Alemania, Austria y los nórdicos aprovechan la caída de Asad para reabrir el expediente de los sirios acogidos en Europa
- La nueva Alta Representante pide preservar la integridad territorial de Siria y "rechazar todas las formas de extremismo".
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Si el estallido de la guerra civil en Siria fue el principal detonante de la crisis de refugiados que sufrió la UE en 2015, cuyas réplicas todavía siguen impulsando el auge de la derecha radical y el endurecimiento de la política migratoria en todo el continente, los dirigentes comunitarios esperan ahora que la caída de la dictadura de Bachar al Asad se traduzca en el rápido regreso de los sirios exiliados en Europa a su país de origen.
Cuando todavía no habían transcurrido ni 24 horas desde el hundimiento del régimen, varios Estados miembros —entre ellos Alemania, Austria, Suecia, Finlandia, Dinamarca o Francia— se han apresurado a anunciar que congelan las peticiones de asilo de ciudadanos sirios. Lo hacen sin esperar siquiera a saber si la transición será pacífica o si por el contrario empieza un nuevo periodo de caos.
Frente a la prisa de los Gobiernos, la Comisión de Ursula von der Leyen avisa de que "de momento no se dan las condiciones para los retornos seguros, voluntarios y dignos a Siria", según ha dicho el portavoz de Exteriores, Anouar El Anouni. Es la misma línea que mantiene el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados.
"Estamos convencidos de que la mayoría de los sirios en la diáspora han estado soñando con regresar a su país. Y ahora la actual situación es de gran esperanza, pero también de gran incertidumbre. Corresponderá a cada persona o a cada familia decidir qué desean hacer", ha agregado el portavoz.
En su reacción inicial a la caída de Al Asad, Von der Leyen dijo que "este cambio histórico en la región ofrece oportunidades pero no está exento de riesgos". Su portavoz ha aclarado este lunes que la oportunidad a la que se refiere la presidenta es que surja un Estado democrático en Siria, mientras que el riesgo es que se imponga una nueva tiranía dirigida por el grupo HTS, incluido en la lista negra de organizaciones terroristas de la UE.
Pese a todos estos riesgos, la Oficina para la Migración y los Refugiados de Alemania ha sido la primera en anunciar la congelación temporal de las 47.000 peticiones de asilo de ciudadanos sirios pendientes de resolver. En estos momentos, hay casi un millón de sirios que residen en Alemania. "Muchos refugiados que han encontrado protección en Alemania tienen renovadas esperanzas de regresar a su patria siria", ha dicho la ministra de Interior, Nancy Faeser, que sin embargo admite que la situación en el país "es actualmente muy confusa".
En Austria, donde viven 100.000 sirios, el canciller democristiano Karl Nehammer ha dado instrucciones al ministro del Interior para "suspender todos los procedimientos de asilo en curso". "Apoyaremos a todos los sirios que han encontrado refugio en Austria y quieren regresar a su patria. También es necesario revaluar la situación de seguridad en Siria para que en el futuro vuelvan a ser posibles las deportaciones", ha reclamado Nehammer.
Francia también está trabajando en la suspensión de las peticiones de asilo de sirios y prevé adoptar una decisión en las próximas horas. Por su parte, el portavoz del Gobierno griego, Pavlos Marinakis, ha dicho a los periodistas que la caída de Al Asad "debería abrir el camino de regreso con total seguridad a sus hogares para los refugiados sirios" y "marcar el fin del flujo de refugiados de este país". Suecia, Dinamarca, Finlandia o Bélgica han esgrimido argumentos similares para congelar las solicitudes sirias.
En realidad, la UE ya había empezado a explorar la posibilidad de reiniciar el diálogo con el régimen de Al Asad —roto desde 2011— con el fin de facilitar el regreso de refugiados sirios.
En julio, los ministros de Exteriores de Italia, Austria, Eslovenia, Eslovaquia, Croacia, Grecia, República Checa y Chipre pidieron a Josep Borrell una revisión de la política hacia Damasco. El objetivo último debía ser "lograr las condiciones para el retorno seguro, voluntario y digno de los refugiados sirios".
En el penúltimo Consejo Europeo de junio, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el canciller austríaco reclamaron incluir a Siria en la lista de "países seguros" para poder devolver a migrantes. En los últimos días de su mandato, Borrell planteó la posibilidad de crear un "enviado especial" a Siria para abordar estas cuestiones.
La caída de Al Asad no ha hecho más que acelerar e intensificar la presión para el regreso de los refugiados sirios acogidos en Europa. Una cuestión que figurará en la agenda de la reunión de ministros del Interior de la UE que se celebra este jueves en Bruselas.
"La caída del régimen criminal de Asad marca un momento histórico para el pueblo sirio, que ha soportado un sufrimiento inmenso y demostrado una resiliencia extraordinaria en su búsqueda de la dignidad, la libertad y la justicia", ha celebrado la nueva jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, en un comunicado difundido este lunes en nombre de los 27.
"Es fundamental preservar la integridad territorial de Siria y respetar su independencia, su soberanía, así como las instituciones estatales, y rechazar todas las formas de extremismo", ha destacado la sucesora de Borrell, que se enfrenta a su primera gran prueba de fuego apenas una semana después de haber tomado posesión.