“En el puente de Londres vimos cómo un banquero español moría de forma trágica cuando corrió en ayuda de una mujer que estaba siendo atacada. Esos momentos de heroísmo muestran cómo esos ataques a nuestro modo de vida están lejos de dividirnos”. Con estas palabras en el Parlamento británico, la primera ministra Theresa May rendía homenaje a Ignacio Echevarría, el joven español asesinado en el atentado de Londres el pasado 3 de junio.

“Sus palabras me han halagado y espero que todo esto sirva para algo, pero nosotros no tenemos mucho más que decir”, ha explicado a este diario Joaquín Echeverría, padre del fallecido. El elogio de May ha llegado más de 20 días después del ataque yihadista que se cobró la vida de empleado del banco HSBC junto a siete personas más.

Entre las víctimas mortales, dos australianos, un canadiense, un británico y tres franceses. Como Ignacio, muchos de los afectados habían ido a Londres a trabajar y May ha aprovechado la presentación de su plan sobre los derechos de los europeos que se queden en el país tras el brexit para rendirles homenaje brevemente.

La líder conservadora también se ha acordado en su alocución de un panadero de origen rumano que “se enfrentó a los terroristas y dio cobijo a diversos londinenses en su negocio” durante el atentado.

Sin embargo Theresa May no ha mencionado en ningún momento el calvario que atravesó la familia, que estuvo cuatro días a la espera de noticias oficiales por partes de las autoridades británicas.

El rastro de Ignacio se perdió en la zona de bares de Borough Market la noche del atentado. Venía con unos amigos de patinar, una de sus mayores pasiones, y según el relato de los que lo acompañaban se enzarzó con uno de los terroristas para defender a una mujer que estaba siendo apuñalado. Días después de confirmarse el fatal desenlace, la familia precisó que intentaba en realidad ayudar a uno de los primeros policías que acudieron al lugar de la masacre.

"Trato inhumano"





La búsqueda de Ignacio Echeverría tras su desaparición llevó a sus seres queridos de la desesperación a la indignación. Pocas horas después ya se ponían en lo peor pero su recorrido por los hospitales no tuvo respuesta. Los complicados protocolos retrasaron la identificación y llevaron incluso a que los ministros españoles levantaran la voz ante la actuación de las autoridades de Londres.

“Es inhumano el trato que se ha venido observando en este tema", aseguró Juan Ignacio Zoido. "Le imploré que por humanidad la familia pudiera estar con él antes del plazo que daban", dijo el titular de Interior sobre su conversación con su homóloga Amber Rudd.

Especialistas de la Policía Nacional consultados por EL ESPAÑOL aseguraron que no tenían explicación ante la tardanza de la las fuerzas de seguridad del Reino Unido en estos casos y que se trataba de “un trámite que cuesta media hora”. Además, tal y confirmó la autopsia, el cadáver no presentaba heridas graves que dificultaran el proceso.

Según el informe forense Ignacio Echeverría murió por una puñalada en la espalda. Scotland Yard, que tampoco ha pedido disculpas a la familia por la “innecesaria agonía” que atravesó, se limitó a negar a través de un portavoz que la muerte se hubiera producido por los disparos de la policía.

Por su parte, la familia se ha mantenido siempre al margen de la polémica. “No es momento de criticar a nadie”, dijo Ana Echeverría, hermana del fallecido. “Algo muy triste se está convirtiendo en algo muy bonito y grandioso que hace queramos más a nuestro hermano y a nuestro país”, añadió en una breve comparecencia a los medios.

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