Tommy Robinson, el agitador 'ultra' fugado de la justicia que instiga a la violencia en Reino Unido
Este activista radical, supremacista blanco y contrario a la inmigración huyó del país hace una semana, pero alienta los disturbios desde las redes sociales.
6 agosto, 2024 02:00Tommy Robinson es "un enemigo del Estado británico". Al menos así es como este activista radical contrario a la inmigración y antieuropeo se describe a sí mismo en su libro, una autobiografía en la que trata de explicar el origen de su pensamiento supremacista y el porqué de su periplo por los tribunales y por unas cárceles que -dice- están "dirigidas por el inframundo musulmán".
Robinson tiene 41 años y su verdadero nombre es Stephen Christopher Yaxley-Lennon. Sin embargo, desde hace dos décadas todo el mundo en Reino Unido le conoce por su apodo, asociado a los movimientos de ultraderecha y los supremacistas blancos. Por eso, no es de extrañar que haya sido identificado como uno de los principales instigadores de las violentas protestas que desde la semana pasada han sembrado el caos en varias ciudades del país, como Liverpool, Bristol, Hull o Manchester.
Según las autoridades británicas, los alborotadores son en su mayoría partidarios de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), un grupo de extrema derecha fundado por Robinson en el 2009 en respuesta a las quejas de grupos musulmanes contra las tropas británicas que volvían de Afganistán. A ellos se le habrían sumado matones locales en busca de pelea y adolescentes ociosos que también habrían atacado a la policía con piedras, botellas, latas de cerveza o sillas, y tratado de incendiar mezquitas y hoteles donde se albergan a solicitantes de asilo.
La situación se ha vuelto tan preocupante que el primer ministro británico Keir Starmer se ha visto obligado a reunir al comité de emergencias COBRA y anunciar la creación de un "ejército permanente" para hacer frente a los disturbios, que empezaron tras el asesinato a sangre fría de tres niñas y el tsunami de desinformación que siguió al ataque, perpetrado por un joven de 17 años de nacionalidad británica y de padres ruandeses.
Lo curioso es que en estos días en los que las calles se han llenado de proclamas antiinmigración -como "Queremos que nos devuelvan nuestro país" o "Detened los barcos", en referencia a los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha- a Robinson no se le ha visto ni esperado en las revueltas. ¿El motivo? Huyó del país (y de la justicia) un día antes de que todo estallara.
Una fuga ajustada
La cronología de los hechos no podría ser más ajustada. El pasado domingo 28 de julio, Robinson fue detenido por bajo la ley antiterrorista después de que el sábado exhibiera en Londres durante una manifestación -bautizada como "concentración patriótica"- una película cuya difusión había sido previamente prohibida por el Tribunal Supremo. En concreto, se trata de un documental (Silenced) en el que Robinson repite afirmaciones falsas que hizo sobre un refugiado sirio y que lo llevaron a perder un caso por difamación en 2021.
Ese mismo día fue puesto en libertad bajo fianza. El lunes, Robinson debía comparecer ante el tribunal para responder a la acusación de desacato, pero no lo hizo. En su lugar, el domingo por la noche salió del país a través del Eurotúnel (el túnel ferroviario que une Reino Unido y Francia) para escapar de las autoridades, según recoge The Guardian.
Ese mismo lunes, el 29 de julio, Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Gales de padres ruandeses, entró con un cuchillo a un taller dedicado a Taylor Swift que se celebraba en un centro recreativo en la ciudad costera de Southport (en el noroeste) y mató a tres niñas e hirió a ocho menores y a dos adultos.
En cuestión de horas, cuando las autoridades aún no habían difundido la identidad del atacante, comenzó a divulgarse información falsa en redes sociales de que el agresor era un solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha. Eso desató la furia de los grupos de ultraderecha que relacionaron lo sucedido con la migración y la comunidad musulmana del país. El martes por la noche, estallaron los enfrentamientos en Southport y comenzaron a extenderse por toda la isla.
No es la primera vez que Robinson tiene problemas con la justicia. En 2005 fue condenado por agresión a un agente de policía durante una pelea doméstica, en 2012 por tratar de utilizar documentos falsos para entrar en Estados Unidos, dos años más tarde por fraude hipotecario y en 2018 por desacato a la justicia. Ha pasado por prisión hasta en cuatro ocasiones y en 2020, después de salir de prisión se instaló en Marbella, a pesar de haber exigido la expulsión de los españoles de Reino Unido.
Desde la semana pasada se desconoce el paradero de este activista anti-Islam, aunque la prensa británica lo sitúa en Chipre, donde estaría disfrutando de sus vacaciones. No obstante, Robinson no ha dudado en seguir alentando las protestas (y el odio) en su país a través de las redes sociales.
En su cuenta de X, donde acumula casi un millón de seguidores, ha publicado mensajes en los que señala a "bandas de musulmanes que atacan a los ciudadanos después de que el Gobierno les diga que son del EDL" y que las "organizaciones benéficas de extrema izquierda les digan que tiren ácido a los coches".