Napoleón cruzando Los Alpes. Jacques-Louis David

Napoleón cruzando Los Alpes. Jacques-Louis David

Europa

El 47% de los franceses votaría para presidente a Napoleón en las elecciones de Francia de 2027

Sólo un 26% opina que fue un déspota frente al 53% que le recuerda como 'el padre de instituciones vigentes', según sondeo.

23 septiembre, 2024 02:40

Si Napoleón Bonaparte resucitara, un 47% de los franceses estaría dispuesto a votarle en las próximas elecciones presidenciales previstas para 2027. Más de 200 años después de su muerte, un 62% opina que el Emperador dirigiría mejor Francia que el actual presidente de la República, Emmanuel Macron.

De hecho, Macron sólo triunfa entre los simpatizantes de su grupo político, Renacimiento, (81%). Por el contrario, el 88% de los votantes de la extrema derecha de Marine Le Pen, el 67% de la derecha clásica del nuevo primer ministro, Michel Barnier, así como el 65% de los electores de la extrema izquierda de Jean Luc Mélenchon opina que Napoleón sería mejor presidente que el actual inquilino del Elíseo. Socialistas (52/48) y ecologistas (49/51) se encuentran divididos también en esto.

Preguntados por el Instituto de sondeos Odoxa, el 62% de los franceses creen que Bonaparte fue un buen dirigente para Francia. El Emperador triunfa entre los votantes de la derecha (84%), los electores de Macron (74%) y los de Marine Le Pen (69%). Los simpatizantes de la extrema izquierda, así como ecologistas y socialistas se muestran divididos en su juicio histórico.

En general, los franceses tienen un recuerdo positivo del que fuera primer cónsul de la República y, acto seguido, Emperador. Un 53% le recuerda como el ‘padre de instituciones vigentes aún hoy en día como el Código Civil, los liceos o los departamentos’. Un 43% opinan que supo levantar Francia y convertirla en una gran potencia.

El sondeo presentaba ocho opciones de respuestas de las que cada participante podía elegir tres. Además de las dos más votadas, otras dos opciones positivas eran que "se hizo así mismo gracias a su grandes capacidades y a su fuerza de trabajo" (30%) y que es "el modelo de hombre providencial" (10%).

Entre las propuestas negativas, un 40% recuerda que "sus guerras costaron la vida a un millón de personas en Europa", un 26% que "su poder fue despótico y centralista" un 15% que "restableció la esclavitud" y un 13% que "pilló archivos y obras de arte de los países que conquistó".

Con este recuerdo no es extraño que un 47% de los franceses se muestren dispuestos a votar por Napoleón si el Emperador resucitara y saliese de du tumba en los Inválidos de París para concurrir a las presidenciales de 2027. Un porcentaje notable. (Macron ganó en la segunda vuelta de 2022 a Marine Le Pen por 58% a 41%).

La izquierda lo votaría

Un 66% de los simpatizantes de la derecha clásica,un 57% de los de extrema derecha, e incluso un 53% de los partidarios de Macron estarían dispuestos a votar por Napoleón I. Atención, en la izquierda también hay votantes para el Emperador: un 42% de los electores de extrema izquierda, un 38% de los ecologistas y el 36% de los socialistas.

Le encuesta fue realizada con motivo de la publicación del libro de ciencia ficción La llave y la Cruz, un thriller que firman Eric Giacometti y Jacques Ravenne y ha sido publicado hace unos meses por la editorial Lattès.

Napoleón es el personaje histórico que protagoniza más libros y películas. Si el 'Napoleon'de Ridley Scott en el que el actor americano Joaquin Phoenix le da vida fue un blockbuster mundial, en el último Festival de Cannes se presentó la reconstrucción del 'Napoléon' de Abel Gance (1889-1981).

Considerada una obra maestra, era el primero de los seis films que el cineasta francés planeó dedicar al Emperadpr. Sólo llegó a realizar el primero, estrenado en 1927, dedicado a la juventud del prócer. Sus más de siete horas de metraje han sido reconstruidas al precio de 4,2 millones de euros

En Francia, Napoleón forma parte del relato nacional. Tras su muerte en Santa Elena en 1821, fue Luis Felipe, rey de los frances quien pactó con Inglaterra la repatriación de sus restos mortales en 1840. Organizó un funeral colosal en París y dispuso su entierro en Los Inválidos.

El edificio se debe a Luis XIV, encarnación del absolutismo, como hospital y asilo de los militares. Fue el propio Napoleón quien restituyó el culto católico en la iglesia tras los fervores laicos de la Revolución y mandó enterrar allí a dos generales del Antiguo Régimen.

Napoleón está enterrado bajo la cúpula dorada de los Inválidos que fue el edificio más alto de la capital francesa hasta que Eiffel logró levantar su torre. Su sepulcro impresionante está dispuesto en la cripta, seis metros por debajo del nivel del templo.

Majestuosa tumba…. invisible salvo si te acercas a la baranda. Macron celebró en mayo de 2021, el 200 aniversario de su muerte con un discurso ante el Instituto de Francia que reúne a las cinco academias y depositó una corona de flores ante su tumba.

Napoleón cuenta entre la clase política franceses con admiradores declarados como el ex primer ministro gaullista, Dominique de Villepin, y detractores como el primer ministro socialista, Lionel Jospin, autor de una alegato implacable titulado El mal napoléonico: "Napoleón le dio la vuelta a las ideas de la Revolución" desarrolló "una forma de dominación extrema, un despotismo y un estado policial".

Macron, que sostenía que la dicotomía derecha/izquierda había quedado superada, ha cultivado el relato nacional celebrando a De Gaulle y a François Mitterrand. El fundador de la V República y su némesis socialista son dos hitos de ese relato.

Con Santa Juana de Arco y D’antonymie, Clemenceau y Pierre Mendes France. Y, por supuesto, Naopelón. Ya dejo dicho el historiador Albert Sorel que "la Historia de Francia es un esfuerzo perseverante por hacer coincidir la evidencia histórica con la realidad política".

Así que no se extrañen ustedes de que si Napoleón volviera de su tumba, muchos franceses, hastiados con los quehaceres de Michel Barnier para formar un gobierno con la derecha y el centro que no sea censurado al mismo tiempo por todas las izquierdas y la extrema derecha, se declaren dispuestos a votar por Bonaparte.