La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, conversa con Donald Trump durante el foro de Davos en enero de 2020

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, conversa con Donald Trump durante el foro de Davos en enero de 2020 Comisión Europea

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Primera andanada de Trump 2.0 contra la UE: "O compran nuestro petróleo y gas o serán aranceles hasta el final"

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Desde que ganó las elecciones en noviembre, Donald Trump -que toma posesión de su cargo el próximo 20 de enero- ya ha vuelto a amenazar con retirarse de la OTAN o imponer recargos arancelarios punitivos a Canadá y México. Pero la Unión Europea se había librado hasta ahora de la furia del presidente electo. Ya no.

"Le he dicho a la Unión Europea que deben compensar su tremendo déficit con los Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas. De lo contrario, ¡son ARANCELES hasta el final!", ha escrito de repente Trump este viernes, sin que nadie sepa por qué, en su red social Truth Social. Nadie en Bruselas sabe decir con qué líder europeo ha hablado el presidente electo antes de publicar su post

Lo cierto es que la primera andanada de Trump 2.0 tampoco pilla por sorpresa a los líderes europeos. Durante su primer mandato, el presidente electo ya tachó a la UE de "enemigo" en materia comercial, impuso aranceles a las aceitunas negras españolas y al acero y aluminio europeos y desencadenó una guerra comercial total a cuenta de los subsidios cruzados a los gigantes aeronáuticos Boeing y Airbus.

En campaña, Trump ha amenazado con derechos de aduana generales de hasta el 20% a todos los productos importados, incluidos los procedentes de la UE, que podrían llegar al 100% en el caso de los coches. En una entrevista a Bloomberg, el magnate se quejó de un déficit comercial que él sitúa en 300.000 millones de dólares (una cifra falsa, la real es de alrededor de 125.000 millones en 2023). "La UE nos trata tan mal", afirma.

A diferencia de lo ocurrido en 2016, esta vez Bruselas se ha tomado las amenazas del candidato republicano muy en serio y ha preparado un plan de contraataque, que consiste en golpear a una serie de productos estadounidenses icónicos que además se fabrican en los estados que más votan a Trump y a los republicanos. Esta lista negra todavía no se conoce, porque la estrategia de la presidenta Von der Leyen pasa por intentar primero la negociación.

"Estamos dispuestos a discutir con el presidente Trump cómo podemos reforzar nuestra ya sólida relación, también hablando de nuestros intereses comunes en el sector energético. Como saben, la UE ya se ha comprometido a eliminar progresivamente las importaciones energéticas desde Rusia y a diversificar las fuentes de suministro", ha explicado el portavoz de Comercio de la Comisión, Olof Gill, al ser preguntado por la penúltima andanada del presidente electo. 

"No vamos a entrar en ningún detalle de lo que eso puede suponer en el futuro, dado que la nueva administración ni siquiera ha tomado posesión. Pero las dos cosas que queremos dejar claras es que hay un alto grado de complementariedad entre la UE y EEUU en nuestras relaciones comerciales y económicas. Y que además la presidenta ha indicado su intención de entablar una relación muy constructiva con la nueva administración, también en cuestiones energéticas", ha subrayado el portavoz.

El Ejecutivo comunitario ha querido rebatir también el argumento de Trump de que EEUU registra un fuerte déficit comercial con la UE. El contraargumento de Bruselas es que se trata de dos economías "profundamente integradas, con un comercio e inversión equilibrados en conjunto". Si bien es cierto que la UE tiene un superávit comercial sustancial en mercancías con EEUU, Washington registra a su vez un superávit importante en servicos respecto a la UE.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 debatieron cómo relacionarse con la nueva administración Trump en el Consejo Europeo celebrado este jueves en Bruselas. La conclusión fue intentar entablar un diálogo sobre una "agenda positiva", según relató la presidenta de la Comisión.

"Somos socios comerciales importantes y compartimos mercados y cadenas de suministro profundamente integrados. Tenemos un interés común en abordar los desafíos económicos globales, como el exceso de capacidad china. Al mismo tiempo, nos estamos preparando para diversos escenarios", avisó Von der Leyen.

La alemana ya ha sugerido en el pasado que la UE aumente las importaciones de gas natural licuado procedente de EEUU como oferta de paz para aplacar la furia de Trump. Una recomendación similiar la ha formulado también la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, que alerta de que una guerra comercial abierta entre Bruselas y Washington perjudicaría a todo el mundo.