Veintinueve de marzo de 2019. Salvo sorpresas o cambio de opinión, ese será el día en que Reino Unido deje de pertenecer a la UE. La primera ministra británica, Theresa May, piensa activar la cláusula de divorcio, el artículo 50 del Tratado, que establece el procedimiento de salida de la Unión, el próximo miércoles 29 de marzo, según ha anunciado este lunes. Se desencadenará entonces una cuenta atrás de dos años de negociaciones que se prevén difíciles y agrias y que culminarán en el brexit, la primera vez en la historia que un país se marcha de la Unión. Esta es la coreografía de acontecimientos de los próximos días.
El preanuncio de Londres
El nuevo embajador de Reino Unido ante la UE, Tim Barrow, ha sido el encargado de comunicar este lunes oficialmente la fecha de petición del divorcio a la oficina del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Un preanuncio que la prensa británica atribuye a la necesidad de no pillar por sorpresa a los mercados financieros. May cumple así el compromiso que adquirió ante sus socios de desencadenar el brexit antes de que acabe marzo.
"Estamos a las puertas de la negociación más importante para este país en una generación", ha dicho el secretario de Estado para el brexit, David Davis. El objetivo del Gobierno británico, ha resaltado, es un acuerdo positivo para todas las naciones que componen Reino Unido y también para el resto de socios europeos, "una asociación nueva y positiva entre Reino Unido y nuestros amigos y aliados en la UE".
Bruselas está lista para negociar
"Se nos ha informado de antemano y estamos listos para empezar las negociaciones", ha proclamado el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, nada más conocer la fecha de activación del artículo 50. El negociador jefe de la UE para el brexit es el ex comisario y ex ministro francés Michel Barnier, que durante los últimos meses ha realizado una gira por las capitales de los 27 para conocer los puntos de vista y preocupaciones de todos los países miembros y sobre todo para mantener la unidad, objetivo hasta ahora conseguido.
En diciembre se reunió en Madrid con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y este jueves recibirá en Bruselas al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. Barnier ha presidido además varias reuniones técnicas con expertos de los 27 sobre los temas más polémicos de negociación. La cuarta, celebrada precisamente este lunes, estaba dedicada a la unión aduanera. "Los 27 deben prepararse ahora para futuros controles", ha escrito Barnier en su cuenta de Twitter, su medio favorito para comunicarse.
Escocia pide la independencia
Además de fracturar la UE, el brexit podría provocar la ruptura de Reino Unido. El parlamento escocés votará probablemente este miércoles una moción que reclama la convocatoria de un segundo referéndum de independencia. La mayoría de los escoceses votó por quedarse en la UE en el referéndum del 23 de junio y la ministra principal, Nicola Sturgeon, denuncia que May ha ignorado su petición de un estatus especial para Escocia en las negociaciones. Ni siquiera le ha avisado con antelación de la activación del divorcio.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP) quiere celebrar el segundo referéndum entre otoño de 2018 y primavera de 2019, en la fase final de negociaciones. La primera ministra británica ya le ha contestado que "no es un buen momento" para celebrar la consulta y ha dado a entender que podría bloquear este calendario.
Nace la UE a 27
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE -sin May- celebrarán el sábado el 60 aniversario del Tratado de Roma con una cumbre extraordinaria en la capital italiana. Una reunión que ya ha sido calificada como el acta de nacimiento de la Unión a 27. Su principal objetivo es proclamar que no habrá más brexits, que el resto de países se comprometen a seguir juntos. "Nuestra Unión es indivisible", señala el borrador de la declaración. Si May espera a la semana que viene para pedir el divorcio es en buena medida para no estropear la fiesta.
Lo cierto es que los 27 sí están divididos sobre el camino a seguir tras la marcha de Londres. Los cuatro grandes (Francia, Alemania, Italia y España) apuestan por una Europa a múltiples velocidades, con un núcleo duro que avance más rápido en la integración, mientras que los países del Este, liderados por Polonia, se resisten por temor a quedar excluidos. Por eso, en la declaración de Roma se ha optado por una redacción enrevesada: "Actuaremos juntos siempre que sea posible, a diferentes ritmos e intensidades cuando sea necesario, como hemos hecho en el pasado dentro del marco del Tratado y dejando la puerta abierta a los que quieran sumarse más tarde".
La carta de May
May tiene previsto activar el divorcio mediante una carta dirigida a Tusk el 29 de marzo. Ese mismo día, comparecerá ante el Parlamento británico. Los líderes europeos esperan que la primera ministra detalle en la misiva sus objetivos de negociación. May busca una ruptura total con la UE, un "brexit duro", que se traducirá en la salida de Reino Unido del mercado único y la unión aduanera, así como en restricciones a la llegada de migrantes europeos. Y quiere negociar un acuerdo de libre comercio entre Londres y Bruselas. La activación del artículo 50 desencadena una cuenta atrás de dos años para el brexit, haya o no pacto.
Pero los plazos reales de negociación serán mucho más cortos: el acuerdo final de divorcio debe estar concluido como muy tarde en octubre de 2018, para dar tiempo a que la Eurocámara lo ratifique. El Tratado prevé una prórroga de un año, pero es improbable que los 27 la acepten, porque quieren que Reino Unido esté ya fuera de la UE para las elecciones europeas de primavera de 2019. Los líderes europeos no creen que en este plazo de dos años pueda acordarse la separación y el nuevo acuerdo comercial, tal y como quiere May, y hablan ya de un pacto transitorio provisional.
Cumbre sobre el brexit
Una vez que llegue a Bruselas la carta de May, la respuesta inmediata de Tusk será convocar una cumbre extraordinaria de los líderes de los 27 sobre el brexit. El presidente del Consejo Europeo ha confirmado este martes la fecha de la reunión del divorcio: será el sábado 29 de abril, en pleno puente de mayo y entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales en Francia.
Allí, los jefes de Estado y de Gobierno tienen previsto aprobar sus instrucciones de negociación para Barnier sobre los temas más polémicos, como los derechos de los ciudadanos de la UE que residen en territorio británico, la factura del brexit que debe pagar Londres o la cuestión de las fronteras en Irlanda del Norte o Gibraltar. Tusk ha anunciado que tiene previsto presentar el primer borrador de estas directrices políticas 48 horas después de la activación de la cláusula de divorcio, es decir, como muy tarde el 31 de marzo.
Lanzamiento de las negociaciones
Inmediatamente después de la cumbre sobre el brexit, la Comisión presentará una recomendación para iniciar las conversaciones de salida con Reino Unido, en la que se desarrollarán al detalle y desde el punto de vista técnico las directrices políticas aprobadas por los líderes. Este mandato de negociación tiene que ser ratificado por los ministros de Asuntos Europeos de los 27, entre ellos el español Jorge Toledo, que serán los que controlen a Barnier durante el diálogo. A partir de este momento, es decir, a mediados de mayo, podrán empezar formalmente las conversaciones entre Bruselas y Londres.
En la práctica, lo más probable es que los asuntos más espinosos no empiecen a abordarse hasta después de las elecciones alemanas de septiembre. Barnier quiere resolver primero la factura del brexit y los derechos de los europeos y sólo después discutir el futuro acuerdo comercial, mientras que Londres reclama que las tres cuestiones se traten en paralelo. El Gobierno de Theresa May ya ha dicho que prefiere marcharse sin acuerdo antes que firmar un mal compromiso. Tusk responde que la UE no acepta amenazas: serán los británicos los que más pierdan en este escenario de falta de acuerdo.