El pequeño Yanis llevaba un verso del Corán para protegerle cuando el terrorista de Niza le arrebató la vida. Sus padres han hablado con el diario francés Le Monde, que publica su historia en el dia en que Francia ha dado a conocer las identidades de las 84 víctimas mortales del ataque en Niza.
Samirah Rouibah, de 33 años, y Mickael Coviaux, de 32, son pareja desde la época del instituto. Originarios de Grenoble, hace tres años decidieron mudarse a Niza con su único hijo "en busca de sol y buen humor". Ambos son conductores de vehículos pesados, como lo era el autor de la matanza.
Yanis tenía 4 años y medio y muchas ganas de ir a las fiestas del 14 de julio. Consiguió convencer a sus padres, y acudieron a ver los fuegos artificiales con sus vecinos, pues sus hijos -de la misma edad- eran amigos. "Nuestra vecina, Mino Razafitrimo, iba con sus hijos de 4 y 6 años, Andrew y Amaury, los amigos de Yanis, y con otras cuatro personas de su familia", cuenta Samirah.
Su hijo quiso ponerse la cadena y el medallón que le había regalado su abuela al nacer. No era eso lo único que hacía especial el medallón: llevaba inscrita una sura (verso) del Corán para protegerle, explica su madre.
Se separaron un momento para que Yanis fuera con Mino y sus hijos a tomar un helado. "Volvían de tomar un helado y estaban bromeando", sonríe el padre en el relato a la periodista Patricia Jolly, que cuenta su historia.
Ya se dirigían todos juntos de vuelta al coche de Mickael, cuando vio que un camión se aproximaba rápidamente hacia ellos haciendo eses. "Iba a 60 o 70 kilómetros por hora. Empujé a mi mujer a un lado y ella gritaba: '¡¿Dónde está mi hijo?!'. Después vieron a Yanis y Mino en el suelo, boca abajo.
Este cerdo atropelló a mi bebé, pero Yanis ha partido con su Corán
Tomaron el cuerpo de su pequeño ya sin vida en brazos y corrieron al hospital infantil Lenval. "Sus labios aún plasmaban una sonrisa", recuerda el padre. Dos jóvenes magrebíes, quieren enfatizarlo, les vieron y llevaron en su coche. De camino al hospital, se cruzaron con un camión de bomberos. Le intubaron, intentaron salvarle. Pero ya no había nada que hacer.
Mientras tanto, su padre volvió a por los hijos de Mino y les sentó en un banco mirando al mar en un intento de que no vieran el horror. Después volvió junto a su mujer y su hijo, que yacía ya envuelto en una sábana blanca a la espera de una ambulancia.
"Este cerdo atropelló a mi bebé, pero [Yanis] ha partido con su Corán", se consuela Samira. Sin embargo, después les devolvieron la cadena rota y sin medallón de su hijo. Ellos la habían visto intacta tras el atropello. "Pediré explicaciones", dice enfadada.
No es la única explicación que piden. Mickael plantea: "Sabemos que las vías de acceso están prohibidas a vehículos de más de 3,5 toneladas y que los vehículos pesados ne circulan los días festivos [el camión del terrorista era de 19 toneladas]. ¿Cómo ha podido pasar esto?".
Fallecieron 84 personas. Al menos 30 de las 84 víctimas mortales del atentado del pasado jueves en Niza eran de confesión musulmana, según el diario católico francés La Croix en una información recogida por Efe. Además, 20 de los fallecidos eran de nacionalidad tunecina, como el conductor del camión, Mohamed Bouhlel.
19 de los 70 hospitalizados permanecen en estado crítico.
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