Bruselas y Londres se culpan mutuamente del bloqueo en el 'brexit'
La quinta ronda de negociaciones para el divorcio concluye sin ningún avance.
12 octubre, 2017 13:51Noticias relacionadas
La quinta ronda de negociaciones de divorcio entre la Unión Europea y Reino Unido ha concluido este jueves sin ningún avance. Seis meses después de que la primera ministra británica, Theresa May, activara la cuenta atrás de dos años para el brexit, las conversaciones han desembocado en un punto muerto. Y los negociadores de Bruselas, Michel Barnier, y de Londres, David Davis, se han acusado mutuamente de este bloqueo.
"Esta semana hemos trabajado con espíritu constructivo, hemos aclarado algunos puntos, pero no hemos dado grandes pasos adelante", admitía Barnier en la rueda de prensa final de esta quinta ronda de diálogo.
A su juicio, la culpa del atasco está en la negativa del Gobierno británico a discutir sobre la factura de salida, que Bruselas cifra en 100.000 millones de euros. "Sobre este tema, estamos en un impás. Es extremadamente preocupante" para los receptores de ayudas comunitarias y los contribuyentes, ha sostenido el negociador de la UE.
En su discurso de Florencia, Theresa May ofreció de entrada pagar 20.000 millones de euros a Bruselas y se mostró dispuesta a discutir otros compromisos financieros asumidos por Londres en tanto que miembro de la UE. Pero desde entonces no ha habido progresos. "Esta semana, Reino Unido nos ha repetido que aún no está preparado para precisar esos compromisos. No ha habido negociación, sólo discusiones técnicas", ha lamentado Barnier.
El negociador de la UE ha concluido que no hay "progresos suficientes" en los tres temas del divorcio: además de la factura, los derechos de los ciudadanos y la frontera con Irlanda. Por ello, recomendará la semana que viene a los líderes europeos en la cumbre que se celebra el 19 y 20 de octubre en Bruselas que aplacen, al menos hasta diciembre, el paso a la segunda fase del brexit: la discusión sobre las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido y el periodo de transición de dos años que ha pedido May.
Las dos partes se preparan para el fracaso
Para Davis, el bloqueo se debe precisamente al rechazo de los 27 a hablar de estas relaciones futuras hasta que no esté resuelto el divorcio. "No oculto que para dar certidumbre necesitamos hablar sobre el futuro", ha insistido el negociador británico. Para Londres, no es posible calcular la factura del brexit o diseñar la nueva frontera con Irlanda sin saber cómo será el futuro acuerdo comercial entre la UE y Reino Unido.
Por eso, el negociador británico ha reclamado a los líderes europeos que en la cumbre de la semana que viene amplíen el mandato de Barnier y le autoricen a hablar de la transición y del futuro. "Hay momentos de tensión en todas las negociaciones, en esta como en cualquier otra. No es una sorpresa", admite Davis. "Lo más importante ahora es el Consejo Europeo de octubre. Espero que le den a Michel los medios para progresar", ha dicho.
En el capítulo de los derechos de los europeos que residen en Reino Unido es en el que más avances se han realizado, pero persisten los puntos de desacuerdo. Bruselas reclama a Londres que reconozca el derecho a la reagrupación familiar de por vida y que simplifique al máximo los procedimientos administrativos para lograr la residencia permanente.
Además, Barnier sigue insistiendo en que el Tribunal de Justicia de la UE debe ser el garante de estos derechos. Davis ha repetido que esta tarea corresponde a los tribunales británicos. Por lo que se refiere a la frontera con Irlanda, las dos partes están de acuerdo en hacer todo lo posible por salvaguardar el acuerdo de paz del Viernes Santo en el Ulster. Pero de momento no han encontrado soluciones concretas para lograrlo.
Ante la falta de avances, Bruselas y Londres empiezan ya a plantearse la posibilidad de un brexit sin acuerdo, caótico. "El Gobierno debe estar preparado para todas las alternativas", ha dicho Davis. Las autoridades británicas aumentarán el presupuesto para poner en marcha nuevas aduanas y órganos reguladores cuando sea necesario, ha apuntado.
"Un no acuerdo sería un muy mal acuerdo. Pero por nuestra parte estaríamos preparados para todas las eventualidades", ha señalado Barnier.