Von der Leyen pide 'soluciones innovadoras' para 'fortalecer las fronteras' con España como único gran país a la contra
- Marlaska defiende prácticamente en solitario que el Pacto Migratorio ya prevé herramientas suficientes para hacer frente a la actual crisis.
- Más información: Sánchez se queda solo: todos los grandes de la UE impulsan expulsiones exprés y repatriar a migrantes irregulares
La soledad del Gobierno de Pedro Sánchez en la UE en materia de política migratoria ha quedado al descubierto en la reunión de ministros del Interior de los 27 celebrada este jueves en Luxemburgo. Mientras que Fernando Grande-Marlaska ha insistido en que la prioridad debe ser la "implementación inmediata" del Pacto de Migración y Asilo, aprobado bajo presidencia española, la mayoría de sus colegas (entre ellos los de Alemania, Francia o Italia) consideran que el Pacto ya ha quedado desfasado por la crisis migratoria y apuestan por endurecer todavía más la legislación con el fin de acelerar las deportaciones de migrantes irregulares.
También la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que acaba de ser reelegida para un segundo mandato con el apoyo de España, prepara "un nuevo enfoque común en materia de retornos (el eufemismo que usa Bruselas para hablar de expulsiones), con un nuevo marco legislativo que permita acelerar y simplificar el proceso", según se recoge en su programa de Gobierno para la legislatura 2024-2027. Von der Leyen ha adjudicado la cartera de Interior y Migración al conservador austriaco Magnus Brunner, cuyo país es uno de los que defienden una línea más dura en política migratoria. Sustituye a la socialista sueca Ylva Johansson, lo que evidencia el cambio de ciclo.
En su carta de mandato, Von der Leyen le encarga a Brunner triplicar el número de efectivos de la Guardia Europea de Fronteras y Costas hasta situarlo en 30.000, tal y como ella misma anunció en su discurso de investidura el pasado julio. El objetivo es "fortalecer las fronteras comunes" y "mantener una posición firme y justa en materia de migración".
El nuevo comisario de Inmigración deberá "desarrollar un nuevo enfoque común en materia de retornos de inmigrantes irregulares, con reglas nuevas y modernas para acelerar y simpificar el proceso, garantizando que las devoluciones de los que no tienen derecho a quedarse se produzcan de forma digna y que las decisiones de retorno se reconozcan mutuamente en toda Europa", prosigue la misiva. Finalmente, la presidenta le pide a Brunner que promueva una reflexión sobre "soluciones operativas innovadoras para hacer frente a la migración irregular".
Aunque Von der Leyen no lo precisa, la "solución innovadora" que cuenta con más apoyos entre los Estados miembros es la creación de centros de migrantes fuera de la Unión Europea para gestionar las demandas de asilo. Se trataría de copiar el modelo del acuerdo que ha cerrado el Gobierno de Giorgia Meloni con Albania.
Hungría, que ocupa la presidencia de turno, ha ido un paso más allá y defiende crear "centros de deportación" en países extracomunitarios. Se trataría de una solución para los migrantes irregulares cuyos Estados de origen se niegan a readmitirlos, que así podrían ser expulsados a países terceros con los que no tienen ninguna relación. Budapest sostiene que este plan reduciría el "efecto llamada" y el número de migrantes dispuestos a embarcarse en viajes peligrosos para llegar a la UE.
En la reunión de este jueves en Luxemburgo, el nuevo ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, ha defendido que la UE debe castigar a los países de origen y tránsito que se nieguen a readmitir a migrantes irregulares, incluso recortando la ayuda al desarrollo.
"Ya tenemos herramientas, pero es necesario avanzar en la mejor utilización de las palancas (de presión) que tenemos, particularmente en lo que respecta a las readmisiones. Pienso en la palanca de los visados, la de la ayuda al desarrollo y también en la comercial. No debemos excluir nada y utilizar estas tres palancas de forma complementaria para facilitar las readmisiones", ha dicho Retailleau.
Los ministros del Interior han abordado además la carta firmada por 14 países europeos (entre ellos Alemania, Italia y Francia) que plantea medidas concretas para endurecer la directiva de retorno. En primer lugar, se trataría de sancionar (no se especifica cómo) a los migrantes irregulares que se nieguen a cooperar en su deportación. El segundo cambio consiste en facilitar la expulsión exprés de los migrantes que planteen una amenaza grave a la seguridad nacional.
La política de repatriaciones de migrantes irregulares es uno de los grandes fracasos de la Unión Europea. Según Eurostat, en 2023 se ordenó la expulsión de 484.160 personas en toda la UE, pero sólo 91.465 (el 18,9% del total) abandonaron el territorio comunitario de forma efectiva. La comisaria Johansson ha asegurado que en los últimos meses las devoluciones han aumentado un 18% de media en la UE, aunque admite que "hay que hacer más".
El secretario de Estado de Interior de Polonia, Maciej Duszcyk, que no firma la carta de los 14, ha anunciado sin embargo que la reforma de la directiva de retorno será una de las prioridades de la próxima presidencia polaca, que empieza el 1 de enero de 2025.
"Existe un amplio reconocimiento entre los 27 de que -como complemento al Pacto Migratorio, que sigue siendo la prioridad- es necesario hacer más en política de retorno. Tenemos que trabajar con la legislación existente y tenemos que revisar la directiva para lograr un sistema de retorno más armonizado, lo cual también es esencial para proteger Schengen. Varios Estados miembros también pidieron que se haga un mayor uso de Frontex, incluso en los aspectos relacionados con los retornos", explica un diplomático europeo.
Frente al llamamiento de la mayoría de ministros del Interior para endurecer la legislación, Marlaska ha defendido que el Pacto Europeo de Migración y Asilo ya ofrece herramientas suficientes. "Tenemos la normativa, implementémosla. Es un acuerdo del conjunto de la Unión Europea y siempre dentro de los parámetros de los derechos fundamentales, que es algo obvio cuando son esos valores los que estructuran la propia Unión Europea", ha dicho el representante español.
Marlaska ha expresado su preocupación por la reciente reitroducción de controles en las fronteras interiores del espacio Schengen por parte de varios Estados miembros y ha reclamado que se restablezca "el espíritu de la libertad de circulación". Pero la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, ha dicho que su país mantendrá estos controles hasta que haya "soluciones europeas" para frenar la inmigración irregular.