Cómo Ucrania ha logrado aniquilar un tercio de la flota rusa del mar Negro sin una verdadera armada
Con el hundimiento del buque Tsezar Kunikov, el ejército ucraniano ha inutilizado exitosamente 25 embarcaciones rusas, además de un submarino.
15 febrero, 2024 02:46En el día de los enamorados, cuando se cumplían 81 años desde la muerte del héroe soviético Tsezar Kunikov en la Segunda Guerra Mundial, Ucrania derribó el buque anfibio ruso que llevaba su nombre en el mar Negro. Un preciso ataque con drones durante el 14 de febrero conseguía abrir una brecha en el costado de babor de la embarcación, lo que provocó su hundimiento cerca de la localidad de Alupka, en la península de Crimea.
Con el ataque del miércoles, según el recuento de las Fuerzas Armadas Ucranianas, desde el inicio de la contienda ya son 25 buques y un submarino de la flota del mar Negro inutilizados. En total, habrían derribado ya alrededor del 33% de los buques de guerra rusos de un total de 74. Este tipo de ataques, lejos de ser una sorpresa, han pasado a ser una constante en los últimos meses. El 31 de enero, por ejemplo, Ucrania consiguió eliminar una corbeta rusa Ivanovets, de la clase Tarantul.
A medida que se aproxima el segundo aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, los frentes han permanecido estancados durante meses. No obstante, desde el año pasado, Kiev ha dirigido sus esfuerzos hacia debilitar al máximo a Rusia en el mar Negro, con la meta de aislar la península y dificultar las operaciones militares de Moscú en territorio ucraniano.
El éxito de estas operaciones está dando un respiro a la maltrecha economía ucraniana. El repliegue de la flota rusa ha allanado el camino para que Kiev abra un corredor que facilita la exportación de grano y otros productos al mercado global. "Hace apenas unos meses, pocos creían posible esto. Sin embargo, ahora vemos que la exportación de grano desde Ucrania ocurre incluso sin un acuerdo con Rusia. Esto subraya la capacidad y competencia de las Fuerzas Armadas ucranianas", afirmó durante la jornada del miércoles Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
Antes de la invasión rusa, según el Transnational Institute de Países Bajos, la agricultura era uno de los sectores de mayor crecimiento en Ucrania, con un incremento anual del 5-6%. Este sector representaba el 11% del Producto Interno Bruto (PIB) y generaba el 17% del empleo nacional en 2021. Además, constituía una significativa fuente de ingresos por exportaciones, que representaban aproximadamente el 40% del total, gran parte de las cuales se enviaban a través del mar Negro.
En julio del año pasado, Rusia abandonó la Iniciativa del Mar Negro, un acuerdo alcanzado con Turquía, Ucrania y la ONU que garantizaba la seguridad de navegación en el noroeste de esas aguas, creando así un corredor por el cual salían las exportaciones de cereales desde puertos ucranianos. En lugar de retirarse, los ucranianos crearon su propio corredor de forma unilateral a través del ataque contra la flota rusa.
El resultado de esta operación parece haber sido muy exitoso. En enero, según datos del Ministerio de Economía ucraniano, las exportaciones marítimas alcanzaron los 1.900 millones de dólares. Aunque no han alcanzado aún los niveles prebélicos, las cifras continúan aumentando mes a mes.
La guerra de los drones
Una parte significativa del éxito de las ofensivas ucranianas vienen dadas por el uso de drones, en un esfuerzo por reducir la considerable disparidad de capacidades navales entre Rusia y Ucrania. Al igual que en la operación del 31 de enero, el miércoles la unidad de operaciones especiales 'Grupo 13' de la Inteligencia Militar de Ucrania (GUR) utilizó drones marinos Magura V5. Estas embarcaciones, con una silueta que se asemeja a la de una lancha negra, son apenas perceptibles por encima de la línea de flotación y pueden alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.
Ucrania ha sido pionera en el desarrollo y en el uso de drones marítimos. Con un alcance de hasta 800 kilómetros, las unidades militares pueden desplegar drones en extensas áreas a lo largo de la costa ucraniana para llevar a cabo misiones contra objetivos rusos en Crimea. La carga útil del Magura-5 de 320 kilos, por ejemplo, le permite causar daños graves a la mayoría de los barcos.
Los drones desempeñan un papel cada vez más crucial en los conflictos armados. Debido a su bajo coste y tamaño compacto, son manejables por una sola persona, incluso a distancia, lo que los hace herramientas altamente accesibles y efectivas en el campo de batalla. Ucrania no es la primera guerra de drones, pero nunca antes se habían utilizado tantos drones, tanto aéreos como marítimos, en un enfrentamiento militar. Según un informe publicado en mayo del año pasado, el Royal United Services Institute (RUSI) estimó que las fuerzas ucranianas están perdiendo aproximadamente 10.000 drones al mes.
El excomandante en jefe ucraniano Valerii Zaluzhnyi, en un artículo de opinión para la CNN a principios de este mes, destacó a estos sistemas como la mejor manera de evitar que Ucrania se vea envuelta en una guerra de posiciones, en la que carecen de ventaja. Desde el inicio de la contienda, Kiev no posee ningún buque de guerra, ya que hundió deliberadamente su propio buque al comienzo del conflicto para evitar que cayera en manos rusas.
En el contexto del mar Negro, los drones han proporcionado una ventaja significativa a Ucrania. Dado su reducido tamaño, resulta difícil para Rusia detectarlos y ningún buque de guerra puede igualar su maniobrabilidad, lo que facilita su capacidad para apuntar a objetivos rusos en estas aguas de manera eficiente.
Una potencia futura
Ucrania se ha convertido en un hub importante para el desarrollo y la fabricación de drones gracias al establecimiento de alianzas estratégicas entre el sector público y el privado, que han impulsado la adaptación de estos sistemas para aplicaciones militares. Según la coronel estadounidense Kristen D. Thompson, la urgencia generada por el conflicto bélico ha impulsado el establecimiento de una robusta base industrial para la defensa nacional.
“La industria de drones en Ucrania está encaminada a convertirse en un actor de peso internacionalmente una vez que finalice el conflicto, con la capacidad de exportar sistemas probados en combate”, concluye la militar de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en un artículo para el Council of Foreign Relations (CFR).