretanto, su equipo de campaña niega rotundamente esa posibilidad: "No estamos trabajando en ningún escenario en el que el presidente Biden no sea el líder del cartel. Es y será el candidato demócrata", indicaba Quentin Fulks, uno de los altos mandos de su campaña.

La novedad a este respecto es lo que indicó el propio Biden el miércoles cuando, en una entrevista concedida a la cadena CBS, abría la puerta a abandonar: "Si me retiro, tendrá que ser por una cuestión médica. Un doctor que me analizase y me dijera que tengo un problema de salud con el que no puedo continuar en la campaña", declaró.

Al mismo tiempo, este jueves el New York Times publicó en exclusiva que, según declararon personas muy cercanas de su entorno, Biden "ha empezado a aceptar la idea" de que quizá deba dejar la carrera electoral. 

Encuestas en caída

La intuición de propios y extraños sobre cómo la debilidad de Biden y el intento de atentado contra Trump afectarán al resultado electoral parece confirmarse en las encuestas realizadas en los últimos días.

En la publicada el miércoles por Associated Press junto a NORC, el 65% de los votantes demócratas considera que Biden "debería retirarse y permitir que su partido elija a otro candidato", una cifra que asciende hasta el 77% entre los votantes que se consideran independientes, un colectivo fundamental a conquistar para quien quiera regresar al Despacho Oval.

En ninguna de las encuestas que recoge Fivethirtyeight realizadas después del intento de magnicidio del fin de semana, Biden vencería a Trump. En algunas, como la de SoCal Research, llegaría a ganar el republicano por seis puntos de ventaja. 

En la media de los sondeos que realiza esta web de análisis, toda la semana previa al primer debate electoral ambos candidatos estaban prácticamente empatados en intención de voto. Tras la clara victoria de Trump en la contienda, este empezó a cobrar ventaja, y actualmente se encuentra en el punto de mayor ventaja, con 2,7 puntos en la media de las encuestas

Pese a ello, los sondeos que ya preguntan por un posible careo entre la actual vicepresidenta, Kamala Harris, y el expresidente republicano también proporcionaría una victoria - si bien, aparentemente más reñida - al magnate.

Harris, pese a las polémicas que la han perseguido durante sus años como número 2 de Biden, podría contar con los apoyos necesarios para relevarle al frente del ticket electoral. Contaría con el respaldo del Caucus Negro de la Cámara, así como probablemente de los expresidentes Obama y Clinton y del propio Biden. Cuesta creer que los demócratas diesen la espalda a la opinión de sus tres últimos presidentes.