Andriy Zahorodniuk, exministro de Defensa de Ucrania.

Andriy Zahorodniuk, exministro de Defensa de Ucrania.

Europa HABLANDO SOBRE EL MUNDO

Zagorodnyuk, exministro de Zelenski: "Europa ya no puede confiar en EEUU, ¿qué cree que ocurrirá si Putin ataca Estonia?"

Este hombre cercano al presidente apremia a crear una estructura de seguridad europea al margen de Washington y augura un corte de las ayudas americanas a la resistencia como represalia al choque del pasado viernes.

Más información: Zelenski le niega el acuerdo sobre tierras raras a Trump y pide "garantías de seguridad" para seguir negociando

Kyiv (Ucrania)
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Andriy Zagorodnyuk (Ucrania, 1976) sabe cómo se las gastan los rusos. Nació en una república vasalla, se hizo un hombre en un país independiente y sirvió como ministro de Defensa de una democracia atacada, ocupada: en guerra. Su misión más importante fue, entre 2019 y 2020, preparar al presidente Volodímir Zelenski para lo peor: reestructuró el ejército, lo modernizó para acercarlo a la OTAN, para alejarlo de los modos soviéticos, para resistir en el Donbás. Estuvo allí cuando Zelenski quiso cumplir con su promesa de campaña y negociar la paz con Putin, entenderse con ellos para un alto el fuego después de cinco años de resistencia.

Zagorodnyuk recuerda bien aquellos días, los consejos al presidente, a veces recogidos en la prensa, como en esta crónica del Wall Street Journal. Los rusos fingían que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo, y lo escenificaban de diversas maneras. El exministro pone algún ejemplo en esta entrevista, que comenzó hace dos semanas en Kyiv, un día después de sufrir un ataque ruso con misiles balísticos, y que continuó ayer, por teléfono, en un mundo distinto, un día después de la encerrona de la Casa Blanca a Zelenski, ninguneado, atacado y despedido de malas maneras del país por advertir a Trump del peligro de caer en las armas de seducción de Putin. El tono de Zagorodnyuk, ahora asesor externo del gobierno y presidente del think tank Centre for Defence Strategies, también es otro.

Los americanos y los rusos negocian la paz para Ucrania sin Ucrania, sin la Unión Europea, sin que lleguen demasiadas señales desde Washington de que les ilusione añadir más comensales a la mesa. “Siempre sospechamos que Trump querría negociar directamente con Putin”, dijo Zagorodnyuk en Kyiv. “Y es un gran problema. Ucrania debe estar en las conversaciones, y Europa también. Si Europa y Ucrania no forman parte de las negociaciones, si sólo son entre Trump y Putin, la guerra no terminará. Putin sacará más y más condiciones absurdas que no aceptaremos, y todo se convertirá en un juego en el que Trump intentará convencer a Zelenski de aceptar los términos de Putin”.

¿De cuántos países habla cuando habla de Europa?

Más bien hablo de un par de personas designadas conjuntamente por la Unión Europea, por ejemplo. Pero no me corresponde a mí sugerir quiénes son las personas indicadas. Lo fundamental es que haya una voz europea que consulte con el resto, sobre todo cuando la seguridad europea ya no es una prioridad para Estados Unidos. No nos engañemos. Trump habla abiertamente de que estos acuerdos de seguridad a largo plazo para Ucrania son más un asunto europeo que americano, y que no estén los europeos de partida es un problema tremendo.

Teme dejar a Trump a solas con Putin.

Putin es un manipulador. Tendrá todo tipo de pequeños gestos amables con Trump para convencerlo de que sus intenciones son buenas, pero no lo son. Putin no es de fiar, y Trump cae constantemente en su trampa. Como con el profesor que liberó hace unos días [Marc Fogel, más de tres años encarcelado tras pillarle la policía del aeropuerto de Moscú con marihuana medicinal en la maleta] y entregó a Estados Unidos como un obsequio. Trump elogió a Putin como si aquello fuese algo glorioso, y ¿sabe qué?

Diga.

Putin hizo lo mismo con Zelenski en 2018. Arrestó a varios oficiales y marineros ucranianos en la calle, los metió en prisión, allí estuvieron más de un año. Antes de las negociaciones con Zelenski, Putin le hizo un regalo: los liberó. Todo el mundo se emocionó, todo el mundo pensó que era el inicio de algún tipo de desescalada, y no. En realidad, fue una manipulación para obtener concesiones de Zelenski, para colocarlo en una posición de dependencia emocional. Es lo que hace: tiene un pequeño gesto contigo para sacarte ventaja.

El presidente Zelenski y el ministro Zagorodnyuk, en una visita al frente del Donbás en 2019.

El presidente Zelenski y el ministro Zagorodnyuk, en una visita al frente del Donbás en 2019. Oficina presidencial de Ucrania

“Así que si Trump muerde sus anzuelos”, continuó, “viviremos tiempos muy difíciles”. Como si ahora fuesen fáciles. La Casa Blanca hace ver que hay más sintonía con el Kremlin que con Kyiv. Las reuniones entre sus equipos son más productivas. Los trumpistas se entregan sin remilgos a campañas de difamación contra Zelenski. El líder del movimiento lo llama actor de segunda”, “dictador”. Las visitas del francés Macron y el británico Starmer esta semana parecieron calmar los ánimos, y la promesa de un acuerdo a largo plazo por las tierras raras de Ucrania restauró la esperanza entre los europeos.

