Chipre, el único país partido de la UE divisa la paz con cauteloso optimismo
Chipre negocia unirse en una federación que pondría fin al conflicto entre las partes turca y griega.
26 enero, 2017 03:29Noticias relacionadas
Tras más de cuatro décadas resquebrajado, 2017 podría ser el año de la reunificación para Chipre. En 1974, Turquía invadió la excolonia británica en respuesta a un intento de golpe de Estado respaldado por Grecia. Desde entonces, el país se halla partido en dos: el lado grecochipriota, que corresponde a dos terceras partes de la isla, y la República Turca del Norte de Chipre, sólo reconocida por Ankara.
En la década pasada, Chipre, que en superficie es poco mayor que la Comunidad de Madrid, se sumó a la Unión Europea y a la moneda común. Bruselas considera al conjunto de la isla dentro del territorio de la UE y a los turcochipriotas ciudadanos, ya que no reconoce la autonomía turca. Pero una franja de seguridad de unos 180 kilómetros vigilada por Naciones Unidas -la 'Línea Verde'- separa a las dos comunidades chipriotas cortando incluso la capital, Nicosia.
Me parece que estamos bastante cerca. Pero hemos estado cerca antes y al final no llegó a materializarse
Sin embargo, las conversaciones de paz que ahora propulsan el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, y el dirigente de la facción turca de la isla mediterránea, Mustafá Akinci, podrían culminar en lo que ha sido objetivo de todo secretario general de la ONU.
“Creo firmemente que Chipre puede ser un símbolo de esperanza en el comienzo de 2017”, aseveró recientemente el sucesor de Ban Ki-moon, António Guterres, una semana en que los líderes de las comunidades chipriotas intercambiaron por primera vez mapas con los límites propuestos de las dos regiones que constituirían una hipotética federación.
Aun así, el portugués apuntó que no existe una “solución rápida” para lograr la reunificación de Chipre. Otros comparten su cautela. “Me parece que estamos bastante cerca. Pero hemos estado cerca antes y al final no llegó a materializarse”, dice a este diario Costas Constantinou, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Chipre, en Nicosia. “Siempre existe la posibilidad de que las dos partes no alcancen un acuerdo o de que haya acuerdo pero luego no pase el referéndum”.
FANTASMAS DEL PASADO
En 2004, los habitantes de Chipre votaron una propuesta de Naciones Unidas para solucionar el conflicto conocida como el 'Plan Annan', en referencia al entonces líder del organismo internacional. Los turcochipriotas le dieron su visto bueno, pero la parte helena lo rechazó.
La situación hoy día es distinta. Greco y turcochipriotas han acordado muchos aspectos para la constitución de un Chipre unido, que se organizaría como una federación “bizonal y bicomunal” plenamente integrada en la Unión Europea donde cada comunidad tendría su Administración. Los líderes de las dos comunidades han mostrado voluntad para cerrar viejas heridas.
Y mientras los dos bandos debaten cuestiones domésticas, greco y turcochipriotas mantienen también conversaciones a nivel internacional en Suiza con representantes de Grecia, Turquía y Reino Unido, que posee bases militares en su antigua colonia.
En 1960, después de que Chipre se independizara del dominio de Londres, se acordó que estas tres potencias serían países garantes de la seguridad de la isla. Hoy Grecia y los chipriotas helenos plantean que este rol desaparezca, pero Turquía quiere poder intervenir de alguna manera. Episodios de violencia sectaria golpearon el país isleño hasta su partición en dos mitades y los turcochipriotas apoyan la protección que les brinda Ankara.
Ginebra acogió una conferencia de alto nivel a principios de enero bajo el auspicio de la ONU a la que acudieron los líderes de las dos comunidades chipriotas y los ministros de Exteriores de los poderes garantes, así como una delegación de la UE encabezada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El viernes 13, la conferencia de paz de Ginebra terminó sin una solución, pero con la promesa de continuar trabajando para lograrla. El enviado especial de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide, calificó las conversaciones como “un punto de inflexión” y adelantó que pronto, sin marcar una fecha, volvería a haber una cumbre de alto nivel.
A la semana siguiente, chipriotas y países garantes celebraron reuniones a nivel técnico en la localidad suiza de Mont Pèlerin en preparación para la nueva conferencia internacional.
Constantinou, el experto de la Universidad de Chipre, opina que, si hay acuerdo, éste llegará en las semanas venideras o, como mucho, en dos-tres meses. De lo contrario, habría una pausa antes de retomar las negociaciones, ya que el año que viene Chipre celebra elecciones presidenciales. "Pronto sabremos algo", afirma.
Asimismo, el líder turcochipriota, Mustafá Akinci, ha sugerido que el referéndum de reunificación podría tener lugar en verano. Chipriotas helenos y otomanos deben respaldar la reunificación en un doble plebiscito para que se haga realidad.
EL PROBLEMA DE LOS PAÍSES GARANTES
El mayor obstáculo en las negociaciones es la cuestión de la seguridad de la isla, que atañe también a las potencias garantes. Si este punto se resuelve, es muy probable que los chipriotas alcancen un acuerdo exhaustivo de reunificación, afirma Constantinou. Pero Ankara no parece muy predispuesta a renunciar a su influencia sobre la isla.
“Le hemos dicho claramente a Chipre y Grecia que no deben esperar una solución que no incluya a Turquía como garante. Vamos a estar ahí siempre”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tras el cierre de la conferencia de Ginebra. Erdogan, que mantiene 30.000 efectivos en el norte de Chipre, también aseveró que no retiraría sus tropas si Grecia no hacía lo propio.
Sin embargo, Anastasiades dijo este martes que Chipre no necesita "terceros países garantes". "Es algo que ya está superado y mantenerlo daña el país, porque es contrario a la ONU y al derecho internacional", mantuvo.
Le hemos dicho claramente a Chipre y Grecia que no deben esperar una solución que no incluya a Turquía como garante
El exdiplomático turco y hoy analista del centro de pensamiento Carnegie Endowment for International Peace Sinan Ülgen explicó en televisión en la víspera de la conferencia de Ginebra que la política interna de Turquía puede complicar el proceso de paz de Chipre.
Turquía celebrará en los próximos meses un referéndum constitucional que busca un sistema presidencialista para ese país y en el que Erdogan necesita el apoyo de los nacionalistas. “Puede que el Gobierno [de Ankara] no quiera firmar un acuerdo que podría provocar una respuesta negativa en Turquía”, aseguró el analista, que aun mostrándose “prudentemente optimista” resaltaba la desconfianza existente entre turco y grecochipriotas.
Para la UE, la reunificación de Chipre definitivamente serían buenas noticias en un año en que el bloque comunitario afronta nuevos desafíos a su unidad, como las elecciones en Francia o el inicio del divorcio con Reino Unido, o brexit.
"Todos los chipriotas merecen un mejor futuro europeo", dijo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, camino de Ginebra. "Es arriesgado, pero cuando se trata de paz, hay que asumir riesgos. Y aquellos que no se arriesgan están asumiendo riesgos mayores".