El alcalde Adams, ayer, en una comparecencia a las puertas de su residencia.

El alcalde Adams, ayer, en una comparecencia a las puertas de su residencia. Caitlin Ochs Reuters

EEUU ESTADOS UNIDOS

Viajes de lujo y pagos ilegales: las sospechas de corrupción contra el alcalde de Nueva York llegan hasta Erdogan

Los fiscales concretan que en 2018, tras dar a conocer su intención de ser candidato a la alcaldía, aceptó pagos ilegales para su campaña en 2021.

27 septiembre, 2024 03:10

Ayer, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, investigado desde 2021, fue acusado oficialmente por la Fiscalía federal de cargos de soborno, fraude y solicitud de donaciones ilegales al Gobierno turco para su campaña electoral. Todo esto convierte al acusado, exsenador estatal y excapitán de la Policía, en el primer alcalde de esta ciudad en ser imputado estando en funciones.

Los cargos fueron presentados después de que los fiscales federales exigieran a su ayuntamiento que revelara todas las relaciones de la Administración Adams con Turquía, fundamentalmente, pero también otros cinco países. Adams ha negado una y otra vez haber cometido ilegalidad alguna. Tanto es así que el alcalde ha trasladado que no renunciará. La pelota, pues, está en el tejado de la gobernadora del Estado, Kathy Hochul, con potestad para destituirlo mediante un proceso que comenzaría con una suspensión temporal de 30 días y que le daría la oportunidad de defenderse.

La acusación, en 57 páginas, sostiene que Adams, como presidente del condado de Brooklyn en 2014 y hasta llegar a la alcaldía, "buscó y aceptó beneficios valiosos e indebidos", como viajes internacionales de lujo de empresarios extranjeros adinerados y al menos de un funcionario del Gobierno turco que buscaba tener influencia sobre él. Los fiscales concretan que, en 2018, tras dar a conocer su intención de ser candidato a la alcaldía, aceptó y buscó contribuciones ilegales para su campaña en 2021, así como otros bienes de diverso valor.

A medida que el poder de Adams crecía, de acuerdo con este relato, sus benefactores extranjeros buscaron sacar provecho de esas relaciones, particularmente cuando, en 2021, quedó claro que sería el próximo alcalde de la ciudad. Actualmente, Adams tiene puesta su mirada en la reelección para un segundo mandato, y según este documento ya estaba planificando solicitar más contribuciones ilegales y accediendo a solicitudes de quienes le apoyaron en 2021.

Varios coches policiales aparcados fuera de la casa del alcalde.

Varios coches policiales aparcados fuera de la casa del alcalde. Bing Guan Reuters

La acusación indica que esas donaciones de contribuyentes ricos fueron encubiertas a través de testaferros en Estados Unidos y que las empresas lo hicieron a través de múltiples empleados, evadiendo así la ley que busca prevenir la influencia extranjera en las elecciones y reducir el poder corporativo en la política, algo de lo que Adams era consciente. Asegura, además, que el alcalde "robó fondos públicos" al usar esas donaciones aprovechándose de un programa de fondos de Nueva York.

Incluso señala que un funcionario turco que hizo donaciones a través de testaferros facilitó que Adams y sus acompañantes viajaran gratis o con descuento en la aerolínea nacional de Turquía a ese país y otros destinos como Francia, China, Sri Lanka, India y Hungría. Adams viajó gratis dos veces a Turquía en 2015.

Ese funcionario, junto a otros turcos, habrían hecho distintos arreglos para que Adams y sus acompañantes se alojaran gratis en hoteles de cinco estrellas, comieran en restaurantes de lujo y disfrutaran de entretenimientos sin pagar por ello mientras estuvieran en el país euroasiático. A su regreso, el alcalde no informó de los hechos, como se exige a empleados públicos y candidatos. Es más: en uno de sus viajes a Turquía, en 2019, se le puso en contacto con un empresario rico de ese país, que aportó 50.000 dólares.

A cambio de esos beneficios, el funcionario turco pidió a Adams que, como alcalde, presionara a funcionarios del Departamento de Bomberos para que autorizaran la apertura de un edificio que albergaría el consulado de ese país en Manhattan, frente a Naciones Unidas. Lo más curioso es que la administración no lo había aprobado previamente por problemas de seguridad. Y no sólo eso. Como alcalde, acusa la fiscalía, también ayudó a ciertos contribuyentes turcos a resolver problemas con agencias de la ciudad.