Estonia lanza una operación naval en el Báltico para proteger el cable eléctrico Estlink tras los últimos actos de sabotaje
- Este jueves Finlandia detuvo y escoltó hasta sus aguas territoriales a un petrolero perteneciente a la flota rusa en la sombra como autor del sabotaje.
- Más información: Europa redobla la protección de los cables eléctricos submarinos ante el temor de que Rusia o China traten de cortarlos
Las fuerzas armadas de Estonia han lanzado este viernes una operación naval para proteger el cable eléctrico submarino Estlink 1, después de que el Estlink 2 sufriera este miércoles un posible acto de sabotaje que ambos países ya están investigando. Todo apunta a que Rusia estaría detrás de lo ocurrido.
El ministro de Asuntos Exteriores estonio, Margus Tsahkna, ha confirmado que varias patrullas, entre ellas un buque de guerra, están ya en el mar Báltico con dos objetivos clave: proteger los cables eléctricos y de comunicaciones e iniciar los estudios para su reparación, ya que al menos tres cables de fibra óptica han quedado dañados o inservibles. Estas reparaciones podrían tardar hasta siete meses.
Otros buques de la OTAN también podrían llegar a la zona, según ha confirmado el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur.
La interrupción del suministro eléctrico sobre el Estlink 2, de 658 megavatios comenzó al mediodía del miércoles, dejando sólo el Estlink 1, de 358 MW, en funcionamiento entre ambos países. Por ese motivo, Estonia ha movilizado a sus fuerzas armadas ya que es el único cable de comunicaciones libre de sabotajes y del que depende parte del suministro eléctrico y de Internet de todo el país.
Hay que recordar que el Estlink 2 ya se había averiado con anterioridad este mismo año, pero el nuevo incidente ha levantado sospechas de un posible sabotaje después de que el mes pasado se detectasen daños en dos cables de datos submarinos en el mar Báltico.
Un barco de la flota rusa en la sombra
Este jueves la Guardia Fronteriza de Finlandia detuvo y escoltó hasta aguas territoriales finlandesas a un petrolero que se encontraba en la zona cuando se interrumpió el servicio de un enlace eléctrico entre Finlandia y Estonia.
Este barco probablemente pertenece a lo que se ha denominado la "flota rusa en la sombra" y viajaba desde San Petersburgo hacia Egipto, según informa la publicación británica Lloyds List. Rusia niega cualquier implicación y afirma que "nada de esto es asunto nuestro".
La embarcación, el Eagle S, que enarbola la bandera de las Islas Cook, disminuyó notablemente su velocidad al pasar sobre el cable aproximadamente en el momento en que se interrumpió la transmisión. Además, y según las primeras investigaciones, las anclas de Eagle S no estaban en su sitio, lo que ha despertado todo tipo de sospechas.
Dos cables de fibra óptica propiedad del operador finlandés Elisa que unen Finlandia y Estonia aparecieron rotos, mientras que un tercer enlace entre los dos países, propiedad de la empresa china Citic, fue dañado.
También se cree que un cuarto cable de Internet, que va entre Finlandia y Alemania y que pertenece al grupo finlandés Cinia, fue cortado.
Presencia de la OTAN en el Báltico
La OTAN ya estudia lo ocurrido como un acto de sabotaje. Así lo ha confirmado este jueves por la tarde su secretario general, Mark Rutte, que en su conversación con el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, hablaron de "un posible sabotaje" de los cables submarinos en el mar Báltico.
Este viernes Rutte ha confirmado que la Alianza aumentará la presencia militar en aguas cercanas a Finlandia, donde se produjo el sabotaje tras conversar con los gobiernos de ambos países.
Por su parte, al UE ha condenado "cualquier destrucción deliberada de las infraestructuras críticas de Europa" y confirmó que el buque sospechoso e interceptado forma parte de la flota en la sombra rusa, "que amenaza la seguridad y el medio ambiente, al tiempo que financia el presupuesto de guerra de Rusia".