Von der Leyen usará todos sus poderes para que Polonia aplique las reglas de la UE
Bruselas quiere analizar en profundidad el fallo "sin precedentes" del Constitucional polaco antes de anunciar los siguientes pasos.
8 octubre, 2021 12:39Noticias relacionadas
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha expresado este viernes su "profunda preocupación" por el fallo del Tribunal Constitucional polaco que declara inconstitucionales varios artículos del Tratado de la Unión Europea. En una declaración escrita, Von der Leyen asegura que usará todos sus poderes para garantizar que Polonia aplique las reglas de la UE.
Sin embargo, su equipo ha eludido explicar qué medidas concretas se plantea adoptar contra el Gobierno de derecha radical de Ley y Justicia, pese a las múltiples preguntas de los periodistas. El Ejecutivo comunitario se escuda en que la sentencia del Constitucional polaco "no tiene precedentes" y necesita ser analizada "en profundidad" antes de decidir sobre los "próximos pasos".
Pero no fijan ninguna fecha para pasar a la acción. "La Comisión va a analizar este dictamen tan rápido como sea posible. Pero no puedo decir exactamente cuánto tiempo va a costar porque eso depende de la complejidad del fallo", ha dicho el portavoz de Von der Leyen.
"Nuestra máxima prioridad es garantizar que los derechos de los ciudadanos polacos estén protegidos y que los ciudadanos polacos disfruten de los beneficios que les otorga la pertenencia a la Unión Europea, al igual que todos los ciudadanos de nuestra Unión", sostiene la presidenta en su declaración.
"Además, los ciudadanos de la UE, así como las empresas que hacen negocios en Polonia, necesitan la seguridad jurídica de que las normas de la UE, incluidas las sentencias del Tribunal de Justicia, se aplican plenamente en Polonia", ha asegurado Von der Leyen.
"Nuestros Tratados son muy claros. Todas las sentencias del TJUE son vinculantes para las autoridades de todos los Estados miembros, incluidos los tribunales nacionales. La legislación de la UE tiene primacía sobre la legislación nacional, incluidas las disposiciones constitucionales. Esto es lo que todos los Estados miembros de la UE han firmado como miembros de la Unión Europea. Usaremos todos los poderes que tenemos en virtud de los Tratados para garantizar que se respete", insiste la presidenta de la Comisión.
"La UE es una comunidad de valores y leyes. Esto es lo que une a nuestra Unión y la hace fuerte. Defenderemos los principios fundamentales del ordenamiento jurídico de nuestra Unión. Nuestros 450 millones de europeos confían en esto", concluye la declaración.
Los poderes de Bruselas
La principal herramienta de la que dispone ahora el Ejecutivo comunitario para presionar al Gobierno polaco es congelarle todas las ayudas europeas. El plan de recuperación de Varsovia, que permitiría acceder a 36.000 millones de euros del fondo Next Generation, se encuentra ya bloqueado. Pero Bruselas podría paralizar además los fondos estructurales de los que se beneficia Polonia.
La Comisión también puede lanzar nuevos procedimientos de infracción contra Polonia y reclamar al TJUE que le imponga multas multimillonarias. Pero este instrumento se ha demostrado ineficaz hasta ahora, ya que el primer ministro, Mateusz Morawiecki, se niega a aplicar las sentencias del Tribunal de Luxemburgo.
Finalmente, Bruselas podría exigir la reactivación del expediente sancionador previsto en el artículo 7 del Tratado, que en último término desembocaría en la suspensión del derecho de voto de Polonia en la UE. Sin embargo, este 'botón nuclear' se pulsó ya en diciembre de 2017, pero apenas ha avanzado desde entonces porque requiere la unanimidad de los Estados miembros y Varsovia cuenta con el apoyo constante de Hungría.
Al portavoz de Von der Leyen también le han preguntado por la posibilidad de un 'Polexit', de que Varsovia siga los pasos de Reino Unido y salga de la UE, y tampoco ha querido contestar. El Gobierno de Varsovia asegura que no quiere marcharse y los Tratados no prevén ningún mecanismo para expulsar a un Estado miembro. El artículo 50 que utilizó Londres se basa en una decisión voluntaria de abandonar la Unión.