Marine Le Pen, líder de extrema derecha francesa, se hace una foto con un seguidor, en Henin-Beaumont.

Marine Le Pen, líder de extrema derecha francesa, se hace una foto con un seguidor, en Henin-Beaumont. Reuters

Europa

La estrategia de Macron, en entredicho: Le Pen ganaría y la alianza de izquierdas sería segunda

Macron infravaloró la capacidad de la izquierda para aliarse: el Nuevo Frente Popular alcanzaría la segunda posición mientras su mayoría se desploma.

23 junio, 2024 02:18

Faltan siete días par la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas convocadas por el presidente de la República, Emmanuel Macron, la noche misma de la victoria de la extrema derecha en las europeas del 9-J. Y las encuestas no pintan nada bien para la mayoría presidencial.

Macron es un optimista en un país de pesimistas. El domingo pasado, en una reunión con ministros y responsables políticos en El Elíseo, el jefe del Estado aseguró: "La mayoría absoluta está al alcance de la mano". Contra todos los sondeos y contra las impresiones de los candidatos que hacen campaña sobre el terreno.

El presidente continúa defendiendo su órdago de disolver la Asamblea Nacional. "El 9 de junio tomé una decisión grave y que me costó mucho. Pero, no tengáis miedo", dijo en el patio de su residencia presidencial, ante el público reunido para escuchar, entre otros, a la pianista canadiense ucraniana Anastasia Rizikov. Fue el viernes por la noche durante el concierto con motivo de la Fiesta de la Música.

En su línea, pidió el voto contra los extremos: "Al contrario de lo que ellos dicen, no son una muralla contra el otro, de hecho votan juntos en las mociones de censura". "No podemos dejar pasar a ninguno de los extremos", añadió. "Hay mucha gente que quisiera disolver al pueblo. ¡No! Hay mucha gente que querrían gobernar pese al pueblo. ¡No!"

A estas alturas, está claro que Macron sólo acertó la mitad de las hipótesis que le llevaron a disolver anticipadamente la Cámara baja. Macron apostó por que la derecha tradicional (Los Republicanos, LR) implosionaría. Y así ha sido, con el presidente del partido, Éric Ciotti, expulsado por sus barones tras pactar una alianza con Reunión Nacional (RN) de Marine Le Pen.

Macron erró, sin embargo, al pensar que la unidad de la izquierda era imposible de lograr en una semana. Los insumisos de Jean Luc Mélenchon (extrema izquierda) y los socialistas se habían lanzado todo tipos de acusaciones y críticas durante la campaña de las europeas. Discrepan, además, sobre Ucrania y sobre Gaza…

Emmanuel Macron, presidente de Francia, durante la Fiesta de la Música, en el  Elíseo.

Emmanuel Macron, presidente de Francia, durante la Fiesta de la Música, en el Elíseo. Reuters

Sin embargo, la izquierda ha logrado unirse bajo la bandera del Nuevo Frente Popular. De la extrema izquierda radical a los socialistas y socialdemócratas de Rafael Glucksmann, pasando por comunistas, insumisos y ecologistas. Cierto, siguen a la greña. No han decidido quien sería primer ministro en caso de victoria. El caudillo insumiso, Mélenchon, quiere pero todos los socios -comunistas, ecologistas y socialistas- han dicho que no.

Esa coalición y la premura de la convocatoria ha hecho que esta vez haya la mitad de candidatos (un promedio de seis) en cada una de las 577 circunscripciones.

Además la participación, según todos los sondeos va a ser mucho más alta (un 63% parece decidido a ir a las urnas). Un millón de franceses ha completado ya el papeleo para delegar el voto en otra persona, trámite que supone personarse en una comisaria. Esto es nueve veces más que en 2022, cuando la participación no superó el 48%. Conviene recordar que en Francia no se puede votar por correo; lo que unido a las fechas veraniegas ha disparado la delegación de voto.

¿A quien beneficiará la disminución de la abstención? Imposible saberlo, según los expertos. En cambio, sí parece seguro que esto vaya a provocar que en la segunda vuelta haya entre 120 y 170 triangulares, según Gaël Sliman, presidente del instituto Odoxa. Para ser elegido en primera vuelta hay que lograr el 50% de los votos. Lo normal es que en casi todas las circunscripciones haya una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados …y el tercero si este supera el 12,55% de los votos de los electores inscritos. Así, en 2022 sólo hubo 8 triangulares.

