Zelenski presenta un plan para movilizar a medio millón de ucranianos pese a la tensión con su ejército
Dos años después del inicio del conflicto, las imágenes iniciales de centros de reclutamiento abarrotados de voluntarios están desvaneciéndose.
Mientras la guerra en Ucrania se adentra en su segundo año, dejando entrever su prolongación por aún más tiempo, un tema resuena con ímpetu en cada rincón de la nación: la movilización. Capaz de contar con una enorme afluencia de voluntarios de Ucrania y del extranjero durante el primer año de la guerra, el país se adentra ahora en un momento en el que las fuerzas flaquean. La mayoría de los soldados ucranianos han tenido apenas 10 días de permiso en el último año y el desgaste se hace patente.
Aunque Ucrania ha estado llevando a cabo una movilización continua desde que comenzó la invasión rusa a gran escala en 2022, la cuestión saltó a primera plana el pasado 19 de diciembre cuando el Volodímir Zelenski declaró que el ejército había propuesto movilizar entre 450.000 y 500.000 personas. El comandante general de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeriy Zaluzhnyi, declaró que esta cifra tiene en cuenta los planes militares y las proyecciones de posibles pérdidas.
Zelenski no pareció muy contento con la idea. "Se trata de una cifra seria. He dicho que necesito más argumentos para apoyar esta dirección", señaló el presidente en referencia a la cifra propuesta por las fuerzas armadas ucranianas. Y añadió: "Cuando hablamos de movilización, hacen falta seis civiles pagando impuestos para mantener a un combatiente".
No obstante, a pesar de la reticencia inicial del presidente, durante la mañana de Nochebuena el gobierno presentó al Parlamento ucraniano un proyecto de ley sobre movilización. "El presidente comprende perfectamente que si no da luz verde a la movilización, pronto no habrá nadie con quien luchar", explicó al diario Kyiv Independent el analista político militar y cofundador del proyecto Resistencia Informativa, Oleksandr Kovalenko.
Entre otras medidas, la propuesta incluye una reducción del límite de edad de los reclutas de 27 a 25 años y la obligatoriedad del servicio militar básico entre los 18 y 25 años; el fin de las exclusiones de servicio para las personas con discapacidades menores; la implicación de los gobiernos locales en el proceso de reclutamiento; la legalización de avisos de reclutamiento digitales; y la restricción de la capacidad de los evasores de realizar transacciones financieras.
El general Zaluzhnyi, informó el Kyiv Independent, describió la ley como vital para rotar a las fatigadas tropas de primera línea, así como para organizar nuevas formaciones para futuras ofensivas y dar a las tropas en servicio una esperanza de que su servicio pueda llegar a su fin. "La movilización es necesaria, porque no tenemos suficiente gente, el enemigo nos lleva una gran ventaja en número de soldados", señaló el lunes a Reuters Ihor, un comandante de compañía de 33 años.
Dado que los contratos militares de los ucranianos movilizados no tienen una fecha límite clara, las llamadas a una posible desmovilización de los soldados han ganado fuerza en los últimos tiempos. El proyecto de ley inicial, propuesto por el gobierno, propone establecer los contratos en 36 meses, aunque algunas propuestas de la oposición sugerían reducir este plazo a los 18 meses.
Un reclutamiento que divide al país
El Ministerio de Defensa ucraniano ha señalado que la nueva ley define “normas transparentes para el proceso de movilización, así como la regulación necesaria de los derechos de los personal militar y de los susceptibles de cumplir el servicio militar”. Sin embargo, muchos ucranianos temen que el endurecimiento de las medidas pueda provocar más abusos por parte de unas oficinas locales de alistamiento ya de por sí denostadas por la población.
Al principio, estas instalaciones, dependientes de las Fuerzas Armadas, estaban repletas de reclutas deseosos de ayudar a su país a repeler la invasión rusa. Dos años después, esas imágenes quedaron completamente atrás. Ahora, su reputación está severamente comprometida debido a múltiples acusaciones de corrupción y el uso de métodos de reclutamiento coercitivos. En las redes sociales abundan los videos que muestran cómo jóvenes son subidos a la fuerza en minibuses por militares.
En agosto de 2023, el presidente decidió destituir a todos los jefes de las oficinas locales de alistamiento en respuesta al creciente descontento en el país. Esta decisión fue ampliamente criticada por Zaluzhnyi, con quien Zelesnki ha tenido grandes diferencias en cuanto a la conducción de la guerra, especialmente tras la contraofensiva ucraniana del año pasado, que no logró recuperar una parte significativa del territorio en manos de los rusos.
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El general, en un artículo de opinión publicado en CNN la semana pasada, criticó "la incapacidad de las instituciones estatales de Ucrania para mejorar los niveles de dotación de nuestras fuerzas armadas sin recurrir a medidas impopulares". La tensión entre ambos ha alcanzado tal nivel que en los últimos días ha cobrado fuerza el rumor de la posible destitución del general. Sin embargo, según fuentes de Reuters, este proceso se encuentra en espera para una mejor definición de los pasos a seguir.
La ley entra en su fase definitiva
A pesar de las reuniones intensas y frecuentes entre las comisiones parlamentarias y los representantes del ejército y del Ministerio de Defensa, el proyecto fue devuelto al gobierno para su revisión el 11 de enero ante la inquietud de los legisladores y los expertos por los posibles riesgos de violaciones de los derechos humanos y casos de corrupción asociados con las disposiciones del documento.
En una entrevista a un medio ucraniano, el defensor de los Derechos Humanos del parlamento, Dmytro Lubinets, expresó su preocupación acerca de que el borrador propuesto otorgara más poder a los centros de reclutamiento, lo cual podría ser considerado inconstitucional, ya que estas instituciones militares no tienen la facultad de restringir los derechos de los ciudadanos. El proyecto de ley, según el Kyiv Independent, contemplaba una serie de "medidas temporales" para limitar los derechos de los reclutas o reservistas que no se presentaran en el centro dentro de un plazo de 10 días tras recibir la convocatoria.
Un mes después, el 31 de enero, el gobierno presentó una versión enmendada de su proyecto de ley, suavizando varias de las medidas propuestas inicialmente. Por ejemplo, a diferencia de la versión anterior, la nueva versión exime del servicio militar a las personas con cualquier tipo de discapacidad. El proyecto entra en este momento en una fase crucial para su aprobación, aunque es poco probable que se apruebe a corto plazo.
Yehor Chernev, jefe adjunto de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, señaló al medio ucraniano Liga que se espera que el proyecto presentado sea objeto de un “número significativo de enmiendas”. Para ser aprobado, el proyecto tendrá que superar dos votaciones. La primera podría producirse esta misma semana.