Oriente Próximo

Israel prepara el norte del país para la guerra total con Hezbolá: cierra colegios y 'bunkeriza' hospitales

El intercambio de cientos de ataques en las últimas horas amenaza con desencadenar una "catástrofe inminente" en Oriente Próximo.

23 septiembre, 2024 02:37

El fantasma de una guerra total se cierne sobre Oriente Próximo. Israel y Hezbolá han tensado la cuerda hasta el límite en los últimos días y han puesto rumbo a una suerte de callejón sin salida. Tras lanzarse golpes mutuos en las últimas horas, las dos partes beligerantes amenazan con desencadenar un conflicto a mayor escala y provocar que, probablemente, Irán, aliado histórico de la milicia chií libanesa, mueva ficha en la zona con consecuencias impredecibles tanto a nivel militar como geopolítico.

El intercambio de fuego se ha intensificado durante la pasada madrugada en la frontera con Líbano, apenas 48 después del ataque aéreo israelí que el viernes mató en los suburbios de Beirut a 45 personas, entre ellas varios altos cargos de Radwan, la fuerza de élite de Hezbolá. Un duro revés que cerraba una semana trágica para la milicia tras la ola de explosiones de miles de dispositivos de comunicación entre las filas de Hezbolá, atribuidas a Israel, y que dejó noqueado al grupo paramilitar tras la muerte de más de 30 de sus combatientes y casi 3.000 heridos. 

Ante esta situación, Hezbolá no se ha quedado con los brazos cruzados y ha respondido a Israel con el lanzamiento de decenas cohetes contra el norte del país, supuestamente dirigidos contra puestos de avanzada, cuarteles o bases militares. El grupo proiraní y aliado de Hamás ha reivindicado los ataques como parte de su "respuesta inicial" a la explosión masiva de miles de buscapersonas y 'walkie-talkies' en manos de sus miembros.

La reacción de Israel tampoco se ha hecho esperar. Durante la madrugada de este domingo, decenas de aviones de su Fuerza Aérea han atacado ampliamente el sur de Líbano tras detectar que Hezbolá se preparaba para disparar contra su territorio. El Ejército hebreo ha asegurado que ha alcanzado 290 objetivos, incluidos miles de barriles lanzadores de cohetes e infraestructura militar. Se trata del bombardeo más intenso en casi un año de conflicto bélico. 

Secuelas del ataque con cohetes en Kiryat Bialik, en el norte de Israel.

Secuelas del ataque con cohetes en Kiryat Bialik, en el norte de Israel. Efe

El norte de Israel se blinda

En medio de esta escalada de tensión, con ataques mutuos entre Israel y Hezbolá, el Estado judío se prepara para lo que puede avecinarse dentro de sus fronteras si estalla una guerra abierta en la región. Durante la madrugada del domingo las alarmas han sonado en muchas zonas del norte del país debido a los más de 150 proyectiles lanzados por Hezbolá.

Ante la posibilidad de que se produzcan más ataques y debido a la creciente inseguridad, el Gobierno de Netanyahu ha blindado el norte del país y ha decretado nuevas restricciones para la población civil en el norte del país.

El Ministerio de Sanidad ha ordenado que todos los hospitales situados en esta zona operen desde departamentos ubicados bajo tierra y que cancelen las cirugías opcionales. 

La medida afecta a los centros hospitalarios de Carmel, Ziv, Nahariya, HaEmek, Poroya, Italiano e Inglés, mientras que el hospital Rambam de Haifa, el más grande de la zona, se ha visto obligado a mover sus intervenciones al aparcamiento fortificado del centro, según The Times of Israel.

El Hospital Rambam, de Haifa, prácticamente vacío tras la orden del Ministerio de Sanidad.

El Hospital Rambam, de Haifa, prácticamente vacío tras la orden del Ministerio de Sanidad. Efe

Tampoco se libran las escuelas. Miles de niños del norte del país no han asistido este domingo a clase y tampoco lo harán este lunes en todos los centros educativos de Haifa, las zonas del Golán, Galilea y del Valle del Jordán.

La situación es especialmente crítica en Haifa, la tercera ciudad más grande del país se ha blindado este domingo tras verse sacudida, por primera vez en meses, por los ataques del partido-milicia chií. Allí, como en otras ciudades norteñas, también se han limitado las reuniones en espacios exteriores a un máximo de 10 personas y a 100 las reuniones en interior, y se ha obligado a los lugares de trabajo a desarrollar su actividad cerca de refugios antiaéreos. 

Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre, el cierre de escuelas y las evacuaciones se habían limitado tan sólo a las comunidades limítrofes con la frontera libanesa. Sin embargo, los ataques de este domingo han obligado a Israel a aplicar su 'plan de guerra' ante el temor de que lleguen nuevos proyectiles a estos puntos más alejados de la línea divisoria. De hecho, entre la andanada de cohetes, misiles de crucero y drones que han caído durante la madrugada en suelo israelí, hay varios proyectiles lanzados por milicias proiraníes de Irak.

