Rusia dice que EEUU da luz verde a Ucrania para bombardear Moscú y advierte: "Hay un límite"
"Una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles, pero toda paciencia tiene un límite", advierten.
15 septiembre, 2024 03:07"La decisión de permitir que Kiev ataque está tomada; se ha dado carta blanca y se han concedido indulgencias. Por eso, responderemos de forma brutal", así de contundente se mostró el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Ryabkov, ante la agencia rusa TASS. En un tono más contundente quiso expresarse el subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, que advirtió que "Rusia está siendo paciente. Es evidente que una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles, pero toda paciencia tiene un límite".
Sin embargo, desde el lado occidental 'los aliados' discuten si permitir a Ucrania usar sus armas para atacar a Rusia fuera a cambiar considerablemente el curso de la guerra. El primer ministro británico, Keir Starmer, llegó a Washington el viernes para discutir con el presidente estadounidense, Joe Biden, esta concesión.
Mientras tanto, la cifra de cautivos intercambiados entre Ucrania y Rusia llegó a los 1994 el sábado. En esta ocasión fueron 206 personas las liberadas en la región de Kursk, muchas de ellas, prisioneras del Kremlin desde hace más de dos años. Según informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado, cada bando intercambió 103 soldados con la mediación humanitaria de los Emiratos Árabes Unidos. A finales de agosto, ambos bandos también canjeraon 230 prisioneros de guerra, lo que incluía a un buen número de reclutas rusos que fueron apresados en Kursk cuando cumplían el servicio militar.
Nada cambiaría
Los funcionarios estadounidenses, durante la charla entre Starmer y Biden, señalaron que Ucrania ya cuenta con la capacidad para atacar objetivos en Rusia utilizando drones y que, a pesar de que los misiles ATACMS de largo alcance suministrados por Estados Unidos si que mejorarían su capacidad, no serían suficientes para cambiar la dinámica.
En alusión a Ucrania, en Washington también se recalcó el verdadero rumbo que debería de tomar la estrategia de Zelenski. Más allá de pedir más armas para atacar suelo ruso "Kiev debería centrarse en detener el avance ruso en el este del país".
No obstante el principal miedo continúa sobre la mesa: el inicio de una guerra directa entre la OTAN y Rusia. Tal y como planteó Joe Biden. En relación a ello, Riabkov declaró ante TASS que "Moscú envía mensajes periódicamente a Washington. En el transcurso de estos contactos, se transmiten todas las señales necesarias por nuestra parte. Por eso digo que realmente estamos comprometidos en un trabajo político y diplomático permanente con el objetivo de evitar que la situación se convierta en una crisis incontrolable".
Vladimir Putin dijo que Ucrania no puede lanzar ataques dentro de su territorio sin la ayuda de Occidente ya que necesita inteligencia satelital y datos de entrada de vuelos para hacerlo. Según el presidente ruso, el debate actual entre los países de la OTAN no se limita al posible uso por parte de Kiev de armas occidentales de largo alcance, sino también a la posibilidad de involucrarse directamente en el conflicto.
Irán en el tablero
El pasado martes EEUU aseguraba que Rusia habría recibido misiles balísticos por parte de Irán, por lo que anunció nuevas sanciones a barcos y compañías "involucrados" en el suministro de armas iraníes a Moscú. Una información que fue "advertida" de forma previa por el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, David Lammy.
"Probablemente los utilizará dentro de unas semanas contra Ucrania", dijo Blinken, citando información de inteligencia que, según él, ha sido compartida con aliados y socios de Estados Unidos en todo el mundo.
En su defensa, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo el miércoles que no habían entregado ningún misil balístico a Rusia y que las sanciones impuestas a Irán por Estados Unidos y las tres potencias europeas no resolverían ningún problema entre ellos. "Una vez más, Estados Unidos y el 'E3' actúan basándose en información errónea y una lógica defectuosa. Irán NO ha entregado misiles balísticos a Rusia. Punto. Las sanciones no son una solución, sino parte del problema", dicta el comunicado.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 condenaron el sábado "en los términos más enérgicos" las exportaciones de Irán y la adquisición de misiles balísticos iraníes por parte de Rusia. "Irán debe cesar inmediatamente todo apoyo a la guerra ilegal e injustificable de Rusia contra Ucrania, que constituyen una amenaza directa al pueblo ucraniano así como a la seguridad europea e internacional en general", dicta el comunicado.
Igualmente, en el mismo sentido que Irán, Rusia negó tales acusaciones. "Nuestra cooperación ha superado la prueba del tiempo y no contiene elementos que supongan una violación desde el punto de vista de las obligaciones internacionales o de alguna manera influyan negativamente sobre la seguridad de alguien o en algún equilibrio regional", dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, según la agencia TASS.
Casi 2000 liberados
Pese al tercer intercambio de prisioneros de guerra desde la incursión de Kiev en territorio ruso, las tropas ucranianas siguen presionando e incluso avanzando en algunas zonas de la región rusa de Kursk.
Según el proyecto analítico ucraniano DeepState, en la región de Kursk las fuerzas de Kiev ocuparon Vetreno, Durovka y parte de Zhuravli, en tanto que los rusos recuperaron Snagost con los pueblos circundantes y avanzaron hacia Liubimivka.
El Ejército ruso lanzó esta semana una contraofensiva en Kursk, donde las tropas ucranianas entraron el 6 de agosto para tratar de alejar los ataques rusos contra las regiones nororientales de Járkov y Sumi y ralentizar la presión rusa en el frente oriental de Donetsk, y llegaron a ocupar 1.300 kilómetros cuadrados de territorio.
Rusia asegura haber recuperado el control sobre diez localidades y, si bien el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, admitió esta semana que está en marcha una contraofensiva de Rusia, tanto el Pentágono como el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) consideran hoy por hoy la operación de "marginal".
También Zelenski asegura que Rusia no ha obtenido "logros importantes" en el contraataque, para el que Rusia planea -según dijo- aumentar el número de soldados desplegados en Kursk a entre 60.000 y 70.000.