Un ramo de flores de la Asociación de Musulmanes de Francia se une a las demás muestras de dolor, pésame y solidaridad ante la iglesia de Saint Etienne du Rouvray (Normandía, Francia) esta mañana. El imán de la localidad y presidente del consejo regional de culto musulmán en la Alta Normandía, Mohamed Karabila, ya expresó el martes su incomprensión por la muerte de su "amigo", el sacerdote Jacques Hamel, con quien precisamente había participado en debates sobre la convivencia entre religiones. De hecho, la parroquia atacada había donado un terreno para la construcción de la mezquita en el año 2000.
El ataque en Saint Etienne es un acto de sacrilegio blasfemo al margen del islam que todos los musulmanes de Francia rechazan
El rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, ha condenado este miércoles el "sacrilegio blasfemo" que supone el asesinato en nombre del grupo terrorista Estado Islámico del padre Jacques Hamel mientras oficiaba una misa el martes en la pequeña localidad normanda. Ha expresado el "duelo profundo" en nombre de los musulmanes y ha enfatizado que fue "un acto al margen del islam que todos los musulmanes de Francia rechazan de la forma más firme".
Por otra parte, el representante musulmán ha planteado además una "reforma" de las "instituciones" del islam en el país, pues considera que "es hora de tomar conciencia de lo que no funciona en esta visión mundial del islam". Boubakeur ha expresado su deseo de que "los musulmanes de Francia" trabajen en "una formación de nuestros religiosos mucho más atenta".
Así se ha expresado a la salida este miércoles de la reunión de los líderes de las religiones más practicadas en Francia (católicos, protestantes, ortodoxos, musulmanes, judíos y budistas) con el presidente François Hollande en el Elíseo. Todos ellos han pedido una mayor protección para los lugares de culto en el país después de que dos terroristas atacaran el martes la iglesia de la pequeña localidad normanda en nombre del grupo terrorista Estado Islámico.
En qué dios creemos: ¿en un dios de la vida o en un dios de la muerte?
Boubakeur ha pedido que los "lugares de culto (judíos, cristianos, musulmanes...) sean objeto de una mayor atención, una atención sostenido, porque incluso el más humilde de los centros de culto es también objeto de agresión". Ha recordado que "estos hechos criminales" lo que pretenden es romper la unidad, al igual que advirtió Hollande el martes desde Saint Etienne.
Junto a Boubakeur y los demás líderes religiosos, el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia y arzobispo de París, André Vingt-Trois, ha pedido a los católicos que eviten la tentación de la venganza y que no pierdan el sentido de su fe: "no nos podemos dejar llevar por el juego político del Daesh (acrónimo del EI procedente del árabe), que quiere enfrentarnos a unos con otros, hijos de una misma familia". El arzobispo ha pedido plantearse "en qué dios creemos: en un dios de la vida o en un dios de la muerte".
Prácticamente en todos los grandes atentados en suelo europeo también han asesinado a musulmanes
Un repaso al terrorismo yihadista a nivel mundial deja claro que la mayoría de las víctimas de los atentados de quienes pretenden erigirse como representantes de los buenos musulmanes van precisamente contra personas que practican el islam.
“El carácter indiscriminado de muchos atentados yihadistas hace que haya víctimas de distintos orígenes, religiones y nacionalidades. Prácticamente en todos los grandes atentados cometidos en suelo europeo también han asesinado a musulmanes y eso no les ha impedido llevar a cabo sus acciones criminales”, recordaba en marzo tras el atentado en un parque infantil de Lahore (Pakistán) el investigador principal del Mediterráneo y Mundo Árabe en el Real Instituto Elcano, Haizam Amirah Fernández, a EL ESPAÑOL.
El de este martes en Saint Etienne, fue un ataque dirigido contra la comunidad católica, igual que cuando Boko Haram ataca iglesias en Nigeria pero tambén secuestra a cientos de niñas musulmanas.
El ejemplo más reciente y claro sobre lo que señalaba Amirah Fernández lo encontramos en Niza, donde el terrorista que arrolló con su camión a cientos de personas y mató a 84. Entre sus víctimas, quitó la vida a al menos 30 musulmanes, incluidos niños de corta edad como el pequeño Yanis, que falleció con una cadena que llevaba inscrita una sura (verso del Corán) de protección regalo de su abuela. Sus padres se consolaban pensando en que al menos su hijo de cuatro años y medio había "partido con su Corán".
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