El PKK, la moneda de cambio entre Erdogan y Finlandia y Suecia
El presidente turco ha levantado el veto a la adhesión a la OTAN de los países escandinavos después de que estos aceptasen ciertas condiciones.
30 junio, 2022 03:50Recep Tayyip Erdogan se ha mantenido firme casi hasta el final. Ni siquiera las reuniones realizadas en los últimos meses con diferentes líderes europeos consiguieron que el presidente de Turquía levantase su veto a la adhesión a la OTAN de Suecia y Finlandia. Pero este martes, durante la cumbre de Madrid, Erdogan ha decidido finalmente apoyar a los países nórdicos a unirse a la Alianza, lo que lleva a preguntarse: ¿qué es lo que ha cambiado?
Sencillamente, la posición de Finlandia y Suecia sobre el PKK, la moneda de cambio en esta negociación. Desde el principio, Erdogan ha esgrimido como excusa para frenar el proceso de anexión la presencia de grupos que Ankara considera terroristas en territorio escandinavo.
Entre ellos se encuentra la guerrilla kurda PKK (de Partido de los Trabajadores Kurdos) y, en menor medida, el Partido-Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C), que desde hace décadas llevan a cabo atentados en territorio turco.
Desde 1984 el PKK lucha para reivindicar la autonomía de la población kurda (el mayor grupo étnico sin Estado propio de Medio Oriente) en Turquía. Una posición que se ha convertido en una guerra abierta que, de acuerdo con la plataforma Global Conflict Tracker, ha provocado más de 40.000 muertos y miles de desplazados.
¿Es o no un grupo terrorista?
Lo cierto es que la Unión Europea y Estados Unidos consideran a ambos grupos terroristas. También Finlandia y Suecia, aunque en el territorio sus simpatizantes gozan de cierta libertad.
De hecho, en los últimos años, Turquía ha realizado hasta 30 peticiones de extradición de simpatizantes del PKK a ambos países -28 a Suecia y 12 a Finlandia- que han sido rechazadas o, sencillamente, ignoradas, según el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin.
[Erdogan utiliza una masacre del EI para justificar la represión]
¿El motivo? La fina línea que, en el Gobierno autocrático de Erdogan, separa a terroristas y opositores al régimen, como el predicador islamista Fethullah Gülen, al que Turquía acusa de orquestar el golpe de Estado fallido contra el actual presidente turco en 2016.
De ahí que Erdogan señalase en una carta abierta publicada en The Economist que "Turquía tiene el derecho a esperar que los países miembros de la OTAN, prevengan el reclutamiento, la financiación y la propaganda de actividades del PKK".
Y eso es precisamente lo que han firmado Finlandia y Suecia en la cumbre de la OTAN, donde se han comprometido a "acordar extradiciones, reprimir las actividades del PKK y modificar su legislación nacional", según el texto del memorando trilateral.