La respuesta de la Unión Europea a la crisis del coronavirus sigue marcada por la lentitud, la descoordinación y la falta de un mando central. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han celebrado este martes una nueva cumbre extraordinaria por videoconferencia -la segunda en dos semanas- en la que han ratificado el cierre "inmediato" de las fronteras exteriores de la UE durante un periodo inicial de 30 días para tratar de contener la expansión de la pandemia.
Pero más allá de esta decisión sin precedentes, los líderes europeos no han sido capaces de acordar un plan integral y coordinado para afrontar el covid-19. En particular, no ha habido ningún avance en la respuesta económica, pese a que ya se reconoce que el impacto de la crisis será "enorme".
Reino Unido, que salió del club comunitario el pasado 31 de enero, ha decidido no sumarse al cierre de fronteras exteriores decretado por la UE, por lo que tampoco Irlanda participará ya que entre los dos países existe una zona común de viajes, según ha explicado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Los ciudadanos británicos no se verán afectados por la prohibición de entrada a la UE porque siguen siendo europeos mientras dure la transición del brexit, ha agregado.
Además, los países de la UE han acordado coordinarse para organizar la repatriación de ciudadanos comunitarios que se encuentran atrapados en países terceros y no pueden regresar debido a los cierres de fronteras y la cancelación de vuelos. Bruselas movilizará fondos adicionales para financiar estas operaciones conjuntas, aunque su importe no se ha concretado de momento.
Sin embargo, los líderes europeos han consagrado la mayor parte de las tres horas que ha durado la videoconferencia a tratar de resolver los graves problemas creados por los controles introducidos por muchos Estados miembros, como España, en las fronteras interiores del espacio Schengen, a menudo de forma unilateral y descoordinada. Unos controles que se han traducido en largas colas de camiones en países como Polonia, que amenazan con crear problemas de desabastecimiento de medicinas, alimentos y suministros industriales.
Garantizar el paso de alimentos y medicinas
Von der Leyen ha explicado que ha hablado con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, para pedirle que los controles fronterizos sean "más flexibles y selectivos". De hecho, el Ejecutivo comunitario recomienda a los Estados miembros que han cerrado sus fronteras que habiliten carriles rápidos para los transportistas. De lo contrario, está en riesgo no sólo la supervivencia de Schengen sino también del mercado interior, que según ha dicho la presidenta de la Comisión es "nuestro instrumento más precioso en materia económica".
"Debemos garantizar el paso de medicamentos, alimentos y mercancías y nuestros ciudadanos deben poder regresar a sus países de origen", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
En el frente sanitario, Von der Leyen ha anunciado la creación de un grupo asesor de expertos epidemiólogos y virólogos con el objetivo de tratar de coordinar las medidas hasta ahora dispares que están adoptado los Estados miembros para tratar de contener el coronavirus. La recomendación de los expertos, según la presidenta, es acelerar las medidas de distanciamiento social -como el cierre de colegios o locales de ocio- con el fin de ralentizar la velocidad de contagio y aliviar la presión sobre el sector sanitario.
Los líderes europeos han respaldado la prohibición de exportar material sanitario fuera de la UE y han elogiado los esfuerzos de la Comisión para realizar compras conjuntas de máscaras, guantes y ventiladores. También se han comprometido a apoyar a las empresas europeas que trabajan en la búsqueda de vacunas contra el coronavirus.
Donde los jefes de Estado y de Gobierno no han hecho ningún avance es en el frente económico. La declaración adoptada en la videoconferencia se limita a avalar el plan minimalista aprobado por el Eurogrupo, así como la decisión de Bruselas de dejar en suspenso el Pacto de Estabilidad y las reglas que limitan las ayudas públicas. Pero los líderes europeos no han anunciado dinero nuevo para sostener la economía.
Suspensión temporal del Pacto de Estabilidad
Eso sí, Michel ha reiterado de que "la Unión y sus Estados miembros harán lo que sea necesario para afrontar los actuales desafíos, para restaurar la confianza y apoyar una rápida recuperación". Una declaración que parafrasea las "palabras mágicas" con las que el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, salvó el euro en 2012, pero que no está respaldada con medidas concretas.
Los líderes europeos se limitan a pedir al Eurogrupo que siga vigilando la evolución de la economía y "adapte sin demora una respuesta coordinada a una situación rápidamente cambiante".
Von der Leyen ha avisado de que la situación económica empeora cada día y de que las medidas de confinamiento que están adoptando todos los Estados miembros para contener el coronavirus "tienen un enorme impacto en la economía". Pero tampoco ha anunciado nuevas medidas más allá de la rápida activación de la "cláusula de escape general" del Pacto de Estabilidad, que dará vía libre a los Gobiernos para saltarse los límites de déficit y deuda.
Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han decidido suspender la cumbre ordinaria de primavera que estaba prevista en Bruselas para los días 26 y 27 de marzo y sustituirla por una nueva videoconferencia.