El Frente Nacional de Le Pen acepta la invitación de Trump para "trabajar juntos"

A dos meses de asumir como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha iniciado este fin de semana los primeros contactos con líderes políticos extranjeros. Además de la reunión con el líder en funciones del partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, el equipo de Trump está también en contacto con colaboradores cercanos a la líder del Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen.

El magnate estadounidense parece querer reforzar sus lazos con la política francesa de extrema derecha, que esta semana calificó como "victoria de la libertad" los resultados electorales de Estados Unidos y felicitó a Trump y al pueblo americano por su victoria.

La sobrina de Le Pen, Marion Maréchal-Le Pen, anunció este domingo en Twitter que el ultraderechista Frente Nacional había aceptado una invitación para "trabajar juntos" del jefe de campaña de Trump, Stephen Bannon.

Bannon es el director del portal de noticias de la derecha alternativa Briebart, es miembro del equipo para la transferencia de poderes entre Trump y el Gobierno del presidente, Barack Obama, y suena como posible jefe de Gabinete de la Casa Blanca, un cargo que equivale al de primer ministro en Europa.

A este puesto también podría optar el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, el principal aliado del presidente electo durante su accidentada campaña de primarias.

"La victoria de la libertad"

Para la líder ultraderechista, la elección de Trump debe interpretarse como "la victoria de la libertad". "Lo que ha pasado no es el fin del mundo, es el fin de un mundo", dijo en una breve declaración en la sede de su agrupación en Nanterre, a las afueras de París, tras la jornada electoral estadounidense.

La líder ultraderechista estimó que el triunfo de Trump es una "buena noticia" para Francia y sostuvo que su elección se suma a otras "opciones democráticas", como el 'brexit, que "entierran el orden antiguo y construyen el del mañana".

Le Pen apoyó igualmente que, en su primera intervención pública, Trump reafirmara su intención de defender los intereses de su propio país y dijo compartir con él "esa concepción de la acción política".