La razón por la que la Capilla Sixtina no se puede fotografiar

Siendo una de las mayores piezas de arte del mundo, los frescos de la Capilla Sixtina reciben la visita de millones de turistas cada año, deseosos de disfrutar de primera mano del trabajo de Miguel Ángel. Este disfrute es perturbado de vez en cuando por los gritos de los guardias: “No photos” “No video”; esta estricta restricción ya se ha convertido en una costumbre que proviene de los años ochenta, aunque a pesar de lo que se dice, no se impuso para proteger las obras de los fogonazos de las cámaras.

Exclusivo para los donantes

En realidad, estamos ante un caso de copyright, en cierta manera; lo cual suena extraño teniendo en cuenta que su creador lleva siglos muerto. Todo empezó en 1980, cuando las obras de restauración de la capilla necesitaban una inyección de dinero urgente. La recaudación entre empresas y gobiernos italianos no había sido la que se esperaba, pero al rescate llegaron los japoneses. Nippon TV aportó mas de cuatro millones de dólares al proyecto, que tardó veinte años en finalizarse.

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Eso sí, a cambio de esta cantidad de dinero, Nippon TV exigía los derechos en exclusiva de grabaciones y fotografías de la obra restaurada. Aunque esta limitación solo se aplicaba a profesionales y no a turistas, la prohibición fue total por la imposibilidad de distinguir a unos de otros entre los visitantes. Afortunadamente la calidad de las grabaciones y fotografías “oficiales” era tal que no hubo muchas quejas.

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Sin embargo, en la actualidad ya no existe este motivo para evitar las fotografías, y es que el acuerdo solo duraba tres años después de la terminación de cada elemento restaurado. Por tanto, en teoría ya debería ser posible hacer fotografías sin miedo en la Capilla Sixtina, pero sus responsables decidieron seguir con esta costumbre, ahora sí, para proteger las obras.

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Por lo menos siempre podemos disfrutarlas cuando queramos, hayamos ido al Vaticano o no, con esta aplicación web que nos permite visitar la Capilla Sixtina de manera virtual.

Fuente | mental_floss | Vatican