El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha tachado la reunión prevista en su agenda con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, después de que el dirigente del país isleño lo llamara “hijo de puta”.
Ésta es apenas la última polémica de Duterte, conocido también como 'El Donald Trump Filipino', que ya dedicó palabras similares al papa Francisco y es notorio por sus comentarios incendiarios hacia las mujeres.
Duterte lanzó su insulto al presidente estadounidense el lunes, poco antes de partir hacia Laos, donde estos días se celebra la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
El filipino alertó a la prensa de que si Obama intentaba abordar la cuestión de los derechos humanos en el país asiático, le insultaría. “'Hijo de puta', te diré”, aseguró en declaraciones recogidas por la BBC.
En los dos primeros meses de Duterte al frente de Filipinas, más de 750 personas han perdido la vida oficialmente en operaciones policiales, pero el número real de muertes podría ascender hasta 2.000. Apodado 'El Castigador', Duterte llegó al poder con la promesa de eliminar a centenas de narcotraficantes.
La respuesta de Obama, sin embargo, ha llevado al Gobierno de Filipinas a pedir perdón por las palabras de su líder.
“El Presidente Duterte explicó que las informaciones de la prensa sobre que el Presidente Obama lo 'aleccionaría' respecto a las ejecuciones extrajudiciales le llevaron a [proferir] esos fuertes comentarios”, reza una disculpa recogida por Reuters. “Expresó su profundo respeto y afinidad por el Presidente Obama y por la cooperación duradera entre nuestras naciones”.