Fracasa la primera reunión sobre Gibraltar en Bruselas con el Gobierno laborista de Starmer

Se trataba de la tercera reunión en Bruselas a nivel ministerial, pero la primera desde el cambio de Gobierno en Londres. Por parte de la Unión Europea los interlocutores no han cambiado: el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. La novedad era el ministro británico de Exteriores, David Lammy, que ha sustituido a David Cameron y con el que Albares se vio el lunes en Londres. En la delegación de Reino Unido repetía además el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo.

Por primera vez, se ha difundido una imagen de los cuatro negociadores sentados alrededor de la mesa. Una fotografía que resulta incómoda para España por situar al ministro principal del Peñón como interlocutor al mismo nivel que el resto. En los dos encuentros anteriores, las únicas imágenes que hay de los cuatro son de pie.

[Albares y Cameron no logran cerrar el acuerdo sobre Gibraltar aunque aseguran estar "cerca"]

"Sobre la base de los progresos significativos alcanzados en las reuniones de 12 de abril y de 16 de mayo, las conversaciones mantenidas hoy han sido constructivas y productivas, resultando en avances adicionales sobre asuntos complejos de la negociación, en particular en las cuestiones relativas a personas y bienes", reza el comunicado conjunto difundido por Reino Unido y la UE al término del encuentro.
​
"La reunión ha reafirmado el compromiso compartido para alcanzar un Acuerdo UE-Reino Unido que traiga confianza, seguridad jurídica y estabilidad a la población de toda la región, salvaguardando las posiciones jurídicas de cada una de las partes. (Los negociadores) han acordado permanecer en constante contacto y que los equipos trabajen estrecha e intensamente en las cuestiones pendientes", concluye el breve comunicado.

Aunque la actual Comisión concluye su mandato el 31 de octubre, ninguno de los negociadores ha fijado plazos para concluir el acuerdo. Más de 4 años después de que se materializara la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el estatus de Gibraltar es el único fleco del Brexit que todavía no se ha resuelto. Hasta ahora ha habido 18 rondas de diálogo a nivel técnico, aparte de las tres a nivel político, sin que se conozca ningún resultado concreto. De hecho, la negociación sobre Gibraltar es una de las más opacas que se recuerda en Bruselas. 

"Hemos tenido avances en los aspectos fundamentales, la libertad de movimiento de personas y la libertad también de movimiento de bienes. Queda todavía trabajo técnico sobre aspectos muy prácticos. Hemos quedado en seguir trabajando y redoblar la intensidad en las próximas semanas para poder ya de una vez por todas concluir lo antes posible este acuerdo", ha dicho Albares al término de la reunión.

Los negociadores sobre Gibraltar, durante la reunión de este jueves en Bruselas Comisión Europea

"Por parte de España ha quedado claro nuestra posición totalmente constructiva, totalmente a favor de conseguir ese acuerdo. Y dejando claro que nosotros consideramos que es bueno para Gibraltar y para los 300.000 andaluces del campo de Gibraltar que haya libertad de movimientos de personas y de bienes. Pero que al mismo tiempo tenemos que garantizar que los controles dentro del espacio Schengen y de la libertad de movimientos, y dentro de la unión aduanera y por lo tanto de la libertad de movimiento de bienes, son respetados y son aplicados exactamente igual que en el resto del espacio Schengen o de la unión aduanera", afirma el jefe de la diplomacia española.

El nuevo Gobierno de Starmer se ha marcado como objetivo en sus negociaciones con la UE sobre Gibraltar proteger la soberanía y la autonomía militar del Reino Unido y garantizar la prosperidad del Peñón y la región. Londres tiene ahora mismo dos líneas rojas infranqueables: no entrar en ningún acuerdo en virtud del cual Gibraltar pase a estar bajo soberanía de otro Estado y nunca entrar en un proceso de negociación con el que el Peñón no esté satisfecho.

El objetivo del acuerdo entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar es desmantelar definitivamente la Verja con el propósito de facilitar el tránsito de los más de 10.000 trabajadores españoles que cruzan cada día la frontera y crear un "área de prosperidad compartida" con el Campo de Gibraltar.

Los controles se trasladarán al puerto y el aeropuerto del Peñón y los ejercerá la guardia europea de fronteras (Frontex), aunque Gibraltar no entrará formalmente en el espacio Schengen. Las soluciones concretas para llevar a la práctica estos cambios han sido el principal problema desde el inicio de la negociación. El Tratado también debe cubrir la gestión del aeropuerto y el tránsito de mercancías. La fiscalidad que se aplica a las mercancías es otro de los escollos del diálogo.