Misiles, sol y playa: esta es la ciudad de vacaciones de Kim Jong-un
El régimen se inspira en el modelo turístico español para levantar un imperio hotelero para atraer inversión extranjera.
19 octubre, 2017 02:16El pasado mes de junio una docena de arquitectos y altos funcionarios de Corea del Norte visitó durante cuatro días la costa levantina con una misión: explorar el modelo turístico español de sol y playa para inspirarse y dar forma al gran desarrollo urbanístico de Wonsan, una ciudad portuaria en la costa este del país.
Allí, a orillas del mar de Japón, el régimen norcoreano levanta todo un imperio de hoteles, campos de golf y resorts que incluye 10 playas, 680 atracciones turísticas, cuatro manantiales, varios spa y lagos naturales, además de una zona con “3,3 millones de toneladas de barro con propiedades terapéuticas para tratar la neuralgia y la colitis”, según detalla uno de los folletos de la Zona Especial de Turismo de Wonsan. Una ciudad de vacaciones en el país más hermético del mundo.
“La intención no es copiar, sino aprender del modelo español para crear una zona de turismo sostenido y controlado con todos los servicios concentrados y al alcance de los visitantes”, explica en conversación con este diario Alejandro Cao de Benós, delegado especial de Corea del Norte en España.
La comitiva de Pyongyang que estuvo en Valencia este verano filmó y tomó buena nota del funcionamiento de complejos turísticos como Marina D’Or o Terra Mítica, en Benidorm. “Se fueron impresionados”, explicó un portavoz del parque de atracciones de Benidorm.
Artillería pesada en la playa
En Wonsan todo será distinto y adaptado a los usos y costumbres de Corea del Norte. Además de bares, karaokes y hoteles también hay y habrá playas con artillería pesada. “Existen determinados puntos de la costa con artillería y esas zonas son de acceso restringido a los turistas”, reconoce Cao de Benós. Aún más, desde esta ciudad de 360.000 habitantes, el régimen norcoreano ha probado unos 40 misiles en los últimos años.
“Puede sonar a locura para los extranjeros que se prueben armas desde un lugar que quiere desarrollarse económicamente con el turismo, pero así es como Kim Jong-un manda en el país”, explica Lim Eul-Chu, experto en el sistema económico de Corea del Norte por la Universidad de Kyungnam.
Con la ciudad de vacaciones de Wonsan, Corea del Norte quiere llegar a atraer a un millón de turistas extranjeros al año a corto plazo y hasta 10 millones de visitantes “en el futuro”, según el masterplan del proyecto al que ha tenido acceso Reuters. El megacomplejo, que abrirá su primera fase a finales de 2018, está abierto a la inversión extranjera. El turismo es uno de los pocos sectores del régimen que no está sujeto a las estrictas sanciones económicas de Naciones Unidas.
Descanso totalitario
Según el citado informe sobre el proyecto, la combinación de turismo y el desarrollo de armas nucleares forma parte de las estrategias del líder norcoreano para obrar la supervivencia de su régimen más aislado del planeta.
Construir esta suerte de Marina D’Or del totalitarismo es también un empeño vital para Kim Jong-un. Cuando accedió al poder en 2011, heredó un país donde el Ejército lo era todo y la sociedad que no trabaja para el Estado sobrevive gracias a transacciones a pequeña escala en el mercado negro. El líder supremo busca nuevas vías de financiación y este proyecto turístico puede ser una fórmula efectiva para que fluya el dinero en la economía real. "Sabe que sólo puede controlar la sociedad y garantizarse su estabilidad si aumenta su influencia en las finanzas", resume el exdiplomático norcoreano, Thae Yong Ho.
Por su parte, Cao de Benós resta importancia al posible impacto de la escalada de tensión con EEUU en este faraónico proyecto. “La única salida es la negociación y la solución a este conflicto llegará más pronto que tarde, en cuanto se arregle esta situación nuclear el turismo aumentará”, pronostica.
La cara visible del régimen norcoreano en nuestro país asegura que Trump sabe de la capacidad nuclear refuerza la posición de Pyongyang: “Ahora nuestra palabra tiene más fuerza que antes”.