Pero duró hasta que el ucraniano pisó la Casa Blanca y pidió garantías de seguridad para su país a cambio de la explotación de sus minerales. El vicepresidente Vance lo acusó de “desagradecido”, de irrespetuoso. Trump lo culpó de “jugar con la Tercera Guerra Mundial”, incidió en las analogías casinescas. “No tienes buenas cartas”, le dijo, y Zelenski respondió: “No estoy jugando a las cartas”.

¿En algún momento pensó que pudiese ocurrir algo así?

No, no, para nada. Todos esperamos que fuese distinto, habían cerrado un buen acuerdo para las dos partes. Trump fue educado y amable al principio, no esperábamos que luego se comportase como un tipo que detesta Ucrania. Claro que los problemas eran esperables con Trump, pero nada tan grave como esto. Ahora debemos estar preparados para el corte parcial, si no completo, de los envíos de ayuda estadounidense a Ucrania. Son malas noticias, terribles, pero tendremos que arreglárnoslas para sobrevivir. No tenemos alternativa. Caer en manos de Rusia sería bastante, bastante peor.

¿Qué es lo que más le preocupó de los ataques?

Que, cuando se calentó la conversación, el argumento más usado por Trump fuese que Ucrania no tiene nada a favor, así que sólo le queda aceptar cualquier trato. Eso significaría firmar una paz sin condiciones. Capitular. Rendirnos ante Rusia. Así que una paz sin condiciones es mucho peor que perder la ayuda americana. Lo digo con el debido respeto, pero nos negamos a aceptar esa lógica, que si no tenemos “una carta ganadora” debemos plegarnos a la voluntad de Rusia. No quiero decir con esto que lo que ocurrió en la Casa Blanca fuese necesario. Pudimos ahorrárnoslo. Pero no nos someteremos a las condiciones de Rusia, que quiere, de una manera o de otra, el exterminio de Ucrania.

¿Que cree que hay detrás de la violencia verbal de Trump y Vance, de la propaganda rusa en cada dato...?

Claramente, despreocupación por la paz a largo plazo. Pero es extraño. Sé que Trump no quiere una paz breve, sino duradera. Veremos qué sucede. Con este escenario, no habrá paz a largo plazo. Si aceptamos las condiciones rusas, nos atacarán de nuevo. Es evidente y no es agradable de ver.

"No hay necesidad de colocar a europeos en trincheras al estilo de la Primera Guerra Mundial"

Las intenciones de los europeos para defender Ucrania son buenas, pero ¿darán para tanto?

Esa es la duda. Hay muchas reuniones, muchos debates, y estamos muy agradecidos. Pero la cuestión es si los europeos son capaces de crear una estructura de seguridad alternativa. No sabemos si Europa será capaz, no lo ha hecho antes. Nosotros intentaremos ayudar. Pero lo digo en serio: Europa tiene que construir su propia arquitectura de defensa, ya no puede confiar en Estados Unidos. Si Putin ataca Estonia mañana, ¿qué cree que ocurrirá? No tenemos ni idea. Es probable que Estados Unidos no venga a salvar a los europeos de ninguna situación, ya sea en Polonia o en Estonia. Y si los rusos captan ese mensaje, que los americanos no van a defender a los europeos, el riesgo de que ataquen será extremadamente alto.

Lo tiene claro.

En Estados Unidos hay un control civil muy férreo sobre las fuerzas armadas, y harán lo que el presidente les diga que hagan. Aún quedan personas muy inteligentes en el ámbito de la defensa y el ejército dentro de Washington que conocen la situación extremadamente bien, pero nunca se posicionarán en contra del presidente. Se quedarán callados mientras observan la destrucción de Europa. Sí, puede que algunos participen en debates políticos, que incluso organicen protestas. Pero ya está. Si el presidente ordena la retirada de Europa, las tropas se retirarán. Si decide que no hay que defender a un aliado de la OTAN, no lo defenderán. Todo esto es real, así que Ucrania y la Unión Europea deben buscar juntas la forma de disuadir a Rusia. Ahora es un problema compartido.

¿Le gusta la idea de las botas europeas sobre el terreno?

Potencialmente, sí. Pero mi sugerencia serían botas de aviadores. La clave para la dominación en un campo de batalla es el aire, ahí es donde Ucrania ha tenido dificultades y donde Europa es extremadamente fuerte. No hay necesidad de colocar a europeos en trincheras al estilo de la Primera Guerra Mundial. Eso no servirá de ayuda, a diferencia de cerrar el cielo con una aviación moderna: esa sería una respuesta de alta tecnología a los problemas de la guerra actual. La respuesta no debería pasar por seguir el manual de juego ruso y poner soldados en el terreno a la espera de unos avances que no van a ocurrir. Putin no va a luchar en áreas donde haya tropas europeas, pero tiene 1.500 kilómetros de frente, y 2.000 kilómetros con Bielorrusia, además del dominio marítimo y el aéreo. Puedes tener tropas sobre el terreno con drones y misiles volando sobre tu cabeza. El aire es la clave para la seguridad, y Europa puede ayudar de manera decisiva.

¿Quién sabe? Quizá todo esto adelante el ingreso de Ucrania a la Unión Europea.

¡Ojalá! Es nuestro sueño. Quizá nazca ese liderazgo europeo, sería maravilloso. Todavía conservo la esperanza, todavía hay oportunidades: no todo está perdido. Pero, sin Estados Unidos, la victoria será mucho más difícil de lo que nos gustaría.