La alta representante Kaja Kallas asiste a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.

La alta representante Kaja Kallas asiste a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas. Yves Herman Reuters

Europa

La UE se atasca en el diseño de un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania a horas de que Putin y Trump negocien

La jefa de la diplomacia comunitaria ha puesto sobre la mesa un plan de 40.000 millones de euros, pero los ministros no se ponen de acuerdo en cómo financiarlo.

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En su penúltima reunión en Bruselas, los ministros de Exteriores de la UE -con la visible excepción de Hungría- se conjuraron para redoblar su apoyo militar a Ucrania. El objetivo final es evitar que Volodímir Zelenski se vea obligado a aceptar una rendición forzada por un acuerdo entre Donald Trump y Vladímir Putin. Para ello sería imprescindible que los europeos sean capaces de sustituir a Estados Unidos si Trump vuelve a desconectar el soporte vital a Kiev, como ya hizo tras la encerrona al presidente ucraniano en el Despacho Oval.

Se trata de poner a Ucrania en una posición de fuerza para que pueda decir 'no' a un mal acuerdo, según la fórmula acuñada por Kaja Kallas. La jefa de la diplomacia de la UE ha presentado un ambicioso plan para movilizar hasta 40.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania en 2025, una cantidad que de alcanzarse duplicaría las cifras del año pasado. Para sortear el previsible veto de Budapest, Kallas plantea un sistema de contribuciones voluntarias: cada país debería contribuir en función de su peso económico. 

Sin embargo, a los dirigentes de la UE les está costando mucho más de lo previsto pasar de las promesas a los hechos, aunque el presidente de EEUU no cesa de acelerar los tiempos. Este mismo martes, Trump hablará con Putin para abordar un posible alto el fuego en Ucrania. Una negociación de la que además los líderes europeos han quedado totalmente excluidos. "Ahora mismo aún no hay mesa de negociación, porque Rusia no viene a la mesa de negociación", alega Kallas a modo de excusa. 

A su juicio, los requisitos del Kremlin para un alto el fuego "demuestran que en realidad no quieren la paz, porque lo que presentan como condiciones son todos sus objetivos últimos que quieren lograr con la guerra".

Después de una nueva reunión este lunes en Bruselas, la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de seguridad ha constatado que "hay un amplio apoyo político para la iniciativa de defensa para Ucrania de 40.000 millones", aunque también admite que "quedan muchos detalles pendientes de resolver". Kallas pide a los ministros de Exteriores que aceleren. "Debemos mostrar nuestra determinación ahora y ayudar a Ucrania para que pueda defenderse", ha resaltado. Pero las capitales no se ponen de acuerdo en cómo pagar la abultada factura.

Lo cierto es que el plan de 40.000 millones de Kallas ha abierto una profunda grieta entre los países más próximos al conflicto, como Alemania, Polonia, los Bálticos o los Nórdicos, que son los que más están sosteniendo militarmente a Kiev; y los países del sur (como Francia, Italia, España o Portugal), que ven la guerra de Ucrania como algo lejano y arrastran los pies en sus contribuciones. 

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, rechaza esta caracterización y sostiene incluso que el Gobierno de Sánchez se ha adelantado al plan de Kallas. "España no ha necesitado una propuesta de la Alta Representante para comprometer 1.000 millones de euros para este año, como ya lo hemos hecho en años anteriores. Por lo tanto, España va por delante y dando ejemplo. Lo que yo espero es que todos hagan aportaciones nacionales como lo ha hecho España", ha explicado.

No obstante, si el plan de Kallas sale adelante, a nuestro país le correspondería poner alrededor de 3.500 millones de euros (el 8,6% del total, que es el peso del PIB español en el conjunto de la UE). "En estos momentos no hay ninguna decisión a este respecto, hay un non-paper de la Alta Representante", se defiende el ministro de Exteriores. 

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante la reunión de este lunes en Bruselas

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante la reunión de este lunes en Bruselas Unión Europea

Por su parte, el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, ha dicho que el plan Kallas "debe profundizarse", precisando que Roma "no está sola" en pedir una mayor reflexión. "También tendremos que ver qué sale de la llamada telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin", ha señalado Tajani en Bruselas. 

"Hay diferencias en Europa que tienen que ver con la percepción de la amenaza. Si vives al sur de los Pirineos, no esperas que las tropas rusas vayan a aparecer de repente en la frontera, pero si vives en los países bálticos o en Polonia, eso es mucho más probable. Y eso tiene que ver con la disposición a hacer más o menos sacrificios por Ucrania y la defensa", explica un destacado diplomático europeo.

"No es una discusión fácil. En lo que se refiere al apoyo militar a Ucrania, ya tenemos de facto una coalición de voluntarios. Básicamente son los países del Este, los países nórdicos, Países Bajos y Alemania los que cargan sobre sus hombros mucho más que el resto de Estados miembros", sostiene el diplomático.

En el extremo contrario está Hungría, que bloquea desde hace muchos meses un total de 6.600 millones del Fondo Europeo para la Paz en asistencia militar a Kiev y que no suscribió las conclusiones sobre Ucrania del último Consejo Europeo. Su ministro de exteriores, Péter Szijjártó, tacha de "indignante" el plan Kallas.

"Bruselas y la mayoría de Estados miembros de la UE han escogido un camino que destruirá la economía y la seguridad de Europa en el largo plazo. Hungría no va a participar en esto. Estamos comprometidos con la paz, que ahora está más cerca que nunca", sostiene Szijjártó.

El nuevo paquete de 40.000 millones para Ucrania volverá a discutirse en la cumbre de líderes europeos que se celebra este jueves 20 de marzo en Bruselas, pero las fuentes consultadas tampoco esperan que allí se alcance un acuerdo. "Recordando la iniciativa de la Alta Representante para aumentar el apoyo militar de la UE a Ucrania, el Consejo Europeo insta a los Estados miembros a que intensifiquen urgentemente sus esfuerzos para abordar las acuciantes necesidades militares y de defensa de Ucrania", se limita a señalar el borrador de conclusiones.

Los líderes europeos piden a Rusia que "muestre una auténtica voluntad política de poner fin a la guerra". Hasta que eso no suceda, la UE seguirá intensificando la presión sobre el Kremlin con nuevas sanciones. Además, el Consejo Europeo se compromete a mantener congelados los activos del Banco Central de Rusia "hasta que Rusia cese su guerra de agresión contra Ucrania y le compense por los daños causados por la guerra".