Emmanuel Macron, durante su comparecencia televisada tras el cierre de las urnas.

Emmanuel Macron, durante su comparecencia televisada tras el cierre de las urnas.

Europa

Macron convoca elecciones legislativas tras la victoria aplastante de la extrema derecha en las europeas

Anunció la disolución de la Asamblea una hora después del cierre de las urnas. Le Pen responde al órdago: "Estamos preparados para dirigir el país".

10 junio, 2024 04:00

Órdago de Emmanuel Macron. Una hora después del cierre de las colegios electorales que dieron a la extrema derecha francesa una victoria histórica y aplastante en las elecciones europeas, anunció la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones generales. Marine le Pen le respondió de inmediato: “Estamos preparados para dirigir el país”.

En una alocución televisada desde El Elíseo, inesperada e inusual, el presidente de la República optó por dramatizar al máximo el triunfo de la lista de Reuniòn Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen: “El crecimiento de los nacionalistas, los demagogos son un peligro para nuestra nación pero también para nuestra Europa (…) Por eso, tras las consultas previstas en el artículo 12 de nuestra Constitución, he decidido volverles a dar la elección de nuestro futuro parlamentario por el voto. Disuelvo pues, esta misma noche la Asamblea Nacional”.

Los franceses eligirán a sus 570 diputados en un escrutinio uninominal y mayoritario a dos vueltas a celebrar el 30 de junio y el 7 de julio. Es decir volverán a las urnas en tres semanas. En plena celebración de la Eurocopa y a menos de un mes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, el 26 de julio.

Macron que llegó al poder en 2017 al derrotar a Marine Le Pen en la segunda vuelta (66% a 34%) y fue reelegido en 2022 (58,5% ) optó en la noche del domingo por jugárselo todo a una carta: o logra darle la vuelta a la situación o tendrá que pasar los tres años que le restan de mandato cohabitando con un primer ministro de extrema derecha, probablemente el mismo Jordan Bardella que lideraba la lista triunfadora de la elecciones europeas. El presidente del RN tiene 28 años y ha hecho una carrera fulgurante dentro del partido que fundó Jean Marine Le Pen, padre de la actual líder, Marine.

Ésta lleva años edulcorando su imagen y puliendo las aristas de su partido. Tras las victoria en las europeas del domingo, es más que probable que prosiga en Europa su campaña de desdiabolización, integrando sus eurodiputados en el mismo grupo de los de Meloni, su rival hasta ahora. Todo con tal de no estropear sus chances de cara a las presidenciales de 2027. Conviene saber que en todas las encuestas publicadas este año, Marine Le Pen se impone en la primera vuelta con porcentajes superiores al 30% de los votos. Y que en todas las opciones de segunda vuelta es dada por vencedora frente a cualquier candidato.

En 2027, Macron no puede volver a presentarse así que su maniobra de la noche del domingo puede ser percibida como un intento desesperado de asestar una derrota definitiva en las urnas a la extrema derecha. La jugada no está exenta de riesgos. Anoche, Valérie Pécresse, candidata de la derecha en las presidenciales últimas, le acusó de ”jugar a la ruleta rusa”.

Sede del partido RE Renaissance, liderado por Emmanuel Macron.

Sede del partido RE Renaissance, liderado por Emmanuel Macron. Efe

Los resultados de este domingo hablan a las claras de lo arriesgado de la decisión de Macron. El RN obtuvo 30 escaños (+12) con el 31,5% de los votos emitidos. Duplicó los sufragios de la lista de los partidarios de Macron, Renacimiento, que se quedó en 13 escaños, los mismos que obtuvo la candidatura del Partido Scoialista que encabezaba Raphaël Glucksmann, que ha multiplicado por dos su cosecha de actas de hace cinco años.

Tras ellos, La Francia Insumisa (extrema izquierda) con 9 escaños (+4) y el 10% de los votos, Los Republicanos (PPE) con 6 actas (-1), los ecologistas 5 diputados (-5) y la lista de la otra formación de extrema derecha conducida por la sobrina de Marine Le Pen, Marion Maréchal. Estas dos formaciones superaron por los pelos el listón del 5% por debajo del cual no se obtienen eurodìputados en Francia.

Con estos datos está claro que Macron arriesga mucho. El presidente volverá a hablar a la nación antes de viajar el jueves a la cumbre del G7. En la noche del domingo reunió al gobierno que encabeza el joven Gabriel Attal en el Elíseo. Su jugada es la siguiente. Todos los diputados que le son fieles concurrirán bajo una única bandera maypía presidencial en lugar de las actuales grupos de Renacimiento y de su partidos coaligados Horizontes (que lidera el ex primer ministro Édouard Philippe) o Modem (del veterano centrista, François Bayrou).

En esta mayoría presidencial podrán integrarse también todos los diputados del arco republicano, que incluye a socialistas y republicanos (afines al PPE). Quedan excluidos los extremistas, es decir los partidarios de Le Pen y los insumisos de Jean Luc Mélenchon.

Macron de hecho, lanzó una OPA sobre la derecha clásica y sobre los socialistas, los dos partidos pilares de la V República (hasta que llegó Macron) y que se juegan el pellejo: o van con Macron o lo tienen crudo, pillados en tenaza entre la maquinaria política del poder y la fuerza de Le Pen. Hay partido.