Luxemburgo

La matanza realizada por las tropas rusas en la ciudad ucraniana de Bucha será un punto de inflexión en la guerra de Vladimir Putin. Las "imágenes desgarradoras" de civiles ejecutados y abandonados en medio de la calle han causado una fuerte conmoción en todas las capitales europeas. La masacre ha actuado como un auténtico aldabonazo que fuerza a la UE a tomar decisiones difíciles. Los europeos preparan un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, en particular en el sector energético, que hasta hace días eran impensables por su fuerte impacto económico en los propios Estados miembros.

El primer paso podría ser un embargo inmediato al petróleo y carbón rusos, mucho más fáciles de sustituir que el gas de tubería, según ha indicado el presidente francés, Emmanuel Macron. Y es que pese a los "crímenes de guerra" cometidos por Putin, Alemania y Austria se han enrocado en su oposición frontal a cerrar el grifo al gas procedente de Rusia, lo que ha provocado la fractura más grave dentro de la Unión desde el inicio del conflicto.

"Las inquietantes imágenes de un gran número de víctimas civiles, así como la destrucción de infraestructuras civiles, muestran el verdadero rostro de la brutal guerra de agresión que Rusia está librando contra Ucrania y su pueblo. Las masacres en la localidad de Bucha y otras localidades ucranianas quedarán inscritas en la lista de atrocidades cometidas en suelo europeo", ha dicho el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, en un comunicado difundido en nombre de los 27 en el que se anuncian las nuevas sanciones.

Las crecientes grietas en la unidad europea frente a Rusia han quedado al descubierto en una combativa rueda de prensa del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que lidera el bando de los que exigen más mano dura contra el Kremlin. Morawiecki ha estallado y acusa ya abiertamente a Francia y Alemania de haber dado alas al expansionismo de Putin con su política de apaciguamiento de los últimos años. Además, señala a Berlín como culpable de bloquear ahora un endurecimiento de las sanciones contra Moscú aunque hayan salido a la luz las atrocidades de Bucha. Asegura que incluso el recién reelegido primer ministro húngaro, Viktor Orbán, apoyaría esta medida pese a sus estrechos vínculos con Putin.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, en una rueda de prensa reciente. Efe

"La política de Alemania durante la última década ha llevado al hecho de que Rusia tenga hoy la fuerza resultante de su monopolio en la venta de materias primas", denuncia Morawiecki. La canciller Angela Merkel decidió abandonar la energía nuclear tras el accidente de la central nuclear de 2011 y aumentó la adicción de Alemania al gas ruso con proyectos como Nord Stream 2. Un gaseoducto que Polonia siempre ha criticado y que se canceló nada más estallar la guerra, cuando ya estaba concluido.

"Señor presidente Macron, ¿Cuántas veces ha negociado con Putin? ¿Qué ha logrado? ¿Ha detenido alguna de las acciones que tuvieron lugar? Con los criminales no se negocian, los criminales deben ser combatidos", le ha espetado Morawiecki al presidente francés. En su rueda de prensa, el primer ministro polaco ha vuelto a pedir a la UE un embargo energético total contra Rusia. A la espera de una decisión en Bruselas, Polonia y los bálticos afirman que actuarán por su cuenta. Lituania anunció el domingo que es el primer país que ha prescindido por completo del "gas tóxico" ruso.

Sin embargo, el embargo energético total contra Rusia sigue suscitando reservas importantes en muchos Estados miembros, liderados por Alemania, Austria y Hungría. El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo hace una semana que esta medida hundiría en la recesión a su país y al conjunto de Europa. Los europeos importan de Rusia alrededor 40% del gas que consumen, así como el 27% del petróleo y el 46% del carbón. Unas cantidades difíciles de sustituir en el corto plazo, en un contexto de precios disparados.

"Austria no está a favor de más sanciones que afecten al gas. Somos muy dependientes del gas ruso y pensamos que sanciones que nos golpeen a nosotros más que a los rusos no sería algo bueno para nosotros. Por eso estamos en contra de sanciones sobre petróleo y gas", ha argumentado este lunes en el Eurogrupo el ministro de Finanzas austriaco, Magnus Brunner.