Este es uno de los factores que obliga a ser muy prudente a los institutos de sondeos con las proyecciones de las intenciones de voto, recogidas a escala nacional y los escaños que se dirimen en 577 circunscripciones uninominales.

Las intenciones de voto parecen ahora mismo claras. La extrema derecha sería el partido más votado (33%-35%). La alianza de izquierdas recogería entre el 27% y el 29% y la mayoría presidencial estaría entre el 19,5% y el 21% de sufragios. Los datos proceden de tres encuestas publicadas el viernes: Ifop para Le Figaro, OpinionWay para Le Journal du dimanche y Odoxa para Le Nouvel Obs.

200 y 240 diputados de extrema derecha

Así, Ifop calcula que la nueva Asamblea podría tener entre 200 y 240 diputados de extrema derecha contando con los partidarios de Ciotti, exlíder de la derecha clásica (10 a 20). Para el RN de Le Pen sería una victoria tan incontestable (ahora tenía 89 diputados ) como insuficiente, ya que la mayoría absoluta está en 289 escaños.

La izquierda podría sumar entre 180 y 210 actas (ahora, 134) y la mayoría presidencial perdería más de la mitad de sus escaños actuales (250) menguando a un grupo de entre 80 y 110 diputados.

Para Odoxa, RN está a medio camino entre la mayoría absoluta y la relativa (250 a 300 escaños), la izquierda tendría entre 160 y 210 actas y la mayoría proMacron se quedaría entre 70 y 120 escaños.

Tripolarización política de Francia

Certezas de las encuestas: la tripolarización política de Francia es un hecho. La decadencia de la derecha clásica, homologada en el PP Europeo continúa: tras la escisión de los partidarios de aliarse con Le Pen, los refractarios sólo sumarían un 6,5% de votos que valdrían entre 10 y 59 escaños (ahora tenían 61). La otra fuerza de extrema derecha, Reconquista de Éric Zemmour, va camino del matadero (1,5%), cero escaños. La sobrina de Marine le Pen, Marion Maréchal, estaría entre los que salvarían la cabeza tras pasarse a las huestes del RN.

Certezas sociológicas son también las siguientes. La extrema derecha volverá a ser la fuerza más votada entre los obreros (57% +1), los parados (48% +5) y los no diplomados (46 % +2). Por franjas de edad, la izquierda será la más votada entre los jóvenes de 25 a 34 años (48%) seguida por la extrema derecha (35%) que se impondría entre los 35 a 49 años (42%) y los de 50 a 64 (38%). A Macron le siguen siendo fieles los mayores de 65 años.

El partido de Marine Le Pen ha logrado conquistar el voto del 38% de las mujeres y el 32% de los hombres. La izquierda tendría, por el contrario más hombres (29%) que mujeres (25%).

La fidelidad del votante puede ser clave. Los macronistas parecen los más dubitativos (74%) junto a los socialistas (69%) y ecologistas (78%) mientras que los partidarios de Mélenchon parecen decididos a respaldar en masa a sus candidatos (92%).

En definitiva, y a falta de siete días para las elecciones legislativas más importantes de Francia en décadas, Le Pen y el presidente de su partido marchan en cabeza hacia la victoria. Los sondeos demuestran que la apuesta de Macron va camino de convertirse en un tiro en el pie del presidente pero éste, optimista irreductible, aún confía en que la disensiones hagan mella en la izquierda de forma, que al calor de las triangulares de la segunda vuelta (7 de julio) y de la maquinaria de propaganda del sistema, pueda darle la vuelta al partido.

"Si perdemos, prefiero darle las llaves de Matignon [residencia del primer ministro] al RN en 2024 que las del Elíseo a Marine Le Pen en 2027", dijo Macron el 9-J ante los estupefactos dirigentes de su mayoría. El presidente del RN, Jordan Bardella, ha afirmado en público que si no tiene "mayoría absoluta rehusará ser nombrado primer ministro". Por eso, se empieza a hablar ya de un gobierno de técnicos, a la belga.