Ursula von der Leyen da la bienvenida a Keir Starmer en su visita a la sede de la Comisión Europea en Bruselas

Ursula von der Leyen da la bienvenida a Keir Starmer en su visita a la sede de la Comisión Europea en Bruselas Comisión Europea

Europa

Starmer escenifica en Bruselas el "reinicio" de la colaboración con la UE aunque las divergencias persisten

Von der Leyen reclama a Londres que cumpla los acuerdos existentes como precondición para mejorar las relaciones tras el Brexit.

2 octubre, 2024 17:02
Bruselas

Es la primera vez que un primer ministro británico visita las instituciones comunitarias en Bruselas desde 2019, justo antes de que se consumara el Brexit. El laborista Keir Starmer ha escenificado este martes en la capital comunitaria su deseado "reinicio" de la cooperación con la Unión Europea tras el trauma del divorcio y el caos de los últimos Gobiernos tories, pero pese a las buenas intenciones de las dos partes, persisten importantes diferencias sobre cómo encarar la nueva fase de las relaciones entre la UE y Londres.

"Estamos decididos a volver a situar esta relación en una base estable y positiva que creo que todos queremos ver", ha dicho Starmer en una breve comparecencia conjunta con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. El primer ministro británico se ha reunido además con el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola.

"Reino Unido es más fuerte cuando trabajamos en estrecha colaboración con nuestros socios internacionales más cercanos. Esto nunca ha sido más importante en un momento en que la guerra, los conflictos y la inseguridad llaman a las puertas de Europa. Una mejor cooperación protegerá nuestras fronteras, nos mantendrá seguros e impulsará el crecimiento económico", ha escrito después en su cuenta de X.
"Estimado Keir, en estos tiempos de gran incertidumbre, los socios con ideas afines como nosotros debemos cooperar más estrechamente", le ha dicho Von der Leyen. La presidenta ha destacado que la UE y Reino Unido mantienen una posición común en cuestiones como la guerra en Ucrania, la crisis en Oriente Próximo o la lucha contra el cambio climático.
"Nuestro alineamiento en asuntos internacionales proporciona una buena base para nuestras relaciones bilaterales. Tenemos un conjunto de acuerdos sólidos en vigor. Deberíamos explorar el alcance de una mayor cooperación mientras nos centramos en la puesta en práctica plena y fiel" de estos pactos, ha insistido la presidenta. Se refería a la correcta ejecución del Acuerdo de Retirada, el Marco de Windsor que rige la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte y el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y Reino Unido.
Los Gobiernos de los Veintisiete reclaman a Londres que cumpla los acuerdos existentes como precondición para mejorar las relaciones tras el Brexit. El laborista Starmer ha descartado de plano volver al mercado único y a la unión aduanera, y a Bruselas le preocupa que (al igual que sus antecesores conservadores) busque una relación a la carta con la UE, con beneficios pero sin ninguna obligación para Londres. Algo que los Estados miembros no están dispuestos a aceptar.
De momento, la UE ha ofrecido a Reino Unido un acuerdo para facilitar la movilidad de los jóvenes entre 18 y 30 años entre ambos lados del canal de la Mancha. Sin embargo, Starmer lo rechaza porque considera que podría interpretarse como un primer paso para restablecer el libre movimiento de personas, uno de los argumentos fundamentales en la campaña del Brexit. Para los europeos (entre ellos los españoles) también es fundamental conservar el derecho a faenar en aguas británicas.
Sin embargo, las aspiraciones de Starmer en su relación con la UE son totalmente diferentes. El primer ministro laborista quiere firmar un acuerdo veterinario para facilitar el tránsito de mercancías y otro pacto que tendría como objetivo reducir los trámites burocráticos a los que se enfrentan ahora los músicos británicos que quieren hacer giras en la UE.
El único asunto en el que hay una cierta convergencia entre Bruselas y Londres es en la necesidad de estrechar las relaciones en materia de seguridad y política exterior, aunque ninguna de las partes ha explicado cómo se concretaría esto en la práctica.
En su encuentro de este miércoles, Starmer y Von der Leyen han coincidido en que "una relación estable, positiva y con visión de futuro redundaría en beneficio mutuo y sentaría las bases para una cooperación a largo plazo", según el comunicado conjunto hecho público al término de la reunión
Ambos mandatarios están de acuerdo en que el primer paso debe ser "definir conjuntamente las áreas en las que una cooperación reforzada sería mutuamente beneficiosa, como la economía, la energía, la seguridad y la resiliencia", eso sí, "respetando plenamente sus procedimientos internos y prerrogativas institucionales". Para ello han pactado "avanzar con ritmo acelerado en esta agenda de cooperación reforzada durante los próximos meses".
Von der Leyen y Starmer se han comprometido finalmente a celebrar regularmente cumbres entre la UE y Reino Unido a nivel de líderes para supervisar el desarrollo de la relación. La primera cumbre se celebrará a principios de 2025.