Era el hombre más buscado de Europa. Los países de la Unión habían incrementado la seguridad y una buena parte de ellos -como Alemania, Francia e Italia- incluso los controles fronterizos. Sin embargo, Amis Amri, el principal sospechoso del atentado de Berlín, pasó por estos tres países y sólo fue interceptado casualmente, después de responder disparando cuando la policía italiana le reclamó su documentación.
El presunto terrorista llegó en tren desde Berlín a la ciudad francesa de Chambéry. Después prosiguió su camino hasta Italia, con una primera parada en Turín y destino final en Milán. A la capital lombarda llegó en torno a la 1 de la madrugada y sobre las 3, cuando se produjo el tiroteo, estaba en el barrio de Sesto San Giovanni, una zona bastante alejada del centro. El recorrido abre varias incógnitas y pocas respuestas, ya que las investigaciones en Alemania e Italia siguen su curso, por lo que las fuerzas de seguridad no quisieron dar demasiados detalles.
¿LLEGÓ ARMADO?
El jefe de la policía de Milán, Antonio de Iesu, informó en rueda de prensa de que es muy probable que la pistola con la que Amri abrió fuego contra los agentes fuera la misma con la que disparó al camionero polaco en Berlín. Una unidad especializada en terrorismo analiza los restos de balística, pero parece que se trata de un arma del calibre 11 y de fabricación alemana. Puede que el presunto responsable del atentado consiguiera cruzar las fronteras armado.
¿CON QUÉ IDENTIDAD?
Amri pasó cuatro años en prisión en Italia -primero en Catania y después en Sicilia- acusado de varios delitos, tras su llegada a la isla de Lampedusa en 2011. Salió de la cárcel a mediados de 2015 y se tiene constancia de que llegó a Alemania falsificando su identidad. Los indicios apuntan a que utilizó al menos una docena de nombres y tres nacionalidades. Aunque después de contactar en la ciudad germana de Hildesheim con el imán radical Abu Walaa, se perdió su pista. Probablemente llegó a Italia valiéndose de un nombre que las autoridades no conocían.
¿POR QUÉ A MILÁN?
La ciudad del norte de Italia suele ser la puerta de salida de los migrantes que llegan a Italia y deciden continuar su camino de forma clandestina al resto de países europeos. Con datos de principios de diciembre, de los 170.000 llegados hasta ese momento a territorio italiano este año, sólo unos 73.000 habían solicitado asilo en este país. Varios miles ingresan en centros de acogida a la espera de ser extraditados, pero hay un buen número del que no se vuelve a saber nada.
Durante varios meses, ver a los migrantes esperando a las afueras de las principales estaciones de trenes de Milán era una situación de lo más habitual. Es muy posible que Amri hubiera salido a Alemania desde aquí, conociera el camino y, en esta ocasión, lo habría hecho a la inversa.
El experto en antiterrorismo y director del programa de extremismo en la Universidad George Washington, Lorenzo Vidino, añade que “Milán y la región de Lombardía, en general, han sido el principal foco de yihadismo en Italia desde los años 90 y además la mayoría de los combatientes extranjeros proceden de aquí”. Aunque la presencia del terrorista tunecino en esta ciudad podía haber sido, según Vidino, “un hecho casual”.
¿POR QUÉ EN ESTE BARRIO?
Sesto San Giovanni no es un lugar al que se llega por casualidad a las 3 de la madrugada. Se trata de un barrio de periferia, alejado del centro, y de gran concentración de inmigrantes. También desde aquí salen autobuses a otras ciudades, por lo que las hipótesis que se manejan son fundamentalmente dos: Amri sólo estaba de pasada para proseguir su huida o conocía la zona y pretendía buscar refugio allí.
¿UN LOBO SOLITARIO O PARTE DE UNA CÉLULA?
Estaba solo cuando fue interceptado, aunque quizás sea la respuesta más difícil de responder. Los detalles revelados hasta el momento no han mostrado pruebas de que se coordinara con otras personas. Simplemente la agencia Amaq, vinculada al autodenominado Estado Islámico, difundió un vídeo en el que se ve al joven de 24 años jurar lealtad al grupo yihadista.
Se cree que su proceso de radicalización se produjo en la cárcel italiana, pero esto no sirvió para que las autoridades de Italia y Alemania se coordinaran para cercarlo antes de que cometiera el atentado del pasado lunes.
LA RESPUESTA DE LOS POPULISMOS
Toda esta cadena de interrogantes lleva a los distintos movimientos populistas a simplificar que la culpa de todo es del espacio Schengen, que permite en la libertad de movimientos entre numerosos Estados europeos. El fundador del Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, publicó en su blog que “cuando se produzca un atentado en Europa, las instituciones deben suspenderlo inmediatamente [Schengen] y volver a los controles entre fronteras hasta que baje el nivel de alerta o los sospechosos sean capturados”. Según Grillo, “todos los irregulares deben ser repatriados de forma urgente a partir de hoy”.
La tesis de Grillo la secundó también el líder británico Nigel Farage, que publicó en Twitter que “la libertad de movimientos trae también el libre movimiento de mala gente” y que “queda demostrado que el área Schengen es un peligro”. En Italia, el líder de la xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, echó más leña al fuego al decir en Facebook sentirse “preocupado porque los terroristas escojan a menudo Italia (para hacer lo que ellos quieran) como punto de salida y llegada”.
LA RESPUESTA
“Es evidente que los populismos aprovechan los fallos del sistema para aportar respuestas simplistas. El sistema no es perfecto, como también vimos cuando Túnez no hizo lo necesario para tramitar la extradición de Amri, como había pedido Italia”, opina el profesor Vidimo. El experto cree, sin embargo, que la “experiencia antiterrorista de Italia permite a este país que sus medidas preventivas hayan funcionado razonablemente bien hasta la fecha”. Por el momento, Italia “ha tenido la suerte” de no sufrir ningún atentado yihadista, recuerda Vidino.
El jefe de la Policía de Milán aseguró que Amri “podría haber estado listo para cometer otro atentado”. Mientras, el Gobierno italiano felicitó la acción individual de dos de sus agentes -fundamental para “neutralizar” al presunto terrorista- y aseguró a través de su ministro del Interior, Marco Minniti, que la muerte de Amri revela que el aumento de las medidas de seguridad “funcionan”.