Soldados de la Fuerza de Kosovo de la OTAN (KFOR) chocan con manifestantes serbokosovares locales en la ciudad de Zvecan.

Soldados de la Fuerza de Kosovo de la OTAN (KFOR) chocan con manifestantes serbokosovares locales en la ciudad de Zvecan. Reuters

Europa

La OTAN refuerza Kosovo con 700 nuevos soldados para evitar otra escalada de tensión con Serbia

En los últimos días varios soldados de la KFOR han sido heridos durante las protestas de la comunidad serbia del norte de Kosovo. 

31 mayo, 2023 03:14

Han pasado ya más de tres décadas desde la complicada desintegración de la antigua Yugoslavia. Sin embargo, las hostilidades étnicas que entonces desangraron a los Balcanes han perdurado en el tiempo. Y no sólo eso: estas se han inflamado tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania hace ya un año y tres meses.

Las fricciones suelen concentrarse en Kosovo, territorio que declaró su independencia de Serbia de manera unilateral en 2008 y que, a pesar de que salió de la guerra en los 90, sigue siendo escenario frecuente de episodios violentos entre dos grupos étnicos, la mayoría albanokosovar y la minoría serbia. Esto se debe, entre otras cosas, a que Belgrado no reconoce la soberanía de Pristina, así como tampoco lo hacen otros cinco países europeos, entre ellos España. 

Sin embargo, las tensiones empezaron a escala el pasado verano con la llamada crisis de las matrículas hasta alcanzar su punto álgido este lunes, cuando un grupo de manifestantes serbios trataron de asaltar las oficinas de varios ayuntamientos del norte de Kosovo. Pretendían así evitar que los alcaldes de origen albanokosovar que el pasado abril ganaron los comicios, a pesar del boicot de la minoría serbia, entrasen en sus nuevos puestos de trabajo. 

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Los enfrentamientos se produjeron en tres municipios cercanos a la frontera donde predomina, a diferencia del resto del territorio, la comunidad serbia. Las autoridades kosovares utilizaron gases lacrimógenos para tratar de dispersar las protestas de la localidad de Zvecan, en las que resultaron heridos 52 civiles y 30 soldados de la fuerza multinacional liderada por la OTAN en Kosovo, la KFOR.

En total, 11 soldados del contingente italiano y 19 del contingente húngaro "sufrieron heridas múltiples, incluidas fracturas y quemaduras por artefactos incendiarios explosivos improvisados", según un comunicado de la KFOR. Se trata de una fuerza desplegada en el territorio para garantizar el cumplimiento de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que puso paz en la región tras el conflicto de 1998 y 1999.

"Estos ataques son totalmente inaceptables. La violencia debe cesar inmediatamente. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que se abstengan de realizar acciones que exacerben aún más las tensiones y entablen un diálogo", denuncia la OTAN en su comunicado. 

Tras este episodio -uno de los más violentos en los últimos años-, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, anunció el martes que iba a reforzar Kosovo con el envío de 700 soldados adicionales para engrosar el contingente actual formado por 3770 efectivos de 28 países. También avisó de que otro batallón de fuerzas de reserva se pondría en alerta para ser desplegado "si fuese necesario".

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"Demasiada violencia en Europa"

A juicio del jefe de la OTAN, estos son "pasos prudentes" para que la KFOR pueda cumplir con su misión de mantenimiento de la paz. En esta línea, Stoltenberg instó a Serbia y a Kosovo a "desescalar la situación, abstenerse de llevar a cabo más conductas irresponsables e implicarse en el diálogo facilitado por la Unión Europea, que es el único camino para una paz duradera".

Soldados húngaros de la KFOR protegen la entrada de la oficina municipal, en la ciudad de Zvecan.

Soldados húngaros de la KFOR protegen la entrada de la oficina municipal, en la ciudad de Zvecan. Reuters

Se refiere al turbulento proceso de normalización de las relaciones entre ambos Estados impulsado por la Unión Europea que no se ha materializado todavía en un acuerdo en firme.  En este sentido, era de esperar que Europa también mirara con preocupación el último zumbido del avispero balcánico.

De hecho, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo el lunes que pretendía convocar una reunión de alto nivel para tratar de recuperar el diálogo entre las partes, según recoge la agencia Efe.

"Ya ha habido demasiada violencia. Ahora ya tenemos demasiada violencia en Europa. No podemos permitirnos otro conflicto", subrayó el jefe de la diplomacia europea, que mostró su esperanza en que su "voz sea escuchada y que la gente se comporte en consecuencia".