Juncker, derrotista, cree que el 'brexit' dinamitará la UE
Pronostica que Londres logrará dividir a los socios europeos durante las negociaciones de salida.
12 febrero, 2017 01:32Noticias relacionadas
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En un momento en que la Unión está atravesada por múltiples fracturas -entre el norte y el sur por la austeridad; entre el este y el oeste por los refugiados-, los líderes europeos han logrado hasta ahora mantener un sorprendente frente común contra Londres en los prolegómenos del brexit. Han rechazado la petición de la primera ministra, Theresa May, de cerrar un acuerdo rápido sobre los derechos de los ciudadanos británicos residentes en la UE. Y todos coinciden en que no permitirán una salida "a la carta" y en que Reino Unido debe quedar en una situación peor tras abandonar el club.
¿Podrá mantenerse esta unidad durante los dos años de negociaciones del brexit? El presidente de la Comisión Europea, el conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker, está convencido de que no. La reputada diplomacia británica pondrá en marcha la táctica del 'divide y vencerás' y logrará dinamitar el frente común europeo apelando a los diferentes intereses de cada estado miembro para sacar el máximo provecho de las negociaciones. Londres se beneficiará además de su alianza privilegiada con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que está convencido de que la UE está en camino de desintegrarse.
"¿Ha llegado el momento de que la Unión Europea de los 27 muestre unidad, cohesión y coherencia? Sí, yo digo que sí, ya se trate del brexit o de Trump (...) Pero tengo algunas dudas justificadas de que eso ocurra realmente", ha dicho Juncker en una entrevista a la radio alemana Deutschlandfunk, en la que se muestra especialmente pesimista.
"¿Los húngaros y los polacos quieren exactamente la misma cosa que los alemanes o los franceses? Tengo grandes dudas", asegura. Los Gobiernos ultraconservadores de Viktor Orbán en Hungría y del partido Ley y Justicia de Jaroslaw Kaczynski, han mostrado su admiración por Trump pero hasta ahora no han roto filas con el resto de socios comunitarios en la cuestión del brexit ni tampoco ponen en duda la supervivencia de la UE.
Los que sí apuestan por la desintegración de la UE y ven a Trump y al brexit como aliados son los partidos populistas y euroescépticos, que prevén ganar fuerza en las elecciones que se celebran este año. El pistoletazo de salida lo dará Holanda, que celebra sus comicios el 15 de marzo y donde muchas encuestas dan como ganador al islamófobo Geert Wilders, aunque no podrá formar coalición de Gobierno porque el resto de partidos le rechazan. En Francia se da por descontado que la líder del Frente Naconal, Marine Le Pen, pasará a la segunda vuelta el 7 de mayo. Y en Berlín cobra impulso el partido antiinmigración Alternativa por Alemania.
De hecho, uno de los factores que ha hecho que los países miembros mantengan la unidad frente al brexit es precisamente el temor a un efecto contagio. Pero Juncker sostiene que los británicos recurrirán al juego sucio para dinamitar el frente común europeo y crear nuevas fisuras que les beneficien durante las negociaciones. "Los británicos lograrán sin mucho esfuerzo dividir a los otros 27", pronostica el presidente de la Comisión.
El brexit empezará en marzo
"Los otros 27 todavía no los saben, pero los británicos saben muy bien cómo deben abordar esto. Pueden prometer una cosa al país A, otra cosa al país B y otra diferente al país C y lo que ocurrirá al final es que ya no habrá un frente unido europeo", insiste Juncker.
Su diagnóstico derrotista se produce a pocos días de que Theresa May active la cláusula de divorcio, el artículo 50 del Tratado. Lo hará en la próxima cumbre del 9 de marzo, tras haber obtenido la autorización del parlamento británico, según anuncia la prensa británica. A partir de ese momento, comienza una cuenta atrás irreversible de dos años para que se complete el brexit.
May ya ha desvelado que su objetivo es una ruptura total con la UE. Londres no buscará seguir formando parte del mercado único ni de la unión aduanera, ya que su prioridad es limitar la llegada de inmigrantes de otros países miembros. Algo que sigue causando indignación entre los países del este, que siempre habían sido aliados privilegiados de Reino Unido. El ministro checho de Asuntos Europeos, Tomas Prouza, acaba de acusar a la primera ministra británica de usar "hechos alternativos" para justificar estas restricciones.
Pero las palabras del presidente del Ejecutivo comunitario se inscriben en el ambiente de pesimismo que vive la UE desde la victoria del brexit el pasado 23 de junio. Aunque los líderes europeos tratan de contener los daños, es una crisis diferente a todas las anteriores: financiera, de deuda y de refugiados. Se trata de la primera vez que un Estado miembro abandona la Unión desde que se fundó hace 60 años.
Al llegar al cargo a finales de 2014, Juncker había bautizado a su equipo como Comisión "de la última oportunidad" para impulsar la unidad europea y la conexión con los ciudadanos. Su entrevista con la radio alemana parece una confesión de fracaso. En ella ha anunciado también que no se presentará a la reelección cuando concluya su mandato.
Durante la campaña de 2014, en la que recorrió muchos países miembros, "me enamoré de Europa", dice Juncker en su entrevista. "Pero no habrá una segunda, porque no me presentaré como candidato una segunda vez", concluye.