La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, durante el pleno en el que fue reelegida para un segundo mandato en julio

La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, durante el pleno en el que fue reelegida para un segundo mandato en julio Parlamento Europeo

Europa

La opacidad de Metsola sobre las actividades de su marido lobista generan recelos en Bruselas

La presidenta de la Eurocámara niega cualquier irregularidad o conflicto de interés tras la información publicada por Politico.

5 septiembre, 2024 02:35
Bruselas

La opacidad de Roberta Metsola sobre las actividades de su marido lobista genera recelos en Bruselas. La maltesa se habría beneficiado de una "excepción" en el código ético aprobado por la Eurocámara tras el estallido del Qatargate, según ha denunciado Politico, uno de los medios más influyentes en la capital comunitaria. Una reforma que obliga a los altos cargos de la Eurocámara a declarar cualquier conflicto de interés, incluyendo "los que afectan a su familia, a su vida emocional o a sus intereses económicos". Pero esta exigencia de transparencia deja fuera a la jefa máxima: la propia presidenta.

Gracias a esta excepción, Metsola no ha tenido que informar públicamente de que su marido, Ukko Metsola, es el principal lobista en la UE del Royal Caribbean Group, la segunda compañía de cruceros más grande del mundo y por tanto una empresa altamente contaminante. El resultado es que el trabajo de Ukko ha pasado prácticamente desapercibido, incluso mientras trabajaba para influir en la legislación medioambiental comunitaria, que en última instancia firma la presidenta de la Eurocámara, afirma Politico.

"La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, se olvidó de declarar que su marido es lobista de una gran empresa contaminante. ¿Cómo podemos aspirar a instituciones transparentes si sus líderes se eximen de las reglas que imponen? ¡No son reglas de aplicación variable!", se ha quejado la copresidenta del grupo de La Izquierda en la Eurocámara, Manon Aubry, que pertenece a La Francia Insumisa.

[La Eurocámara reelige a la maltesa Roberta Metsola como presidenta por mayoría aplastante]

"El problema es que, de acuerdo con las reglas, la presidenta está exenta de declarar este tipo de posibles conflictos de interés. La reforma del código ético que se hizo el año pasado es insuficiente y tiene un agujero que debe cerrarse", explica a EL ESPAÑOL Nick Aiossa, el director de la oficina en la UE de Transparencia Internacional. Además, la Eurocámara no prohíbe estos conflictos de interés sino que se limita a establecer obligaciones de transparencia, lo que a su juicio no es suficiente para salvaguardar la integridad de las instituciones.

"La excepción Metsola se reduce a otorgarle a su esposo acceso ilimitado al poder, la moneda más valiosa (vendible) en Bruselas", escribe Alberto Alemanno, profesor de derecho comunitario en la Escula de Estudios Superiores de Comercio de París.

El gabinete de Metsola niega categóricamente cualquier irregularidad u opacidad en las actividades de su marido. "La presidenta siempre ha seguido todas las reglas del Parlamento sobre declaraciones o conflictos de interés de forma rigurosa, tanto en el espíritu como en la letra de las normas", ha dicho a EL ESPAÑOL su portavoz, Jüri Laas. La llamada 'excepción Metsola' fue redactada por el comité de Asuntos Constitucionales y aprobada en el pleno y no es una decisión caprichosa de la presidenta, añade.

"El trabajo del esposo de la presidenta no es nuevo ni se ha desvelado ahora. Ha sido debidamente registrado y hecho público en el Registro de Transparencia de la UE. La presidenta siempre ha utilizado su cargo con el único fin de representar los intereses del Parlamento Europeo. El Parlamento refuta, en los términos más enérgicos posibles, cualquier conjetura que alegue lo contrario", ha zanjado el portavoz.

El propio marido de Metsola ha hablado con Politico y sostiene que la pareja ha construido una especie de "muralla china" para prevenir conflictos de interés. Desde que Roberta fue elegida presidenta en enero de 2022, él ha dejado de hacer lobby directamente sobre los eurodiputados "para evitar incluso la percepción de irregularidades". De hecho, Royal Caribbean ha contratado a una persona adicional para interactuar con el Parlamento.

Como parte de sus esfuerzos para mantener separadas sus vidas profesionales, los Metsolas acordaron que la presidenta no haría ninguna declaración pública sobre la industria naviera. "Incluso antes de que mi esposa se convirtiera en presidenta, como parlamentaria europea durante más de 11 años, nunca dijo nada sobre el transporte marítimo, y mucho menos sobre los cruceros”, ha dicho Ukko a Politico. Sin embargo, esta publicación asegura que Metsola ha roto esta promesa en dos ocasiones, la última en 2022.

La presidenta de la Eurocámara, que pertenece a la familia del Partido Popular Europeo, se ha convertido en una de las líderes más influyentes de la UE. Su imagen de mujer joven y dinámica y su capacidad de tender puentes y generar consensos le han valido una mayoría aplastante para su reelección el pasado julio: 562 de los 623 votos emitidos, el 90% del total, el mayor apoyo de la historia. En Bruselas se rumorea que su próxima aspiración es convertirse en primera ministra de Malta. La polémica sobre las actividades de su marido proyecta las primeras sombras sobre su trayectoria.