
Ronen Bar, exdirector del Shin Bet de Israel en una ceremonia en Jerusalén. Reuters
El Gobierno de Israel destituye a Ronen Bar, el jefe de Inteligencia que investigaba el papel de Netanyahu en el 7-O
El Tribunal Supremo del país ha paralizado temporalmente el despido hasta revisar todas las apelaciones.
Más historias: Hamás vuelve a lanzar misiles sobre Tel Aviv mientras el propio presidente Herzog acusa a Netanyahu de dividir Israel
El Gobierno de Israel destituyó en la madrugada de este viernes al director del Shin Bet (el servicio interior de Inteligencia israelí), Ronen Bar, después de que el gabinete del primer ministro, Benjamin Netanyahu, votara por unanimidad a favor del despido.
A priori, el último día de Bar al frente del servicio de inteligencia nacional iba a ser el 10 de abril (e incluso antes, de nombrarse un sustituto). No obstante, este mismo viernes, el Tribunal Supremo de Israel ha dictado una medida cautelar que paraliza la destitución del jefe del Shin Bet hasta que evalúe las apelaciones presentadas por distintos organismos contra ella.
Varios partidos opositores israelíes pidieron al Tribunal Supremo que frenara la destitución de Bar al alegar que hay conflictos de intereses de por medio. Esta es la primera vez en la historia de Israel que un Gobierno despide al líder del Shin Bet.
La reunión para aprobar la destitución duró cerca de tres horas y media y a la misma no acudió Bar, quien a sabiendas de que sería despedido envió una carta dirigida a los ministros del ejecutivo israelí en la que advirtió que su salida estaba “totalmente contaminada por conflictos de intereses” y constituía un intento “fundamentalmente inválido” de socavar al Shin Bet.
La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, quien estuvo presente en la reunión, expresó su oposición a la medida. Su oficina le había informado a Netanyahu ese mismo día que el Gobierno debía obtener la recomendación de un comité asesor antes de considerar la destitución de Bar.
Críticas de Bar
El ahora exjefe del servicio de inteligencia israelí relaciona su cese con la investigación que hace el Shin Bet sobre los vínculos de la oficina de Netanyahu con Qatar. "Huele a intereses extranjeros y a un conflicto de intereses sin precedentes", añadió Bar en la carta reproducida por los medios israelíes.
En la misiva, Bar critica a Netanyahu porque, asegura, el primer ministro no ha justificado los motivos de su despido. "A pesar de mi solicitud, no se proporcionaron ejemplos concretos", afirma.
Mientras tanto, Netanyahu dijo, según su oficina, que decidió la destitución de Bar porque lo considera "blando" en el cargo y que "no es la persona adecuada para rehabilitar la organización (Shin Bet)".
“Llevo muchos años gestionando negociaciones diplomáticas. Su enfoque era blando y no lo suficientemente agresivo”, aseguró Netanyahu en declaraciones que reproducen medios locales como The Times of Israel.
Las horas previas a la destitución de Bar estuvieron enmarcadas por miles de israelíes que salieron a las calles de Jerusalén y de Tel Aviv para mostrar su rechazo al despido de Bar, justo cuando este organismo investiga el escándalo del Qatargate, los supuestos pagos de este país a exasesores de Netanyahu para crear una campaña favorable al país del golfo.
Años antes, el Shin Bet investigó cómo Qatar financió durante años al grupo islamista Hamás, sin que Israel lo impidiera.
En las calles de Jerusalén, los manifestantes repitieron con ahínco que "Netanyahu es un peligro para la democracia", como lo afirmó un exmiembro del Likud, el partido del mandatario israelí en declaraciones recogidas por la prensa local.
A las protestas también se unieron el Foro de los Familiares de los Rehenes y grupos pacíficos que piden el fin de la guerra en Gaza, después de que el Gobierno israelí ordenara el martes reanudar la ofensiva contra el enclave palestino, donde todavía quedan 59 rehenes en manos de Hamás.