Hacia una guerra total

La situación en la frontera entre Israel y Líbano vive su momento más crítico desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, cuando comenzó el intercambio de fuego cruzado entre ambas partes. Los últimos movimientos del Estado judío apuntan a una nueva fase de las hostilidades, sin temor, como parece indicar, a una guerra total con su enemigo libanés. 

Sin embargo, el incremento del intercambio de ataques no parece que, de momento, amplifique las pretensiones bélicas de Hezbolá y embarcarse en un conflicto abierto contra Israel, pese a prometer hace unos días que daría una respuesta "específica" a la ola de explosiones.

No obstante, la milicia libanesa no se amilana ante los mazazos de los últimos días ni ante las amenazas de Israel, cuyo primer ministro Benjamín Netanyahu ha vuelto a elevar el tono este domingo al advertir a Hezbolá de que si aún no "ha entendido el mensaje", en alusión a la escalada de ataques de los últimos días, pronto "lo entenderá".

Por su parte, la organización chií, en palabras del vicesecretario general de Hezbolá, Naim Qassem, ha avisado de que el movimiento libanés ha entrado en "una nueva fase de ajuste de cuentas" con Tel Aviv y que el grupo se ha hecho "más fuerte".

"Israel cometió tres dolorosos crímenes de guerra contra nosotros que representan los niveles más altos de brutalidad, de los que hemos sido testigos en este siglo y en el anterior. Atacaron a civiles, mujeres, niños, farmacias y hogares", ha advertido Qassem durante el funeral del jefe de su cuerpo, Ibrahim Aqil 'el eficiente', uno de sus más experimentados líderes, muerto en el bombardeo del viernes en Beirut.

Funeral del líder de Hezbolá, Ibrahim Aqil, y del miembro de Hezbolá, Mahmoud Hamad, en Beirut.

Funeral del líder de Hezbolá, Ibrahim Aqil, y del miembro de Hezbolá, Mahmoud Hamad, en Beirut. Reuters

Asimismo, el 'número dos' de Hezbolá ha asegurado que el grupo se ha hecho "más fuerte", y que no se irán del "campo de batalla excepto con la victoria". "No nos dejaremos intimidar por las amenazas y estamos preparados para enfrentarnos a todas las posibilidades militares", ha advertido Naim, que presumió de tener combatientes con "la cabeza alta y las manos en el gatillo". 

"Al borde de una catástrofe inminente"

En apenas cinco días, Israel y Hezbolá se han encaminado al peor escenario posible pese a las constantes peticiones de la comunidad internacional para rebajar las tensiones. La ONU se muestra especialmente preocupada y ha advertido en las últimas horas de que Oriente Próximo "está al borde de una catástrofe inminente".

"Con la región al borde de una catástrofe inminente, no es posible decirlo suficientemente alto: no hay una solución militar que vaya a hacer que cualquiera de las partes esté más segura", ha afirmado la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, en un breve mensaje publicado por su oficina en la red social X.

Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, ha expresado este domingo su "preocupación extrema" por "la escalada en Líbano" y ha pedido que se adopten acciones para evitar "una guerra abierta", en medio del repunte de los enfrentamientos entre Israel y el partido-milicia chií Hezbolá.

Una columna de humo se eleva sobre una zona del sur de Líbano tras un ataque israelí este domingo.

Una columna de humo se eleva sobre una zona del sur de Líbano tras un ataque israelí este domingo. Reuters

La reacción de Irán 

Desde el inicio de la guerra en Gaza hace casi ya un año, todas las miradas de la comunidad internacional apuntan a Irán por su papel hegemónico en la región. Se ha especulado mucho durante los últimos meses con la posibilidad de un inminente ataque del régimen de los ayatolás.

La escalada de tensión entre Israel y Hezbolá ha vuelto a poner el foco en Teherán, que también ha elevado el tono este domingo al afirmar su portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, que "el régimen criminal de Israel "sufrirá el mismo destino" que Sadam Hussein, quien lideró Irak entre 1979 hasta su derrocamiento en 2003 en una invasión encabezada por Estados Unidos y quien dirigió al país durante la guerra con Irán en la década de los 80. 

No obstante, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha rebajado el tono y ha afirmado que esta semana intentará desde la Asamblea General de Naciones Unidas, trabajar por "lograr la paz y la seguridad en el mundo", antes de acusar directamente a Israel del conflicto que sacude Oriente Próximo.

Muchos analistas coinciden en que lo que ocurra en los próximos días dependerá de si Hezbolá accede a una solución diplomática y se aleja de la divisoria; o, por el contrario, si Teherán opta por "arriesgarlo todo", en palabras de Avi Melamed, exfuncionario de inteligencia israelí y analista regional.

"Sólo hay dos opciones posibles: continuar el intercambio de disparos con Israel, lo que conducirá a un conflicto más amplio en un momento en que Hezbolá está en su punto más bajo, o dar paso a una solución diplomática que permita a Israel lograr su último objetivo bélico: devolver a los desplazados a sus hogares en el norte", advierte Melamed en declaraciones a la agencia Efe.