Bruselas

A las 12:00 horas del jueves, la Comisión Europea anunciaba una consulta pública abierta a todos los ciudadanos para decidir sobre la abolición del cambio de hora en la UE. Apenas dos horas más tarde, el cuestionario online para que los interesados pudieran votar ya se había colapsado. La avalancha de opiniones sobre el horario de verano en Europa ha tumbado la web que Bruselas había activado para votar. A última hora de la tarde del viernes, el sitio seguía dando un mensaje de error.

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Desde la Comisión Europea explican a EL ESPAÑOL que sus servicios técnicos "trabajan para resolver el problema lo antes posible". El bloqueo "parece estar causado por el elevado tráfico", señalan las fuentes consultadas. El mensaje de Bruselas es en todo caso de tranquilidad: hay tiempo para pronunciarse, la consulta permanecerá abierta hasta el 16 de agosto.

No es la primera vez que los ciudadanos de la UE se interesan masivamente por esta cuestión. El Ejecutivo comunitario recibe regularmente quejas de particulares por el cambio horario y sus efectos sobre la salud, en particular por la alteración del sueño. Finlandia, Lituania y la Eurocámara reclaman también la revisión del sistema. Otras misivas reclaman que se mantenga el actual sistema porque consideran que tiene efectos positivos.

El cuestionario online, al que ha tenido acceso este periódico, consta de cinco preguntas. Bruselas pregunta en primer lugar si la experiencia de los ciudadanos sobre el cambio horario es positiva o negativa. También les pide su opinión sobre si debería abolirse o mantenerse intacto y por qué motivos: salud, ahorro energético o seguridad vial, entre otros. Finalmente, la Comisión quiere saber si la gente prefiere quedarse indefinidamente en el horario de verano o en el de invierno.

Una acción coordinada

El Ejecutivo comunitario tendrá en cuenta los resultados de la consulta para hacer sus propuestas. Dos son los escenarios que maneja Bruselas: preservar el cambio de hora el último domingo de marzo y el último de octubre, o bien abolirlo definitivamente en todos los Estados miembros y prohibir los cambios temporales de hora.

En este último caso, cada país debería decidir si se queda de forma permanente en el horario de verano o en el de invierno. La elección del huso horario es una competencia nacional. La prioridad para la Comisión es que todos los Gobiernos actúen de forma coordinada para no poner en riesgo el mercado interior

Según los últimos estudios que maneja la UE, el ahorro energético que se consigue con el cambio de hora es "marginal". En cambio, los efectos sobre la salud y los biorritmos humanos "podrían ser más graves de lo que se pensaba previamente". Al mismo tiempo, el horario de verano tiene un impacto positivo ligado al mayor número de actividades al aire libre que permite.

"Las pruebas sobre el impacto global en la salud (es decir, el equilibrio entre los efectos positivos y negativos", sigue siendo poco concluyente, asegura la Comisión.

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