Borrell desoyó los avisos de su equipo contra el envío de una misión electoral a Venezuela
Los expertos del Servicio de Acción Exterior creen que la misión blanqueará los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre y dañará la reputación de la UE.
14 octubre, 2021 01:46Noticias relacionadas
Por primera vez en los últimos 15 años, la Unión Europea se dispone a desplegar una misión electoral en Venezuela para supervisar los comicios regionales y municipales del próximo 21 de noviembre. Un despliegue decidido por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, con el argumento de que puede ser "una contribución importante para apoyar una solución pacífica" a la crisis en Venezuela. Sin embargo, ahora se ha conocido que Borrell desoyó los avisos de su propio equipo contra el envío de observadores por el alto riesgo de blanquear al régimen de Nicolás Maduro y dañar la reputación de la propia UE.
Estas advertencias aparecen en el informe confidencial de 11 páginas elaborado por el grupo de expertos enviados por Borrell a Caracas en julio con el fin de verificar si se cumplían las condiciones mínimas para una misión electoral de la UE. La conclusión del informe, adelantado por el diario Financial Times, es negativa. "El despliegue de una misión de observación electoral de la UE probablemente tendrá un impacto adverso en la reputación y credibilidad de la UE y legitimará indirectamente el proceso electoral de Venezuela", sostienen los expertos del Servicio de Acción Exterior.
"El actual contexto polarizado, el discurso político incendiario, la persecución política de la oposición, el mal uso ya evidente de las instituciones estatales por parte del partido gobernante y la desconfianza en los mecanismos legales para resolver las disputas electorales se combinan para crear un ambiente que no conduce a elecciones creíbles", prosigue el informe.
"Teniendo en cuenta el monopolio total de los medios por parte del Estado, en un ambiente de fuerte censura estatal, es previsible que cualquier declaración crítica realizada por la misión de la UE no sea emitida por los medios nacionales, limitando así el valor de su presencia. Es previsible que cualquier declaración sea manipulada para darle una interpretación favorable y prestar legitimidad al proceso electoral", aseguran los expertos.
"Una misión de observación electoral de la UE corre el riesgo de ser vista como una legitimación de unas elecciones que no son creíbles", apunta el informe. Borrell ya intentó enviar una misión electoral a las elecciones parlamentarias en Venezuela en diciembre de 2020, pero acabó renunciando tras concluir que no se daban las condiciones mínimas para unos comicios libres y justos. En consecuencia, la UE no reconoció sus resultados.
Numerosos avances
¿Por qué ahora ha tomado una decisión distinta? El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE alega que este informe (que sigue sin ser público) es sólo uno de los factores que se han tenido en cuenta. "La situación en Venezuela es volátil y ha evolucionado desde que esta misión exploratoria concluyó (en julio). Desde entonces ha habido numerosos avances políticos en la buena dirección", ha explicado a este periódico su portavoz, Peter Stano.
Entre ellos, la reanudación de las negociaciones entre el Gobierno de Caracas y la oposición; la decisión de las fuerzas opositoras G4 y Plataforma Unitaria de participar en las elecciones del 21 de noviembre; el levantamiento de descalificaciones políticas que afectaban a algunos candidatos de la oposición; y la firma de un acuerdo administrativo entre el Consejo Nacional Electoral venezolano y Bruselas que debe permitir a los observadores europeos llevar a cabo su misión en condiciones.
"El despliegue de una misión de observadores de la UE no representa de ninguna forma la legitimación de una elección. Si, durante la puesta en marcha de la misión, vemos que no se respetan las condiciones para una observación adecuada, la UE siempre puede retirarla", sostiene Stano.
"Consideramos que nuestra presencia es políticamente importante por dos razones. Para impedir y registrar posibles deficiencias de las elecciones a través de nuestra observación neutral, independiente e imparcial. E incluso más importante: para identificar posibles reformas con el objetivo de ayudar a mejorar el contexto para elecciones futuras", alega el portavoz de Borrell.
Explicaciones en la Eurocámara
Sin embargo, estas explicaciones no convencen a todas las fuerzas de la Eurocámara. Un total de cuatro grupos políticos -Partido Popular Europeo, Renew, Conservadores y Reformistas Europeos e Indentidad y Democracia- se han movilizado ya para solicitar la comparecencia del jefe de la diplomacia europea por este caso.
"La misión pone en riesgo la credibilidad futura de las observaciones europeas en el resto del mundo por cuanto puede legitimar un proceso electoral que es absolutamente ilegítimo", explica a EL ESPAÑOL el eurodiputado del PP Leopoldo López Gil.
"El señor Borrell tendrá que dar una explicación en la que verdaderamente quede claro que no está legitimando un régimen dictatorial mediante el envío de esta misión, sino que realmente va a contribuir a la recuperación de la vía democrática para Venezuela. En caso contrario, no tiene ningún sentido que siga adelante con el envío de la misión", sostiene López Gil.
"Espero que el señor Borrell venga y dé una explicación al Parlamento Europeo. No está claro por qué ha tomado esta decisión. Tras las revelaciones de la prensa, ahora está en juego la credibilidad de la UE y necesitamos una explicación. Mi impresión desde el principio es que esta misión hará más daño que bien", ha dicho a este periódico Dita Charanzová, vicepresidenta de la Eurocámara y diputada checa del grupo liberal Renew.
Tal y como ha sido concebida por Borrell, la misión de observación de la UE para Venezuela estará compuesta por más de un centenar de personas y tendrá un coste de 6,2 millones de euros, según se recoge en el informe confidencial.