Las fuerzas sirias recuperan el control de una prisión tras un motín del ISIS con 200 muertos
Miles de combatientes del EI permanecen en cárceles o en campamentos de refugiados administrados por los kurdosirios en el noreste del país.
26 enero, 2022 16:28Noticias relacionadas
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) anunciaron este miércoles que han recuperado el control "total" de una cárcel del noreste del país en la que prisioneros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) permanecían amotinados desde el jueves.
"La campaña militar y de seguridad 'Martillo de los Pueblos' culminó al hacerse nuestras fuerzas con el control total de la prisión de Al Sina, en Al Hasaka, y con la rendición de todos los elementos de EI", anunció la alianza armada liderada por kurdos en un escueto comunicado.
Las FSD todavía no se han pronunciado sobre el estado de unos 700 menores vinculados al EI que permanecían en el interior de las instalaciones y estaban siendo utilizados por los combatientes para evitar un asalto a sus posiciones, de acuerdo con la versión de la alianza.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la rendición de un grupo de terroristas que permanecían atrincherados en el sótano de un dormitorio dentro del centro penitenciario y que hasta ahora habían rechazado acogerse a los llamamientos a la capitulación hechos por las fuerzas kurdosirias.
Sin embargo, la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró que todavía quedan algunas partes de la cárcel por peinar y no descarta que haya más yihadistas escondidos en ellas.
Los prisioneros de Geweran, conocida formalmente como Al Sina, se amotinaron por primera vez el pasado jueves por la noche con el apoyo de otros yihadistas en el exterior, que hicieron explotar un coche bomba en el área y tomaron posiciones en residencias civiles cercanas.
Los recuentos de diferentes fuentes estiman que alrededor de 200 personas fallecieron desde el pasado jueves en los enfrentamientos dentro y fuera de la cárcel.
Miles de combatientes del EI y sus familiares permanecen en cárceles o en campamentos de refugiados administrados por los kurdosirios en el noreste del país, la mayoría de ellos tras haber sido detenidos durante la ofensiva para expulsarlos de los últimos territorios que controlaban en esa región en 2019.