Acto de campaña de Trump en el cual distintos lideres árabes de Michigan le muestran su apoyo.

Acto de campaña de Trump en el cual distintos lideres árabes de Michigan le muestran su apoyo. Reuters

Oriente Próximo

La Pax Trumpiana seduce a los líderes árabes: por qué Líbano y Palestina esperan que el nuevo presidente traiga la paz

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Benjamín Netanyahu fue el primero en felicitar a Trump tras las elecciones norteamericanas, y seguramente la persona que más se alegró de los resultados en todo Oriente Medio. Calificó los comicios de una "victoria inmensa" para su país también, y llamó al republicano el "mejor amigo" que Israel ha tenido en la Casa Blanca.

No es para menos: durante la primera administración Trump, Estados Unidos trasladó su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, reconoció la ciudad santa como capital "indivisible" del Estado de Israel, validó la soberanía israelí de los Altos del Golán ocupados en 1967, y auspició los Acuerdos de Abraham entre el Gobierno de Netanyahu y los Emiratos Árabes Unidos.

Sin embargo, la euforia de los israelíes —que se conocen con carta blanca los próximos cuatro años— tras las elecciones estadounidenses no se ha traducido en abatimiento entre los árabes. Tras un año desmoralizador por la gestión de Biden de la guerra de Gaza y el Líbano, muchos en Oriente Medio esperan cualquier cambio en la política exterior estadounidense como agua de mayo, por lo que el continuismo que prometía la vicepresidenta Kamala Harris no esperanzaba a nadie.

La primera reacción de Hamás a la victoria de Trump fue, de hecho, pedirle al republicano que hiciera mayores esfuerzos por un alto el fuego que Biden. Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad Palestina en Cisjordania, fue más allá: felicitó al presidente electo y le expresó su ilusión por trabajar juntos por la estabilidad regional.

Lo cierto es que, en sus últimas semanas de campaña, Trump prometió que no empezaría más guerras y que acabaría las que ya estaban en curso. Este mensaje, que caló en parte del electorado árabe estadounidense, también convenció a muchos en la región de la que hablaba.

Asistentes a un mitin de Donald Trump

Asistentes a un mitin de Donald Trump

En el caso libanés, es clave la figura de Massaad Boulos, consuegro de Trump, millonario y un prominente defensor de los intereses de la derecha cristiana del pequeño país árabe en Estados Unidos.

Boulos, padre del marido de Tiffany Trump, ha contribuido a la seducción de Donald Trump de 2,5 millones de votantes árabe-americanos, ha presentando al candidato como un "hombre de paz" capaz de poner fin a los conflictos de Gaza y Líbano, y se prevé que sea el enviado especial del presidente estadounidense en el país, después de Amos Hochstein. Sin embargo, aún se desconocen las propuestas políticas del empresario libanés para poner fin de forma efectiva a la guerra.

En otros sectores del Líbano, la esperanza reside en el compromiso de Trump en poner fin a la guerra. Esta semana, el presidente de Arab Americans for Trump, Bishara Bahbah, declaró al Times of Israel que el presidente electo impondrá un embargo de armas a Israel si Netanyahu no termina la guerra antes de que el republicano asuma el cargo el próximo 20 de enero.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri —del partido Amal, afín a Hezbolá—, ha asegurado que Trump firmó un compromiso para poner fin a la guerra en el Líbano durante su visita a un restaurante libanés en Míchigan.

En Ramala, Abbás está más que dispuesto a colaborar con Trump para que el alto el fuego en Gaza lleve el nombre de la Autoridad Palestina. Además de felicitar al republicano poco después de su victoria y condenar el intento de asasinato que sufrió al principio de campaña, Abbás ha emprendido toda una estrategia de acercamiento al presidente electo en esta ocasión, pese a la rivalidad durante su primera administración, en la que el líder palestino prohibió a sus funcionarios el contacto con homólogos estadounidenses.

El viernes, Abbás habló con Trump por teléfono y ambos discutieron la posibilidad de reunirse en un futuro próximo, según Ziad Abu Amr, confidente cercano de Abbás y alto funcionario de la AP. Pero los esfuerzos del líder palestino por acercarse a Trump comenzaron mucho antes de las elecciones, precisamente gracias a la ayuda de Boulos.

Tanto el palestino como el libanés se reunieron al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre en Nueva York. Durante el encuentro, Abbás se declaró dispuesto a firmar la paz con Israel sobre la base de una solución de dos Estados y expresó su voluntad de acoger a observadores internacionales en un futuro Estado palestino para garantizar la seguridad de Israel, según declaraciones de Bahbah.

Algunos palestinos de Gaza, que han soportado un devastador bombardeo israelí, también han expresado su esperanza de que Trump pudiera poner fin a la guerra, según un reportaje del New York Times.

"Espero que Trump intervenga como salvador para poner un poco de orden en la agitación causada por los continuos conflictos en los que están implicados Irán con sus proxies e Israel", declara al diario neoyorquino Muhanned al-Farra, propietario de una tienda de piezas de automóviles y ahora refugiado en Jan Yunis con su familia. "Espero que su elección traiga cambios positivos a esta ciudad devastada por la guerra", dice.

Otros líderes de la región, como el presidente de Egipto, Abdelfatá el-Sisi y el heredero a la corona saudí, Mohamed bin Salmán, han felicitado personalmente a Trump.

Que Irán se prepare

A ojos de Trump y Netanyahu, Irán es la raíz de todos los males en la región, y la patrocinadora de grupos que, como Hamás y Hezbolá, son considerados terroristas por EEUU e Israel. Teherán tiene que prepararse para cuatro años difíciles. El mismo miércoles que se conocía la victoria del candidato republicano en EEUU, el rial iraní cayó a mínimos históricos.

La llegada al poder de Trump en medio de la deriva que está tomando la escalada en la región debería de preocuparle a Teherán. A principios de octubre, cuando Israel se preparaba para atacar distintos objetivos militares en Irán, el entonces candidato republicano incitó a Netanyahu: "Golpea las bases nucleares, del resto ya nos encargaremos".

A las implicaciones nucleares se suman las repercusiones de que, este viernes, el Pentágono hiciera público que el FBI había frustrado un complot iraní para asesinar a Trump antes de las elecciones.

Por el momento, el presidente Masud Pezeshkian sólo ha mostrado "indiferencia política" por quién ocupe en la Casa Blanca los próximos años. La misma reacción ha tenido Qatar, que este sábado comunicó a Hamás y a Israel que paralizará sus esfuerzos para mediar en un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza hasta que muestren "voluntad y seriedad" para reanudar las conversaciones.