Los manifestantes parisinos tomaron la plaza de la República en la manifestación contra Macron.

Los manifestantes parisinos tomaron la plaza de la República en la manifestación contra Macron. Benoit Tessier Reuters

Europa FRANCIA

La izquierda francesa 'toma la Bastilla' por el "doble juego" de Macron y promete un otoño caliente

El Frente Popular no se limitára a agitar las calles y presentará una moción de censura tan pronto como abra la Asamblea Nacional.

8 septiembre, 2024 02:41
París

La frustración de una parte de la izquierda francesa se expresó con fuerza este sábado tras el anuncio de un primer ministro del partido Los Republicanos, Michel Barnier. Fue una manifestación en nombre del reconocimiento político después de las elecciones legislativas, en las que la alianza del Nuevo Frente Popular (NFP) fue primera fuerza. "Devuelvan el poder al pueblo. Ganamos, y Macron no escuchó nuestra decisión, no respetó el voto", declara Margo, una bordelesa de 47 años, presente en la protesta de París.

"Una gran decepción, un verdadero hartazgo y una frustración creciente", afirma Malo Le Fur, estudiante de Sciences Po en París. "Hubo un gran esfuerzo por parte de la izquierda, del Nuevo Frente Popular y de los jóvenes en estas elecciones, todo esto para nada, ya que el resultado no fue respetado", añade Le Fur.

En la misma línea, Chloé, arquitecta de 32 años, comenta: "No es sorprendente viniendo de Macron, ya nos estamos acostumbrando, pero no esperaba que el primer ministro fuera tan terrible: es homófobo, mayor y representa a un partido que quedó cuarto en las elecciones...". "Es un primer ministro reaccionario con ideas demasiado cercanas a la extrema derecha", continúa. "Hay una clara negación de la voluntad del pueblo".


 
Muchos manifestantes denuncian un "doble juego" por parte de Macron, acusándolo de haber "basado su estrategia legislativa en el arco republicano" y en la contención de la extrema derecha, para finalmente "darle la vuelta a la tortilla". Arthur, un estudiante de 25 años, insiste: "Ha destruido las instituciones democráticas, mostrando que el voto ya no sirve de nada". El anuncio del primer ministro fue recibido como una oleada que provocó movilizaciones en toda Francia.

Este sábado se llevaron a cabo 150 manifestaciones en el país, según los organizadores, y "esto es solo el primer paso", asegura Arthur. "No nos vamos a rendir. Macron intenta silenciar nuestra voz, como siempre", añade el joven.
 
Las protestas en las calles no serán el único frente del NFP. Se presentará una moción de censura tan pronto como abra la Asamblea Nacional, con el objetivo de derribar al gobierno. La nueva Asamblea, que por primera vez desde la Quinta República cuenta con tres bloques principales, deberá intentar formar una mayoría parlamentaria, en la que los diferentes partidos del NFP no colaborarán: "Pediremos la censura del gobierno de Barnier", ya anunciaron los insumisos, los socialistas y los ecologistas en un comunicado conjunto publicado en X el pasado jueves.


 
Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, también aseguró en una entrevista con el medio France Inter que "ninguna personalidad de su partido formará parte de ese gobierno". Se espera un bloqueo legislativo para impedir un acuerdo común, y las manifestaciones continuarán en toda Francia. En un comunicado de prensa, el Partido Socialista afirmó que "al negarse a nombrar como primer ministro a una figura del Nuevo Frente Popular, Macron rompe con una tradición republicana compartida y respetada hasta ahora", añadiendo que Macron ha "pisoteado el voto de los franceses" y que por esa razón "el grupo socialista censura al gobierno de Michel Barnier".
 
Por otra parte, una parte de la juventud del NFP se declara "entre la revuelta y la desesperación". Chloé explica: "Nos damos cuenta de que las manifestaciones y, a través de ellas, el pueblo, ya no son escuchados. Los chalecos amarillos son un ejemplo perfecto. Se manifestaron durante dos años para, al final, no conseguir absolutamente nada. Ya casi no vemos el sentido de luchar". Y añade que, "aunque las manifestaciones hoy en día ya no sirvan de mucho, al menos nos hacen sentir menos solos y nos muestran que somos muchos".
 
Si bien la izquierda intenta unirse a través de las distintas protestas, también se encuentra dividida respecto a las decisiones previas a esta nominación.

Anne Hidalgo, alcaldesa de París, expresa su "profunda indignación" contra el Partido Socialista, al que culpa de haber impedido la nominación del socialista Bernard Cazeneuve como primer ministro: "Pudimos haber tenido un primer ministro de izquierda más acorde con el voto de los franceses en la segunda vuelta de las legislativas. Ese nombre es Bernard Cazeneuve". Hidalgo insiste en que "podría haberse reconsiderado, en ciertas condiciones, la ley sobre las pensiones", una reforma implementada por Macron mediante el artículo 49.3, que desató múltiples protestas en la sociedad francesa.