El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, saluda a sus colegas al inicio del Eurogrupo de este lunes UE

¿Ni siquiera los crímenes de guerra en Ucrania han llevado a Austria a cambiar de posición? "Por supuesto es extremadamente duro lo que ha pasado allí, pero siempre hay que mantener la cabeza fría cuando se trata de sanciones. Y si las sanciones te hacen más daño a ti que al otro bando, creo que no es el camino correcto a seguir", responde el ministro austriaco. 

Al mismo tiempo, los dirigentes de la UE son cada vez más conscientes de que con sus compras energéticas están financiando la maquinaria de guerra de Putin y permitiéndole que escape del resto de sanciones. En concreto, la UE paga cada día a Rusia alrededor de 700 millones de euros por el gas, petróleo y carbón, según los datos que maneja Borrell

Por eso, también el Parlamento Europeo apoya un embargo energético total contra el Kremlin. Alrededor de 200 eurodiputados de todos los grupos políticos han firmado una carta conjunta que reclama "fortalecer drásticamente las sanciones contra el régimen criminal de Putin" tras el descubrimiento de "los horrendos crímenes de guerra rusos en Bucha, la devastación en curso de Mariúpol y la deportación de miles de ciudadanos ucranianos a Rusia".

Los eurodiputados piden en particular un embargo total de petróleo, gas y carbón rusos; el cierre de todos los puertos a los buques y mercancías rusos; una desconexión total de todos los bancos rusos de SWIFT (hasta ahora se han salvado los que gestionan los pagos del gas); y una extensión de la lista negra de oligarcas y altos funcionarios sancionados, basada en los nombres proporcionados por la fundación de Alexei Navalny.

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante el Eurogrupo de este lunes UE

Por su parte, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha eludido aclarar si el Gobierno de Pedro Sánchez apoyará en la UE un embargo energético total contra Rusia tras la matanza de Bucha. "La posición de España ha sido clara: cubrir cualquier posible laguna, lograr imponer sanciones eficaces que nos permitan cuanto antes lograr el objetivo deseado que es que pare la guerra de Putin, con el mínimo coste e impacto negativo sobre las economías y las sociedades europeas", se ha limitado a señalar.

El cierre total del grifo del gas ruso sigue siendo un problema para Berlín, que menciona los mismos argumentos que Calviño. "Queremos ser en poco tiempo menos dependientes de las importaciones energéticas rusas a la Unión Europea, y Alemania apoyará nuevas sanciones contra Rusia", ha dicho el ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner.

"Tenemos que presionar más a Putin y tenemos que aislar a Rusia, tenemos que cortar todas las relaciones económicas con Rusia. Pero por el momento no es posible cortar el suministro de gas. Necesitamos algo de tiempo y, por lo tanto, tenemos que diferenciar entre petróleo, carbón y gas en este momento", ha argumentado Lindner. ¿Significa eso que Berlín apoyaría un embargo al petróleo y al carbón de Rusia? "No especularé", ha contestado.

Sin pretenderlo, el ministro de Finanzas alemán ha desvelado la solución de compromiso en el que trabaja la UE. Se trata de un embargo que afectaría únicamente al petróleo y al carbón, que son más fáciles de sustituir que el gas, sobre todo el que llega por tubería. Esta receta de consenso ha sido adelantada también por el propio Macron en una entrevista en la radio francesa. 

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante un reciente acto de campaña Reuters

"Hay indicaciones muy claras de que se han cometido crímenes de guerra", ha denunciado el presidente francés en una entrevista en France Inter. "Lo que ha ocurrido en Bucha exige una nueva ronda de sanciones y medidas muy claras, así que vamos a coordinarnos con nuestros socios europeos, especialmente con Alemania", anuncia el presidente francés.

"Creo que en materia de petróleo y carbón debemos ser capaces de avanzar. Está claro que tenemos que avanzar en materia de sanciones. No podemos aceptar esto", ha insistido Macron. Tanto Polonia como la Eurocámara reclaman una nueva cumbre urgente de líderes europeos para discutir estas cuestiones, pero de momento no hay convocatoria. El primer debate se celebrará el próximo miércoles a nivel de embajadores.

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