Bombardeo ruso sobre un edificio ucraniano de la ciudad de Dnipro

Bombardeo ruso sobre un edificio ucraniano de la ciudad de Dnipro Reuters

Europa

Ucrania y Rusia terminan el año con una ola de bombardeos cruzados contra la población civil

Rusia pide una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que ya se reunió el viernes, ante los ataques a la población civil. 

31 diciembre, 2023 03:29

La oleada de ataques rusos con drones y misiles, la más masiva de los últimos meses, que causó este viernes 24 muertos, numerosos heridos y daños en diversos puntos de Ucrania, incluida la capital, Kiev, y los mayores núcleos urbanos del país, sumado al ataque ucraniano de este sábado sobre Bélgorod, ha 'despertado' a la ONU y a su Consejo de Seguridad.

En la jornada del sábado, varios medios informaron de diferentes bombardeos tanto rusos como ucranianos a lo largo de la frontera. Si comenzó Ucrania sobre Bélgorod, la respuesta fue un ataque de Rusia sobre Jarkov, al otro lado de la frontera y más tarde Ucrania sobre la pequeña ciudad de Shebekino.

Ante este cruce de bombardeos en la frontera entre Rusia y Ucrania, el Kremlin ha solicitado una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. La portavoz de Exteriores, María Zajárova, acusó tanto Kiev, como EEUU, Reino Unido y los países europeos que "continúan suministrando armas a Ucrania" de estar detrás de los ataques.

El Ministerio de Defensa ruso sí ha puesto nombre a uno de esos "países europeos", República Checa, que según Moscú ha suministrado las municiones y los misiles MLRS con los que han atacado Bélgorod. 

Por parte de la ONU, António Guterres, su secretario general, censuró "los ataques contra civiles y contra infraestructura civil" porque "violan la ley humanitaria internacional, son inaceptables y deben cesar inmediatamente", dijo en un comunicado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.

Tras el ataque del viernes, este sábado, Ucrania demostró su poder armamentístico bombardeando la ciudad rusa de Bélgorod, capital de la región fronteriza con Ucrania, en la que han muerto 12 adultos y dos niños y han resultado heridas 108 personas, la gran mayoría civiles.

Briansk, Oriol, Kursk e, incluso, Moscú según ha informado el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia, también sufrieron bombardeos el sábado.

[La UE prepara un plan B de ayuda de 20.000 millones a Ucrania para esquivar el veto de Hungría]

"Este crimen no quedará impune. El régimen de Kiev, al cometer este crimen, intenta desviar la atención de la derrota en el frente y también provocarnos para cometer actos similares", ha informado el Ministerio de Defensa ruso.

Por su parte, el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, informó de que la artillería enemiga había disparado contra el centro de la ciudad, donde viven unas 330.000 personas, mientras que desde la inteligencia ucraniana aseguran que sólo atacan puestos militares.

Ucrania informó de que las muertes rusas son consecuencia de "las acciones no profesionales de la defensa antiaérea rusa".

En todo caso, el ataque sobre Bélgorod reafirma las palabras que pronunció el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, Alexei Danilov, cuando aseguró que el complejo industrial de defensa público y privado ha estado trabajando a máximo rendimiento desde el inicio de la invasión, algo que ha permitido alcanzar importantes "logros", ha dicho.

[Rusia da por abortada la contraofensiva ucraniana: "La misión de 2023 fue cumplida con éxito"]

"No nos estamos quedando atrás. Las armas que tenemos sorprenderán al mundo", decía Danilov. Desde luego, este ataque 'vengativo' sí ha sorprendido por la contundencia.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania aseguró, además, que han derribado una decena de drones Shahed, de fabricación iraní, en las regiones de Jersón, Jmelnytskyi y Mikolaiv.

El cruce de acusaciones es tal que el gobernador de Briansk, Alexander Bogomaz, aseguró que los ataques ucranianos fueron contra "objetivos civiles", según Interfax. Rusia dice haber derribado un dron marítimo ucraniano que se dirigía a la península de Crimea.

Varios informes de la inteligencia de Kiev aseguran que uno de los ataques tuvo como objetivo una fábrica de electrónica que las tropas del Kremlin usan para fabricar equipos militares, como misiles de largo alcance y sistemas antiaéreos. Moscú, en cambio, insiste en que todos los ataques por parte del ejército ucraniano eran objetivos civiles.