El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, junto a un retrato de Hassán Nasralá.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, junto a un retrato de Hassán Nasralá. Reuters

Oriente Próximo

Jamenei avisó a Nasralá del plan de Israel para matarlo: Teherán sospecha de 'topos' infiltrados en su régimen

El régimen de los ayatolás teme que hay espías israelíes en Hezbolá y en la Guardia Revolucionaria, lo que ha desatado investigaciones y detenciones.

2 octubre, 2024 17:29

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, que huyera de Líbano días antes de que muriera en un ataque israelí el pasado viernes. Tras su asesinato, el líder supremo del régimen de los ayatolás está profundamente preocupado por una posible presencia de 'topos', infliltrados israelíes, entre los altos rangos del gobierno en Teherán, según señalaron tres fuentes iraníes a Reuters.

Tras la explosión masiva de buscapersonas de Hezbolá el pasado 17 de septiembre, Jamenei envió un mensaje con un enviado para reclamar al secretario general de Hezbolá que partiera hacia Irán. 

El representante del líder supremo citó explícitamente informes de inteligencia que sugerían que Tel Aviv contaba con operativos dentro de Hezbolá y estaba planeando matarlo, según aseguró a Reuters un alto funcionario iraní.

El enviado de Jamenei era un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, el general de brigada Abbas Nilforoushan, quien estaba con Nasralá en su búnker cuando fue alcanzado por bombas israelíes, muriendo también en el ataque. 

Jamenei, que se encuentra escondido en un lugar seguro en Irán desde el sábado, ordenó personalmente el lanzamiento de casi 200 misiles contra Israel de este martes, según informó un alto funcionario iraní.

El ataque fue una represalia por las muertes de Nasrallah y Nilforoushan, así como del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, según informó la Guardia Revolucionaria en un comunicado.

Israel inició este martes lo que calificó como una incursión terrestre "limitada" contra Hezbolá en el sur del Líbano.

El asesinato de Nasralá se produjo tras dos semanas de quirúrgicos ataques israelíes que destruyeron depósitos de armas, eliminaron a la mitad de la dirección de Hezbolá y diezmaron su alto mando militar.

Paranoia en el régimen de los ayatolás

Los temores de Irán por la seguridad de Jamenei y la pérdida de confianza, tanto dentro de Hezbolá como dentro del establishment iraní podrían complicar el funcionamiento efectivo del llamado Eje de la Resistencia, una alianza de grupos armados antiisraelíes.

Este caos está dificultando que Hezbolá elija un nuevo líder, por temor a que la continua infiltración ponga en riesgo al sucesor, según informaron a Reuters cuatro fuentes libanesas.

El asesinato de Nasralá ha llevado a las autoridades iraníes a investigar a fondo posibles infiltraciones en las propias filas del régimen, desde la todopoderosa Guardia Revolucionaria hasta altos funcionarios de seguridad, según un segundo alto funcionario de Teherán. Se centran especialmente en aquellos que viajan al extranjero o tienen familiares que viven fuera del país.

Teherán empezó a sospechar de ciertos miembros de la Guardia Revolucionaria que habían estado viajando al Líbano, afirmó. Las preocupaciones surgieron cuando uno de estos individuos comenzó a preguntar por el paradero de Nasralá.

El sospechoso fue arrestado junto con otras personas, según el primer funcionario, después de que se diera la voz de alarma en los círculos de inteligencia de Irán.