Desde este lunes, Pekín tiene una nueva preocupación: que Hong Kong no se convierta en un Estado independiente. En estos dos últimos años ha crecido el número de residentes en la excolonia británica que desaprueban los principios comunistas chinos, circunstancia que se ha manifestado en las urnas.
Tras las elecciones al Consejo Legislativo de este domingo, seis candidatos que quieren convocar un referéndum para la independencia ocuparán escaños en el Parlamento de la excolonia. Su victoria consuma los esfuerzos de un movimiento rupturista que ha crecido gradualmente y que encontró en la ‘Revolución de los Paraguas’ de 2014 un potente catalizador.
Miles de hongkoneses expresaron su apoyo al movimiento independista en una histórica manifestación a principios del pasado agosto. Un año antes, una encuesta realizada por la Universidad de Hong Kong mostraba que uno de cada seis habitantes de la isla estaban a favor de romper vínculos con Pekín.
La excolonia británica goza, desde 1997, de un régimen legislativo especial que acabará en 2047, año en el que se producirá la integración completa de Hong Kong a China, sometiéndose, así, a sus leyes. Es por ello que hay formaciones políticas que proponen la convocatoria de un referendo soberanista.
Entre ellos destacan Demosisto, liderado por Nathan Law -con más de 50.000 votos y un escaño-, la Liga de Justicia Nacional, con el candidato Eddie Chu Hoi-Dick -con más de 84.000 votos y un escaño-, Youngspiration, de Baggio Lueng -con dos escaños-, el partido Democracy Groundwork, con la candidata y profesora Lau Siu-lai -con otro escaño- o el ‘localista’ Pasión Cívica, de Cheng Chung-tai -que obtuvo un escaño-.
“Estoy muy impresionado” aseguró Law nada más conocer los resultados electorales. “Hemos heredado el espíritu del movimiento (de la ‘Revolución de los Paraguas’) y espero que esto continúe en el futuro… Tenemos que seguir uniéndonos para tener mucho poder para luchar contra el Partido Comunista de China”.
Los comicios, con una participación del 58% del electorado, han estado marcados por la polémica. De los 70 escaños del Parlamento, 30 han sido seleccionados por un grupo que representa distintos sectores profesionales de la ciudad afines al régimen chino. Por otro lado, la votación se produjo bajo el nuevo régimen electoral chino, modificado en agosto de 2014, que obliga a todo candidato a demostrar amor a la patria. Esta ley electoral desembocó en la ‘Revolución de los Paraguas’, que paralizó las calles de Hong Kong durante 79 días.
Pekín tiene en Hong Kong un frente abierto que va en contra de los ideales comunistas implantados por Mao Zedong en 1949, que imponen un partido único en el Gobierno y que no otorgan al pueblo ninguna concesión democrática.
REFERENDO SOBERANISTA, UN "IMPOSIBLE"
Pese a la irrupción de movimientos independentistas en el plano político hongkonés, la secesión no se presenta como un objetivo fácil. Elizabeth Quat, miembro de la Alianza Democrática por el Bienestar y Progreso de Hong Kong -formación ganadora en estas elecciones y afín al Partido Comunista de China- ha asegurado que “la independencia no es realista”.
El director del Observatorio de Política China, Xulio Ríos, tampoco lo ve como un escenario realizable. El experto ha afirmado a EL ESPAÑOL que Pekín “nunca permitiría” la celebración de un referéndum soberanista puesto que el “peso político-electoral [de los partidos independentistas] no lo facilita”.
Sin embargo, Ríos considera que el Gobierno de Xi Jinping “debe extraer lecciones y actuar en consecuencia si quiere evitar que estos posicionamientos no sólo se cronifiquen sino que aumenten, especialmente entre las generaciones más jóvenes”.
Si China quiere conservar dentro de sus fronteras a la excolonia británica “necesita abrir un diálogo más amplio y flexible con la sociedad hongkonesa”, matiza Ríos ya que “no todo lo resuelven los acuerdos económicos”.
Con estas elecciones, se abre “una nueva era” para Hong Kong, alega Lee Cheuk-yan, miembro del Partido Laborista que ha perdido su asiento, y ha admitido que el precio a pagar “es la fragmentación (del plano democrático)”.