El Ejército sirio lleva meses asediando el bastión rebelde que resiste en el este de la ciudad siria de Alepo, donde también se entremezclan terroristas yihadistas. Este lunes el sector norte de esta zona de la ciudad ha quedado bajo el control de las fuerzas gubernamentales, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos e informaciones oficiales de la agencia siria SANA.



De esta forma los militares leales a Bashar al Asad se han hecho con el control de la carretera que conduce al aeropuerto internacional de Alepo, además de retomar dos barrios por completo y otros dos parcialmente, informaEfe.

"Los rebeldes han perdido el control de todos los barrios en el norte del este de Alepo, lo que supone su peor derrota desde que conquistaron la mitad de la ciudad en 2012", ha indicado el director del Observatorio Sirio, Rami Abdel Rahman, informa Al Jazeera.

10.000 civiles desplazados por las bombas

"Ayer [domingo] fue el peor día que hemos visto desde que comenzó la guerra", dijo el portavoz de la Defensa Civil Ibrahim Abu Leith al canal catarí. "Más de 1.500 familias han huido a la zona controlada por el régimen en la parte occidental de la ciudad. El bombardeo es horrible".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos cuantifica en 10.000 los civiles que huyeron el sábado de la zona atacada, 6.000 de ellos a un distrito también en el norte de la población que aún continúa en manos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada kurdo-árabe apoyada por EEUU. El resto, se han refugiado de las bombas en zonas controladas por el Gobierno. Es "el primer éxodo de este tipo en el este de Alepo desde 2012", según Rahman.

La agencia siria de noticias incide en que ha retomado el control de varios lugares de los alrededores después de matar a las últimas agrupaciones de "terroristas" que quedaban allí. El Ejército sirio, al que apoya Moscú, considera igualmente terrorista al bando opositor como a los yihadistas.

El este de Alepo conserva una población entorno a los 250.000 habitantes, que permanecen bajo asedio desde hace meses, con graves faltas de suministros, especialmente médicos, pues según la Organización Mundial de la Salud los bombardeos terminaron por destruir los 7 hospitales de la zona en cuestión de una semana recientemente.

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