La Justicia italiana pide a la Unión Europea que resuelva el caso de 7 migrantes retenidos en un centro de Albania
- Es la segunda vez que la Justicia impide el funcionamiento de estos centros para externalizar desde Albania la gestión de los procedimientos de asilo.
- Más información: Meloni envía a ocho nuevos migrantes a Albania tras el varapalo judicial que le obligó a revocar el primer traslado
El Tribunal de Roma remitió este lunes a la Justicia de la Unión Europea (UE) la situación de los inmigrantes enviados a los centros que el Gobierno italiano ha construido en Albania y, mientras, suspendió la retención de un grupo de siete.
Los inmigrantes -5 de Bangladés y 2 de Egipto- fueron llevados el pasado viernes por el buque militar italiano 'Libra' a los controvertidos centros de Albania y su retención ha quedado "suspendida", por lo que serán devueltos a Italia, según avanzan los medios.
Es la segunda vez que la Justicia impide el funcionamiento de los centros construidos por el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni para externalizar desde Albania la gestión de los procedimientos de asilo.
El pasado 16 de octubre, el Tribunal romano decidió directamente no permitir la retención de un primer grupo de 12 inmigrantes enviado a estos centros.
Los jueces, amparándose en una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), sostuvieron entonces que para que un país pueda ser considerado "seguro" debe serlo en todo su territorio y, por esa razón, ni Egipto ni Bangladés lo son.
La "Operación Albania" forma parte de la estrategia de Meloni para frenar la inmigración irregular procedente del norte de África a través del Mediterráneo central.
La idea es destinar a determinados inmigrantes rescatados en las pateras a estos centros construidos en Albania, al otro lado del mar Adriático (con el beneplácito de su homologo del país balcánico, el socialdemócrata Edi Rama).
Un primer centro está en el puerto de Shengjin, donde los inmigrantes son sometidos a un proceso acelerado para determinar si tienen derecho al asilo, mientras que el otro, en Gjiader, está dedicado a acoger a los rechazados para su eventual repatriación.
Sin embargo, a los centros en Albania no se pueden enviar mujeres, niños, familias o personas vulnerables, pero tampoco inmigrantes que demuestren que escapan de países considerados "inseguros".
Esta estrategia todavía no ha conseguido arrancar del todo. El pasado 14 de octubre el buque 'Libra' llevó a Albania a un primer grupo de 16 inmigrantes pero, al final, todos acabaron siendo devueltos a Italia: cuatro por ser menores o "vulnerables" y el resto debido a la sentencia del Tribunal romano.
El Gobierno de la ultraderechista Meloni reaccionó blindando por decreto la lista de países seguros, manteniendo tanto a Egipto como a Bangladés, en un intento de facilitar la expulsión de los muchos inmigrantes de esos países que llegan a través del Mediterráneo.
Loas y críticas
La estrategia de Meloni en un primer momento suscitó un enorme interés en los países europeos pero también ha sido muy criticada, sobre todo por su difícil factibilidad y su enorme coste.
Todos los inmigrantes que han pasado por Albania, un total de 24 divididos en dos operaciones distintas, fueron rescatados cerca de la isla de Lampedusa y tuvieron que viajar durante dos días hasta ese país a bordo de un buque de la Marina.
Pero también ha supuesto un sonoro encontronazo entre el Ejecutivo y el poder Judicial, ya que representantes del Gobierno, como el vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ha acusado a los jueces de hacer política por impedir las retenciones en los centros albaneses.
La jueza de la sección sobre inmigración del Tribunal de Roma, Silvia Albano, ha denunciado "intimidaciones y presiones".
El ministro de Justicia, Carlo Nordio, instó este fin de semana a la magistratura a "aplicar las leyes" sin entrar en su "factor político" y animó a sus socios políticos a "bajar el tono y evitar la crítica de las sentencias".
Otra polémica ha sido suscitada por el encuentro mantenido la pasada semana por Meloni y el vicepresidente del Consejo Superior de la Magistratura, Fabio Pinelli, que ha sido denunciado como una injerencia.